Exhibiéndome en la calle por la noche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por daniela13san.
Hola, este será el primer relato que publico, espero que les guste
Muchos de ustedes ya me conocen y saben que soy una chica que me gusta mucho el morbo y el exhibicionismo
Primero comenzaré por describirme; tengo quince años, mido 1.
60, cabello largo color negro, ojos cafés, tetas medianas y un culito muy respingón, es lo que más me gusta de mi, es por eso que me gusta resaltarlo para llamar más la atención, ya sea por ejemplo usando leggings muy pegaditos y debajo una tanguita para que se marque y resalte más mi culito, me encanta como se me quedan viendo cuando voy caminando, ver cómo me quieren desnudar solo con la mirada, eso es muy excitante.
Pero lo que a continuación les voy a contar me acaba de suceder a penas el día de ayer, fue muy excitante y placentero para mí, por eso se los quiero contar a ustedes
Todo comenzó como un día normal, me levanté temprano para ir a la escuela, cosa que odio mucho pero lo tengo que hacer; me bañé, me vestí, me puse mis calcetas, mi blusa, la falda, en fin, es el típico uniforme de niña de secundaria, y debajo de mi falda me puse una tanguita color rosita muy pequeñita, ya que me encanta sentir cómo se me mete a mi culito y como lo realza.
Bueno salí de mi casa y me fui a la parada del autobús, tardó un poco en llegar y como es casi de costumbre, el autobús venía demasiado lleno, pero como ya era tarde lo tuve que abordar, entre empujones por el movimiento del autobús y todo eso, llegue a la parte media del mismo y estuve enfrente de un señor de muy buen ver, se me empezó a arrimar y comenzó a deslizar su mano sobre mi espalda hasta llegar a mi culito, se detuvo un instante para ver mi reacción pero como no le dije nada, solo bajé mi mano junto con la suya para darle mi permiso de que continuará bajando y sobarme, yo ya comenzaba a excitarme y mojarme un poco, él bajo más su mano y comenzó a tocarme mi coñito por encima de mi tanguita, en ese momento me dio un escalofrío y fue algo que me excitaba mucho por el hecho de que había gente a nuestro lado pero parecía no importar lo que hacía con ese desconocido, lamentablemente ya me tenía que bajar, pero por último le di un beso en su boca y me bajé
Llegué a la escuela toda cachonda y un poco mojada, lo único que quería hacer era ir a masturbarme y sacar toda esa excitacion que tenía, a veces voy al baño y me empiezo a tocar pero la mayoría de las veces me acompañan mis amigas y pues obviamente no puedo, así que me sentí un poco frustrada por no poder hacerlo, estuve todo el día, en todas las clases pensando en el momento que había tenido con aquel señor, en la mañana, ya lo único que quería era que terminaran las clases e irme a mi casa a desahogarme
Por fin terminaron las clases, estaba dispuesta a irme a mi casa a bajarme la calentura que se apoderó de mí en todo el día, el trayecto a mi casa fue de lo más normal sin ninguna novedad como en la mañana
Llegue a mi casa, y como no había nadie, me empecé a desnudar desde que entré, quedándome solo en ropa interior, me dirigí a mi cuarto y saque un un cepillo para el cabello con un mango grueso, que lo utilizo para introducirmelo a falta de un consolador, me tumbé en mi cama y empecé a tocarme por encima de mi tanguita que ya estaba un poco mojadita, me sobaba mi coñito pensando en aquel hombre de la mañana, me estaba excitando más, me quite mi tanguita y comencé a introducirme el cepillo de cabello, lo introducía muy rápido mientras que con mi otra mano frotaba mi clitoris, mmmm que rico, estaba que no podía más y tuve un delicioso orgasmo acompañado de un grito de placer
Me quedé un rato acostada, pero seguía estando excitada, así que me quede totalmente desnuda, y me paseaba así por mi casa, pasaba delante de las ventanas para que algún vecino me viera y se excitara de verme.
Así pasó toda la tarde hasta que llegaron mis padres y ya no pude hacer mucho más, eso me molestaba un poco pero fui ideando cosas que haría más tarde
Llegó la noche, eran como las 11 y ya todos en mi casa dormían, pero yo había ideado el salir de mi casa a exhibirme como antes lo había hecho, pero antes tenía que esperar más tiempo y preparar la ropa que usaría para verme más provocativa.
