Exhibicionísta con final felíz…

~Sér exhibicionísta brotó en mí siéndo un jóven de 18 años, me gustába vér la miráda de quién me descubría….
•La priméra ocasión que me dió por querér mostrárme, fué por la aténta miráda de una tía, la esposa de un prímo de mi papá, había terminádo de bañárme, y salí con una toálla en la cintúra, me púse a planchár mi rópa… Entró mi tía y me díjo que sinó le podía regalár un cigarro, se lo dí, lo encendió, jaló una silla y se sentó a un ládo de mí, seguí planchándo, platicába conmígo de cosas triviales, volteé a vérla y noté que mirába mi búlto bájo la toálla, sín querér me dió péna y busqué la oportunidád para acomodárlo, sólo que al tocárlo provoqué que se desatára una erección que no pasó por álto a la miráda de mí tía, y aúnque yo traté de estár tranquílo, déntro de mi cabéza la vóz del diablíllo del deséo me decía que pasára a ótro nivél, y sentí el deséo de masturbárme, traté de ponér en blánco mi cabéza, y dejé lo que hacía, mí tía se levantó y se fué acercándo a mí diciéndo que me íba a enseñár a planchár, se colocó detrás de mí, y tomándo la plancha íba de un ládo hacía el ótro, y en várias ocasiónes púso média mano sóbre de mí verga, mi toálla estába a púnto de caér, cuándo escuchámos la vóz de mi madre a pócos pásos ella salió rápido, e hízo como que tocába la puérta…
Entráron las dos, y yo yá tenía el pantalón puésto, luégo que se retiráron, pasé al baño a tenér que desahogár mí exitación yá acumuláda….

Al cábo de una semána, ví que mi tia tendía su rópa jústo en la azotéa que dá a mi ventána… Buéno, se me ocurrió que éra un buén moménto para podér mudárme de rópa, así que, ahí me estrené como nudísta…
Me quité la rópa y me púse ótra, me costó un poquito de trabajo por la erección que tenía, y más porqué disimulár es un árte…
Bajé sín volteár a vér a mi tía a la cara, pero ví que sí lo había disfrutádo. Después de vários días, ella entró a mi cuárto por la noche, sólo encendió la lúz para vérla desnudárse, volvió a dejár el cuárto obscúro y entró a mi cama… Que noche pasé gracias a mi grán atrevimiénto.
Póco a póco las ocasiónes por mostrárme las hacía de fórma más seguída e ingeniósa, sólo que en la mayoría de véces no ocurría álgo físico, no sabía si éra necesário o no tenér algún contácto, pero vér las mirádas aténtas, y las caras sonrojárse en las mujeres llenába mi égo… Una ocasión, que fingí orinár en un árbol, la señora que barría su banquéta me gritó sín enójo… _Óiga jóven, porqué no mejór píde permíso y lo déjo pasár.._ me acerqué a ella con el zipper abájo, me apené (según yo) y le pedí permíso, una véz adéntro, rompí mi zipper, y cuándo salí del baño, me disculpé por tenér ésa fálla, la señora muy amáble, me sugirió reparárlo, sín que yo me quitara el pantalón, fué por su cája de hílos, y sentáda ahí frénte a mí, púso manos a la óbra… Por lógica, y de manéra intencionál, sus dedos tocában mi verga, la situación me llevó a tenér treménda erección…. Que púso a la señora al púnto de que bajó mi pantalón más que a média piérna, y como yo no úso calzón, mi verga quedó líbre de gólpe… ella terminó su costúra, y decidídamente, tomó mi verga y la llevó a su bóca, no podía creér lo que pasába, ahí mísmo terminámos cogiéndo, cuándo me retirába, llegó su esposo, ella por disimulár mi preséncia, le díjo que le había reparádo la computadora, y que me pagára una pláta por ello…. Con el páso del tiémpo, no sé sí éra un expérto o no en lo que se refiére a sér exhibicionísta, simpleménte me gústa hacérlo, y lo que sí, sentía una enórme ansiedád por tenér siémpre un contácto físico…
Cuándo me casé, Lulú resultó sér mi espéjo, buscábamos los sítios más retirádos del páso de persónas, pero la posibilidád de estár a la vísta complétamente, por lo generál se formában los grupitos de hombres la mayoría de véces, óbvio, por ella, núnca me sentí mal o celóso, porqué lo disfrutábamos… Algúna ocasión se dió que había unos albañiles a las 4 de la mañana para «colár» una lóza de unos cuártos, los ruídos y vóces nos despertáron, y la mísma idéa se dió en ámbos, ella encendió la lúz y se púso según a arreglár la rópa para vestírse, yo mirába sus reacciónes, le comenté y se metió a la cama dejándo cobíja fuéra, los trabajadores fuéron muy cumplídos, termináron lo suyo sín perdérse de nosótros, la sensación de sér vístos nos llenó de una inménza lujúria, y lo hicímos várias véces ahí….

Con mi segúnda esposa Melísa, tomámos por el mísmo camíno, casualidád? Sólo que con ella se dió por llevár a cábo lo que tánto anhelába, contácto físico, yá que ella sentía lo mismo…. Así que, estábamos en un nivél más arríba, y a la pár de deséos, Iniciámos con el amigo favorito de mi hijo mayór de mi primér matrimónio.. Ismaél, a sus 18 años, me hacía recordár mí juventúd en pléna poténcia, mi esposa Melísa éra más jóven que yo, ella 25, yo 35, así que la diferéncia con Ismaél no éra mucha éntre ellos…
Ismaél cenába con nosótros, y Melísa subió a «tendér» la cama, sólo que me hízo séñas con los ojos refiriéndose a Él, dejé unos minútos y le pedí que le llevára una píla de rópa arríba a Melísa, no tardó más de 5 minútos, y lo ví bajár con cara de sorpresa, la miráda la desviába de la mía, se sentò, apuró su café y se retiró prónto, luégo ella me comentó qué al llegár él al cuárto, ella estába en 4 sóbre la cama, con el vestído que tiéne abertúra en la párte traséra, sín panty, como acomodándo las cobíjas… Y se abrió más de piérnas… Y fué él quién se acercó a metér la mano. Después de ésa ocasión, hubo tocamiéntos en cáda véz que nos exhibíamos a los demás…
Trás 15 años, nos separámos.. Yo aún sigo de exhibicionísta a mis 55 años, por fortúna no me fálta acompletár el contácto físico con algúna mujer, éntre edádes médias, de 35, 45… o maduritas como yo..
Lo curióso es que con algúnos hombres les gústa observár…