EXHIBIENDO LA VERGA PARADA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Éste relato es 100% real.
Soy de Mexico, tengo 26 años y vivo en una casa pequeña en una avenida muy transitada.
Soy de estatura mediana, piel clara, robusto, velludo y de barba, de buen rostro.
A veces al llegar del trabajo me quitaba la ropa y me quedaba en puros bóxers, sobre todo en tiempo de calor.
En una ocasión, llegue algo tarde por el trabajo, me quité los pantalones y la camisa y me quedé en boxers, con tennis y una gorra, y me puse a ver la televisión en la sala.
Me dió calor y abrí una pequeña ventana que daba hacia la calle.
Tenía algunas semanas sin tener sexo ni masturbarme, asi que me puse cachondo y empecé a ver porno.
En cuestión de minutos ya tenia una enorme erección.
Me quité sólo los boxers y me puse un anillo en el pene.
Se me marcaban las venas, se veía aún mas grueso, considerando que lo tengo de un buen tamaño.
Empecé a jugar con mi pene por un rato, y luego caminé un poco por la sala.
Me pareció exitante la idea de asomarme por la ventana abierta con tremenda erección.
Me acerqué y para mi sorpresa, en ese momento iba pasando por la banqueta un chavito de unos 16 años aproximadamente.
Noté su mirada en mi verga palpitante, que ya empezaba a babear.
Siguió su camino y sentí un placer intenso.
Coloqué un sillón enfrente de la ventana y puse mi celular a grabar la escena.
Para mi suerte, en cuestión de minutos volvió a pasar el mismo chico junto con otro más (quizá su amigo); se detuvieron a verme.
Me senté en el sillón con las piernas abiertas, y comencé a masturbarme.
Noté sus expresiónes de satisfacción y deseo al ver cómo jugaba con mi miembro que estaba durísimo, lleno de leche, a punto de explotar.
No quitaban la vista de encima ni un segundo, los dos estaban sin hablar.
Mientras con una mano me masturbaba y con la otra me tocaba mi peludo cuerpo.
Luego de unos minutos, me vine a chorros, regando por todos lados mi espeso semen.
La sensación de placer fue increíble.
Los dos chicos se quedaron con la boca abierta; no podían creer lo que habían visto.
Luego cerré la ventana inmediatamente y vi el video en mi celular, lo cuál me prendió de nuevo.
A pesar de que ha sido la única ocasión en que he hecho eso, cada ves que veo el video y lo recuerdo me calienta de una manera incontrolable.
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