Pasaron las horas y yo ya tenía lista mi ropa que usaría; decidí ponerme una faldita muy corta de mezclilla que apenas cubre mi culito, me puse una blusa rosa de tirantes muy escotada que hacía que se me vieran mucho mis tetas, y debajo me puse un bra y la tanguita rosita que me había puesto desde la mañana, ya estaba lista y dispuesta para salir, solo debía esperar un poco más, que se hiciera más de noche
Eran la 1:30 am y decidí que era el momento perfecto para salir, así que me aseguré de que mis padres estuvieran totalmente dormidos, así era, baje las escaleras y me dirigí hacia la puerta y sin hacer mucho ruido la abrí y me salí, estaba nerviosa pero muy excitada, salí y comencé a caminar, dirigiéndome hacia un parque, mientras lo hacía iba sintiendo el aire recorrer mis piernas y metiendose hasta mi coñito, eso me estremecía y me daba mucho morbo, también en lo que llegaba al parque, unos carros pasaban y me tocaban el cláxon, pero ninguno se detuvo, cada vez me excitaba más y más
Por fin pude llegar al parque, caminé un poco más y busqué un lugar para masturbarme ya que no aguantaba más y me producía mucho morbo de que alguien pudiera pasar y verme
Encontré el lugar, pero antes de comenzar a tocarme, empecé a quitarme la ropa, me quité primero la blusa y luego mi faldita, quedando solo en ropa interior, así estuve un rato, pasaba gente pero a lo lejos, pero igual me excitaba la idea de que pudieran verme, empecé a excitarme más y comencé a tocarme mi coñito de nuevo por encima de mi tanguita, pero estaba parada, abrí un poco mis piernas y seguí tocándome mi coñito, era realmente una escena muy morbosa, así seguí hasta que se me ocurrió una idea, como pasaba gente, pensé que alguna si pasaría por donde yo estaba, así que decidí quitarme mi tanguita y dejarla en el suelo, para que cuando alguien pasara la viera y la tomará, así lo hice, me quite mi tanguita y la deje en el suelo, mientras yo me escondía detrás de un arbusto, tardó un poco en pasar alguien, pero por fin sucedió, era un chico de unos 25 años, camino hacia dónde estaba yo, obviamente no me habla visto, siguió caminando, hasta que llegó a donde estaba mi tanguita, se detuvo, la miro y la tomó, yo estaba muy excitada y con el coñito muy mojado, estaba incada y viendo cada movimiento que hacía aquel joven, tomó mi tanguita, y notó que estaba mojada y probablemente un poco caliente porque no tenía mucho tiempo de habérmela quitado; para entonces yo ya me había quitado mi bra, estaba totalmente desnuda a pocos cm del chavo, ya me estaba tocando por lo excitada que estaba y metiéndome dos deditos en mi coñito, lo estaba gozando; seguí observando y vi que miro hacia todos lados, como no había nadie, empezó a desabrocharse su pantalón y sacar su verga, realmente se veía muy grande y muy antojable, se la empezó a jalar mientras tenía mi tanguita en su mano, la olía y la lamia, uffff esa escena me ponía a mil, ya me estaba masturbando como loca tratando de no hacer ningún ruido, el tipo se llevó mi tanguita a su boca y se la empezó jalar más rápido, yo me tocaba a su ritmo hasta que tuvimos un orgasmo los dos juntos, a él le salió mucho semen, y a mi me salió mucho juguito que me lo lleve a la boca y seguía masturbandome para terminar mi orgasmo; se veía rico ese abundante semen mmmm
Se quedó parado un rato y después se acomodó y se fue, obviamente con mi tanguita, después yo salí de mi escondite y fui hacia dónde el tipo había dejado su semen, me agaché y tomé un poco con mis dedos y lo comencé a pasar por mi coñito, que rico se sentía, comencé a masturbarme de nuevo pero esta vez a la visibilidad de quien pudiera pasar por ahí, me tumbé en el suelo y me di placer nuevamente, jugando con mi clitoris y mis pezones que están muy duritos, no me importaba quién pudiera verme o escucharme, solo gemia, gemia y disfrutaba el momento, tuve otro orgasmo pero no tan intenso como el anterior, después comencé a vestirme, me puse mi bra, mi faldita y mi blusa, ya no tenía tanguita y esa idea me excitaba más, ahora el aire estaba directo con mi coñito, se sentía muy rico, caminé despacio hacia mi casa, pero ya casi no pasaba nadie, llegue y me fui a mi cuarto, y pensé en lo que había hecho, me calenté otra vez y comencé a dedearme antes de dormir
Y así fue como pase una de las mejores noches en mi calentura de exhibicionismo y es algo que volveré a repetir sin duda alguna
Espero que les haya gustado mi primer relato, déjenme sus comentarios y díganme que les pareció o si han hecho algo parecido ya sean hombres o mujeres.
Saludos, besos!
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