En Cam
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Vic1969.
No es raro en mi que use la cam para practicar sexo. Pero fué precisamente la cam la que me permitió conocer de otra forma a mi vecina. Llevaba un rato en una web masturbándome hasta que una mujer apareció en mi sala y me pidió skype. Nos lo intercambiamos y nos conectamos.
Nos pusimos a jugar, desnudos y contándonos que nos haríamos, que nos gusta, ambos muy calientes dejábamos volar la imaginación. Ella estaba desnuda y se masturbaba con un vibrador. Ella me pedía que le pusiera la polla cerca, que me pusiera a cuatro patas o que le enseñara la lengua. Yo la pedía cambiar de postura, mostrarme el coño, el culo. Con tanto movimiento la cam dejó ver mi cara un rato sin que me diera cuenta.
Finalmente ambos nos corrimos primero ella y luego yo. Un orgasmo intenso. Ella me dijo al cabo de un momento: Tengo que confesarte algo.
– ¿Qué tienes que confesar?, -pregunté
– Se quien eres. Eres mi vecino del tercero. Yo soy tu vecina del quinto.
– Carmen?, – pregunté
– Si. He visto tu cara y te he reconocido. Me alegro de que compartas vicios. Porque a mi esto me encanta, pero mucho más en vivo.
– Los dos estamos casados, le dije.
– Si, por eso no quiero penetración. Te propongo que hagamos lo mismo que hace un rato pero sin cam. Y ya veremos donde nos lleva la imaginación. Me encantaría oler tu semen.
– Me parece bien. Me da mucho morbo hacerlo contigo.
Al día siguiente lo hicimos en su casa. Esperamos a que ella estuviera sola y subí. Prácticamente repetimos lo mismo del día anterior, pero esta vez podía oir, oler, ver, y ella también. Fue mucho más intenso. Ella incluso se meó encima y me costó mucho no lamer el sexo. Pero el pacto es que no nos tocaríamos.
Desnudos en el salón continuamos hablando y masturbándonos uno frente al otro. Yo la propuse salir así al portal y corrernos con el peligro de que nos pillaran. Subimos una planta más completamente desnudos y allí nos masturbamos hasta corrernos casi a la vez.
– Quiero que te lleves mis bragas. Las he llevado todo el día pensando en esto. Y me encantaría saber que te pajeas oliéndolas.
– Huelen maravillosamente. Me correré y te las devolveré llenas de semen.
Volví a mi casa. Mi mujer tardo una hora en volver.
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