Exhibicionismo en el barco y algo más…. 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexolibre.
– Tengo mucha calor Maik, necesito una ducha; dijo Marta resoplando y abanicandose con sus manos.
– Yo también pero las duchas están abajo.
– ¿ Que, no tienes ducha en el camarote ?
– No mi amor, en los barcos cargueros todo es comunitario y como el personal va a relevos y hay mucha actividad las 24 horas, cuando no hay alguien duchandose, hay gente limpiando, pero ahora habrá poca gente, así que vamos.
Maik se levantó de un salto de la cama, abrió el ropero con llave, metió mi maleta y saco un bikini blanco.
– Toma ponte esto y te duchas con el.
– Maik, ¿ No puedes decirles que no entren mientras me ducho ?.
– No mi amor, no puedo entorpecer el ritmo del personal sólo porque tu estés aquí,
el buque tiene que llevar su ritmo de trabajo al igual que el de descanso de los marineros, no puedo alterar los horarios.
Me lanzó un bikini a la cama. me levanté y me lo puse. mirándome en el espejo pude ver como me quedaba, pero era muy pequeño para mi gusto, casi no cubría mis tetas sólo los pezones y la braguita tapaba medio culo y por delante apenas tapaba mi mata de pelo negro, incluso asomaba algún pelillo.
– ¡ Maik !!! le grité; ¿ Pero como voy a ir así ?.
– Estas estupenda, me encanta, ¿ no me digas que no te gusta ?.
– Pues no, prefiero que me des mi bikini que esta en mi maleta.
– Lo siento pero no mi amor.
Se puso detrás de mi mirándome y dijo.
– Separa un poco los brazos.
Separé los brazos y soltó un expresión.
_ ¡ Wau mi amor me encanta como se asoman tu tetas por los lados vistas de atrás !! .
Puso sus manos en mi cintura y me mordió el cuello, me dio una palmada en el culo y me dijo.
– A la vamos a ducharnos.
Mi cuerpo temblaba como un hoja, otra vez tenia esa sensación extraña de hacer algo que me superaba, pero ese cosquilleo comenzaba a gustarme, las piernas me temblaban, veía como me miraba con deseo. me cojió de la mano y bajamos las escalerillas, con los marineros que nos cruzábamos saludaban al capitán es decir a Maik. pero sin evitar mirarme de arriba a bajo.
Maik me sobaba el culo y se reía.
Una vez en la duchas habían dos marineros con las tareas de limpieza fregando el suelo, me paré en seco.
– ¿ Que pasa Marta ?
– No me atrevo, ¿ y si nos ven?.
– No seas tonta llevas el bikini.
– Ya pero me da corte que pueda entrar alguien.
– Va tira para dentro, tienes que acostumbrarte sólo llevas unas horas en el barco y vas a estar aquí muchos días.
– Uff Maik no me digas eso que aun estoy a tiempo de arrepentirme.
Me volvió a dar otra palmada en el culo y me besó otra vez, las piernas me temblaban pero a la vez estaba deseando entrar. cogiéndome de la cintura me empujaba un poco para obligarme a entrar, mientras me susurraba.
– Dejate llevar mi amor, confía en mi.
Y me metió la lengua en la oreja. Como el había dicho a esas hora no había nadie, pero el cosquilleo de mariposas en mi estomago no lo podía evitar, sabia que estaban deanbulando los de la limpieza por allí. Pero las caricias de Maik me tranquilizarón.
Me comenzó a enjabonarme frente a mi, el estaba desnudo, sin ningún tipo de pudor, sonrriendo dijo.
– Mi amor tranquilizate, aunque no dices nada tu cara me habla.
– Tus labios me demuestran seguridad, tus mejillas nerviosismo, pero tus ojos me tienen en duda, ese brillo parece, que quieras decirme algo pero no te atreves. también he notado que tus palabras a veces dicen una cosa pero tu cuerpo te contradice y dice otra.
– ¿ Así y que te dice?.
– Ufff Maik como me conoces, ahora que te dice mi cuerpo.
Se quedo un momento mirándome y pensativo y dijo.
– Tus palabras dicen que no quieres que te pillen así, pero tu cuerpo esta deseando que entre alguien por la puerta.
– Ufff ¿ porque dices eso Maik ?
– Tus ojos me lo dicen y tus pezones también.
Puso sus manos en mi cintura cosa que me encanta, acerco sus labios y me besó, acariciaba mi espalda, mi pecho junto al suyo, los dos debajo del chorro de agua de la ducha, se separó un poco de mi y volvió a mirarme de arriba a bajo.
Entonces miré a mis pezones y ahhhh, los pezones y mi coño se transparentaban totalmente me sentía desnuda; me sentía mas nerviosa aun si cabe.
– jaja tranquilizate y disfruta.
Mientras me besaba fue quitando la parte de arriba del bikini amasandome las tetas, fue bajando lentamente se puso de rodillas y fue quitandome la braguita también, ya me tenía desnuda como el quería, se levantó y sin dejar ambas prendas dijo.
– Ahora vengo me estoy meando.
Salio corriendo, dejandome allí sola desnuda en unas inmensas duchas en las cuales podría entrar algún hombre en cualquier momento, ya que en el barco la única mujer era yo.
Otra vez mi corazón estaba al borde de un infarto, eran demasiadas sensaciones en poco tiempo, me llevaba al séptimo cielo su juego, no se como le dejaba hacerme todo eso, pero en el fondo me gustaba. si no fuera porque el me animaba hacer todo eso yo no sería capaz de hacerlo voluntariamente, el era el empujoncito que nesitaba para liberarme.
Aunque me gustaba un poco el exhibicinismo aquello estaba en otro nivel para mi, escuche pasos mi coño palpitaba y mis pezones no podian estar más duros, me faltaba el aire, sentía como un sofoco, no sabia que hacer, estaba inmóvil, pero de repente vi la figura de Maik riéndose. se acerco a mi y me metió un dedo en el coño.
– Umm putita como estas veo que te gusta, a mi también me gusta.
– Eres un cabrón Maik, me tienes todo el día cachonda.
– ¿ Y eso no te gusta Marta ?.
– Eso me encanta.
Terminamos de ducharnos y nos subimos al camarote.
Continúa…..
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Faltó que entrarán y se la cojieran, a mí me hubiera gustado eso si fuera ella