Espiando a mi primo vergón

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jovenvoyeur.
Hola a todos, esta es la primera historia que les contaré.

Actualmente tengo 23 años, soy de piel blanca, algo velludo, ojos cafés y cabello castaño oscuro, de estatura promedio y delgado, a pesar de nunca haber hecho ejercicios o estado en un gym con frecuencia, tengo un cuerpo atlético por genética, unas nalgas redondas y pomposas, y un pene de 19 cm, más o menos grueso.

Todo ocurrió cuando tenía 15 años, en ese entonces no estaba seguro de mi orientación sexual, por lo cual era muy curioso.
De adolescente es cuando más se despierta la curiosidad, y casualmente, mata al gato.

Tengo un primo lejano que vive en el interior del país, pero un día vino a casa a pasar un tiempo corto.
Cabe destacar que vivo en una casa muy grande, de hecho tiene varias habitaciones desocupadas puesto a que sólo vivo con mis abuelos.
Yo tengo mi habitación con baño propio, aparte de la habitación de mis viejos y su baño, hay un baño adicional para las visitas en la sala de la casa.

Yo siempre andaba vestido con short en la casa y muchas veces sin franelilla, por el calor, era más cómodo para mí andar así.
Nunca noté que mi primo me veía con ojos de lujuria, más bien al contrario, nunca existió esa tensión sexual (al principio)… Él no estaba casado en aquel entonces y tampoco tenía hijos, pero nunca se me pasó por la mente lo que les contaré más adelante.

A mí siempre me ha gustado dormir en bóxer o incluso totalmente desnudo, y en la noche cuando voy a dormir, paso seguro a la puerta para evitar que alguien entre y pueda verme.
Sin embargo, uno de esos días que dormí totalmente desnudo, dejé la puerta sin seguro, sin alguna razón.

A la mañana siguiente, como a las 6:30 am, yo estaba acostado, entre dormido y despierto, y escucho que abren la puerta con mucho cuidado; yo me hago el dormido, alguien entra y me llama en voz muy baja (como para ver si estoy despierto); efectivamente, por la voz, reconocí que era mi primo.
En ese momento sentí una gran tensión sexual no sé por qué, simplemente, la sentí.
Mi primo al ver que yo estaba dormido, cierra la puerta de la habitación y se dirige al baño, de igual forma entra y cierra la puerta.
De inmediato se me quita el sueño que tenía y me entra la curiosidad de por qué mi primo habrá entrado a mi baño si afuera había un baño para él… Así que, decidí averiguarlo.

Para describirlo brevemente, mi primo no es un tipo muy agraciado de cara, era mayor, tenía alrededor de unos 42 años, pero tenía un cuerpo macizo, como de esos hombres que trabajan en el campo, era mucho más alto que yo, de contextura gruesa pero no llegaba a ser gordo, y ya tenía algunas canas en su corto cabello negro.

Volviendo a la historia, luego de no escuchar nada por un par de minutos, escucho que suena la llave de la ducha y empieza a caer el agua en el piso; en ese momento me levanté de la cama y fui directamente a la puerta del baño.
La puerta del baño es plegable, que en vez de abrirse hacia adentro o hacia afuera, se abre hacia el lateral; y por la misma razón de ser plegable, no llega completamente al piso y además tiene pequeños huecos por debajo que permiten la visión hacia adentro sin que te descubran.
Sin duda alguna, me agaché, prácticamente me acosté en el piso y me asomé un poco por ese hueco debajo de la puerta plegable.
En ese momento mi respiración se empezó a agitar pero la controlé para que no me escuchara, lo primero que veo es su cuerpo, totalmente desnudo, de espaldas.
Yo no podía creer lo que veía, realmente me preguntaba si estaba soñando, pero no, era real.
Luego de ver eso, me levanto y me vuelvo a acostar en la cama, pero la curiosidad ya había agarrado más fuerza que yo, así que volví a levantarme y a ponerme en la misma posición en la puerta para seguir viendo aquel cuerpo fornido.

Al parecer se estaba afeitando el cuerpo, específicamente la zona genital.
En ese momento que me volví a asomar, vi como giró un poco y quedó de perfil a mí; quedé boquiabierto, mis ojos sorprendidos de ver semejante verga en erección, podía calcular que medía 22 cm de largo y gruesa, totalmente recta y sin circuncisión.
No podía creerlo, ni siquiera podía entender por qué mi primo tenía la verga parada, si sólo estaba afeitándose.
¿Será el roce de sus manos con su miembro? ¿Será el verme desnudo mientras dormía? Todo eso me dio mucha más curiosidad, y más allá de eso, me causó una excitación tremenda, tanto que mi verga se empezó a poner dura y acto seguido me empecé a masturbar.
Veía como mi primo se tocaba su verga parada y pasaba la mano por sus bolas, el hecho es que pasó de afeitarse a masturbarse, yo estaba allí acostado viendo todo desde el otro lado, con mi verga dura a punto de explotar.
Me imaginaba yo estando allí agachado chupando todo ese trozo gigante, y que luego me volteara y me la metiera completa, en esos minutos me llegaron muchos pensamientos sexuales a la mente.
Básicamente en mi mente estaba teniendo sexo con él, y la excitación era a tal punto que eyaculé en mi pecho, chorros de leche salieron de mi verga y rápidamente me limpié con el bóxer y luego me volví a acostar, como si nada hubiese pasado.
Fueron los minutos más largos de mi vida, parecía como si hubiesen pasado horas, pero solo fueron como 30 minutos.

Mi primo salió del baño y se fue, en ese momento me arrepentí de no haber entrado al baño, al final mi excusa era que tenía que orinar o algo así, y no sabía que él estaba allí dentro.
Lo cierto es que esperé que lo volviera a hacer nuevamente, pero nunca más pasó, no sé por qué razón, quizás en ese momento él quería algo conmigo, sólo que no supo cómo mostrarme las señales.
Luego mi primo terminó su corta estancia en casa y se fue, más nunca supe de él.
Tengo la esperanza que algún día vuelva a venir y así poder hacer lo que nunca hicimos.

Espero les haya gustado mi relato, es real.
Pronto seguiré subiendo más historias de mi vida para que se deleiten.
Déjenme sus opiniones para saber si les gustó, o si debería mejorar la narración.