Exihbo a mi joven amiga en una parque publico.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adriano17.
Segunda parte…….
Continuamos con el relato de Lidia en el parque.
El lugar no era el apropiado para desvirginar a Lidia, como íbamos regresar al club con todo el pastizo, me la imaginé chorreando sangre por las piernas, obviamente sus padres se darían cuenta, pensé darle por el culo, me paso todo por la cabeza y decidí por la mamada.
Se sentó en el banco yo me coloque de pie frente de ella, y se la coloque en la boca, ni puta idea. no sabía mamarla, ahora en la posición que nos encontrábamos, los mirones tendrían que usar la imaginación el banco cubría la visión, de todas formas tres de los más osados aprovechando que la niña estaban de espaldas se aventuraron salir del escondite y acercarse a nosotros, yo les indico que se acerquen mas, lo hacen tímidamente.
La inexperta Lidia con mi polla en la boca practicando como se hace una felación con los ojos cerrados, los abre de vez en cuando para mirarme a la cara, yo miro a mis tres cómplices con los cipotes en la mano pajeandose, son de aspecto desagradable, uno, más o menos normal mantenía una ligera cogerá, otro era obvio que lo hicieron de prisa, un retaco flaquito con el pelo largo y grasiento, el tercero hombre mayor gordo y calvo, a excepto el cojo los otros dos vestían pesimamente
Lidia se atraganta al entrar mi esperma en su boca, la agarro por la cabeza y le descargo toda, ella escupe y tose haciendo vibrar sus tetas.
Lidia se limpia a las bragas la esperma de los labios, es el momento en que se aparcata de la presencia de los tres extraños, se asusta, trata de taparse las tetas y se agarra a mí, la tranquilizo diciéndole “Lidia, deja que te toquen un poco mientras se masturban y no pasara nada” ella asistió con la cabeza y ellos comprendieron mi intención, las manos de los tres comenzaron a recorrer el cuerpo de la joven, otros mirones se acercaron para disfrutar del momento, rodean el banco masturbándose pero manteniendo una prudente distancia.
El viejo gordo se encapricho de las tetas colocado detrás del banco a espaldas de mi joven amiga le está dando una sobada de campeonato, se las estruja hasta el punto de hacerla chillar de dolor, los otros dos están sentados a los laterales de la joven, cada uno ha colocado una pierna de la chica sobre su piernas, está totalmente abierta, entre los dos comparten los muslos y el coño, ella trata de contener los sollozos, los dedos entran en el coño como San Pedro por su casa, ocasionalmente se queja de dolor, ella me mira asustada. Mientras esto sucede algunos de los mirones que miran a la distancia gozando del show van eyaculando y se retiran
La desnudan totalmente y la obligan ponerse de rodillas sobre el banco con las tetas sobre al respaldo, ella se teme de que va a ser penetrada y comienza a llorar desconsolada, doblada como una perra, el gordo tiene la boca de Tere a la altura de su ridícula poya, trata de introducírsela ella la rechaza, yo le sugiero que se la chupe “para evitar problemas”, Lidia asustada deja que se la meta en la boca pero no reacciona, no se anima a mamarla, seguro que tiene que saber a perro, el gordo la agarra por la cabeza se la empuja y separa contra él fallándola por la boca, luego de un rato agarrándola fuertemente por la melena aprieta la cabeza contra él le introduce toda la poya en la garganta, una enorme corrida le corre a la joven de la boca a las tetas, la corrida es colosal solo saca su poya de la boca cuando la joven empieza a toser, le entra nauseas y vomita.
Mientras Lidia echa por la boca la cena de esa noche con la leche del gordo, el flaco grasiento con una mano metida entre las piernas con un par de dedos en el coño la esta masturbando al tiempo que recorre con su pene la raja del hermoso culo, se corre como un conejo, por unos minutos se queda eyaculando y pintando entre las nalgas, usando el pene de brocha y la leche de pintura, ella al sentir la caliente esperma deslizarse entre sus nalgas apresuradamente se protege con una mano la entrada del coño para evitar que ni una gota le penetre, tiene el coño bien abierto y lubricado, corría el riesgo de quedar embarazada, el cojo se acerca y descarga su leche sobre el blanco culo de mi amiga, los dos que se masturban a distancia hacen su descarga en el suelo.
Alguien ofreció alguna especie de manta para que la chica se limpiase lo mejor posible, las bragas habían desaparecido.
Entramos por la puerta de servicio del club y en la habitación destinada para los músicos se terminó de asear se perfumó para sacar el olor a queso rancio de su cuerpo. Había terminado sin bragas, con las tetas moradas y el coño escocido.
Seguimos viéndonos como buenos amigos sin hablar de la aventura.
Transcurrieron dos meses cuando en la tranquilidad de mi casa aprovechando la ausencia de mis padres le saque el virgo, si hubo sangre pero nada del otro mundo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!