Espío a mi compañera masturbandose sin que se entere
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace dos días tuve que ir a la universidad para presentar los papeles de mi beca, estaba lloviendo a mares asi que me dí toda la prisa que pude en llegar a la uni, presentar los papeles e irme a casa.
Mientras presentaba los papeles, había un chico delante de mi con un cuerpo perfecto. Con la espalda y brazos bien formados y definidos, morenito..oh my god! Empecé a fantasear con él y me puse muy pero que muy cachonda. Pero mi momento de fantasía se rompió cuando la secretaria me dijo que era mi turno.
Dos horas más tarde, llegué al piso, y seguía estando muy caliente, incluso estando empapada de la lluvia, por ello me descalce antes de entrar en el piso y abrí la puerta sin hacer mucho ruido, ya que a mi compañera le sienta fatal que hagamos ruido al entrar en casa. Asi que, para no molestarla, abri la puerta, entré en el piso y cerré con mucho cuidado.
Me fui desnudando por la casa hasta llegar a la terraza para tender mi ropa empapada. En ropa interior, pasé por delante de la habitación de Elena y vi que su puerta estaba un poco abierta; y sin poder evitarlo miré dentro. Nunca podría haberme imaginado lo que vi. Elena estaba de espaldas a la puerta, con el portátil encima de la cama y bailando sensualmente para alguien por la webcam. Intenté apartar la vista pero me resultó imposible. Quede hechizada con su maravilloso streptease y esos movimientos delicados y sensuales. Le faltaba sólo quitarse la camiseta y la ropa interior, y estaría desnuda.
Empecé a notar mucho calor dentro de mí. Tengo que decir que no me había fijado antes en el cuerpo de una mujer de manera sexual, pero llegar a casa cachonda pensando en el chico de la universidad y encontarte con ese panorama…no es algo que pase todos los días, por lo que disfruté todo lo que pude.
Elena seguía con sus sensuales movimientos, comenzó a quitarse la camiseta, y cuando se iba a quitar el sujetador la persona a la que le hacía el baile, la dijo algo de mal gusto y Elena quitó la videollamada. Mientras, yo asustada, me escondí un poquito, pero sin dejar de mirar lo que ocurría en la habitación de mi compañera.
Elena, enfadada se tumbó en la cama, pero debió ser que el baile (al igual que a mi) la puso muy cachonda; así que se quito el sujetador y el tanga y abrió las piernas y empezó a masturbarse. Primero lentamente acariciaba su pecho izquierdo, mientras que con la mano derecha masajeaba su clitoris. Comenzó a aumentar los movimientos de sus manos, pero de repente se paró. Pensando que me habia visto, saque la cabeza de su habitación. Cuando me disponia a irme, escuché una vibración. Imaginandome de donde venía el sonido, mire de nuevo y ahi estaba ella: acostada en la cama con las dos manos en sus pechos y entre sus piernas, dentro de su húmeda vagina, había un vibrador enorme, vibrando dentro de ella sin parar.
Ya sin poder aguantar más, metí la mano por mi tanga y comencé a masturbarme. Normalmente me toco primero despacito hasta que el cuerpo me pide que aumente la velocidad, pero en este caso mi cuerpo ya estaba tan caliente que necesitaba que me masturbase con urgencia.
Mientras me tocaba con exigencia, veía a Elena y a ese vibrador enorme y me entraban ganas de entrar y empezar a lamerla entera, pero me quedé con las ganas ya que Elena comenzó a gemir cada vez más rapido y alto, yo muy cachonda me masturbaba con pasión y exigencia, hasta que como en una película, las dos nos corrimos a la vez.
Cada una a su manera. Cada una en un lado de la casa. Pero las dos a la vez.
Por fin, pudimos sofocar el calor que cada una tenía en su cuerpo.
Ahora veo a mi compañera con otros ojos. Y reconozco, que no me importaría volver a experimentar todas esas sensaciones.
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