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Voyeur / Exhibicionismo

Experiencias de una sesión de fotos a mi esposa 2: visitando al medico

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lenceriaydesnudez.
Experiencias de una sesión de fotos a mi esposa 2

Hola a tod@s:

Si nos recuerdan, somos una pareja de Toluca, en el Estado de México que ha decidido hacer una sesión de fotos. Lo interesante es que hemos invitado por medio de Internet a que participen parejas, hombres y mujeres. El primer relato de estas experiencias lo encuentran en esta pagina y en algunas otras de la red.

Esta historia se concentra en lo que pasa cuando le digo a Tina mi esposa que se vista para la ocasión, ya que tenemos una cita con un participante (al que obviamente ya conocemos por fotos).

Tina es muy concienzuda en su higiene. Se baña y se viste muy sexy si la cita se hace en un lugar propicio (bar) o se viste normal si es algo más informal como un café. De cualquier manera trata de verse atractiva.

Uno de los participantes que nos contacto es un Medico (y se puede decir que es un hombre maduro, ya que tiene +45 años)

Para nosotros, la edad es mental. Claro que una buena apariencia cuenta mucho.

Cuando tuvimos la primera entrevista con él, nos pareció un hombre abierto, que sabe lo que quiere, con buenos modales y una charla interesante. De una hora y media que teníamos previsto estar con el, se extendió a 4 horas.

Tina le comentó a José que su intención era bajar unos cuantos kilos para la sesión de fotos. José, como Medico, le aconsejo unas capsulas (sibutramina).

Decidimos pues, aceptar su oferta (muy generosa, por cierto) quedando de pasar por ellas a su consultorio. Tina no iba vestida sexy, mas bien diría normal.

Para mí, como esposo, es una experiencia que me es de mucha utilidad:

Observar el comportamiento de un hombre que quiere llevarse a la cama a mi mujer.

¡oh, si! Ya sabemos que es solo una sesión de fotos. Pero un hombre es un hombre. Y los hombres somos seres con una sola neurona en el cerebro que nos dice: sexo

Así que si bien las reglas son que solo se trata de una sesión de fotos, José no iba a desperdiciar la oportunidad de tocarla, poniendo ¡claro que si! su profesión como medio.

Cuando llegamos a su consultorio eche una ojeada a todo lo que había ahí. José trabaja para una institución pública, y ya era hora de salida. Casi no había personal. José le pide a Tina se descalce para pesarla. Ella se quita las botas que llevaba y se sube a la báscula. El le pide que se quite la chamarra de piel y Tina obedece. Después pasa una cinta por su cintura y después por sus caderas.

Yo solo observo sentado en la silla que él usa para sus pacientes. Veo como trata de tocar un poco, pero no lo hace. Después va a su escritorio y saca una cámara fotográfica. Tina se oculta de ella. El insiste. Tina no se deja.

El desea una foto de Tina, pero ella no lo quiere así. Algo tan simple como una foto requiere de su permiso. El no lo entiende. La calentura le esta ganando.

En un momento de lucidez se da cuenta de que esta presionando y puede perder todo. Nos da un argumento acerca de lo bien que le sentaría mirar la foto de Tina en su consultorio. Le aclaramos que la sesión de fotos será cuando Tina lo considere conveniente y ese no es el momento, ni el trato.

Únicamente vamos por el medicamento.

Se ha aventurado a empezar el juego de la seducción y la primera partida la pierde.

Únicamente le queda situarse en el rol de Medico y le da a Tina las pastillas y las instrucciones. También le obsequia unas pantimedias de red, las que tienen abertura en las pompas y en el pubis.

Salimos de ahí. Tina habla de la conducta de José. Se da cuenta de que los hombres, todos, somos unos calenturientos y solo queremos sexo.

Al otro día le envió un mail a José y le explico nuevamente las reglas del juego. Esta vez, soy mas explicito. El me contesta con una disculpa.

Tina hace su tratamiento por cuatro semanas. En este tiempo no tenemos contacto con José, pero si asistimos a otras citas con otros posibles participantes.

Tina me dice que desea que la depile totalmente. Así que me armo con la maquina de corte y unas navajas de afeitar.

No se ustedes, -comentario para los hombres- pero en mi caso, cuando me aseo mi pene y lo hago con el jabón de baño, éste me irrita. Siento el glande muy limpio, pero reseco. Así que opte por comprar jabón liquido neutro.

¡Que bendita diferencia! Hasta ganas me dan de sacarlo a pasear para que lo vean! Limpio y sin resequedad.

Asi que tomo el jabon neutro para Tina.

Comienzo con la maquina. Los vellos pubicos son un poco más gruesos que el cabello. Así que con mucho cuidado voy recortándolos hasta dejarlos al ras de la piel. Esto me lleva media hora. No deseo incomodar a Tina. Después aplico suficiente jabón líquido neutro y lo esparzo por el pubis. Con la navaja de afeitar recorro centímetro a centímetro este, así como sus labios mayores, bordeándolos, con mucho cuidado.

Reviso todo y ya esta. Se encuentra totalmente depilada. Me gusta como luce. Va al baño y nuevamente se asea.

Le pido que se vista un poco coqueta. Tenemos dos citas ese día.

Una de ellas es un hombre al que hemos conocido hace tiempo con su pareja, pero que sé que le encanta ver a Tina.

Le he llamado antes y le pedí vernos afuera del consultorio de José. Acepta.

La otra es José.

Pienso que seguramente éste la va a medir con una cinta métrica. Es hora de saber si el tratamiento funcionó.

Tina me dice y se queja de que le duele su estomago y tiene inflamación.

Tina piensa llevarse un pantalón holgado y una blusa.

Pero yo tengo otros planes. Conozco a mi esposa y se que no va a desperdiciar la ocasión para hacerle otra consulta acerca de su estomago.

Le pido que ya que José tuvo la gentileza de regalarle unas pantimedias, las use y las luzca.

Le paso el paquete y las desenvuelve. Le ajustan bien.

Se coloca unas zapatillas de tacón alto y se da vuelta. Las pantimedias negras hacen que sus nalgas se vean más redondas. Por el frente se le ve enteramente su pubis, rasurado. Se ve preciosa.

Se prueba varias tangas.

Por la abertura de la pantimedia, la estética nos dicta que es mejor que no lleve tanga.

Se prueba varios sostenes y al final decide no llevar.

Le pido que se lleve un vestido de una sola pieza color blanco.

Ella se lo coloca y como es ajustado, se le trasparentan las medias en color negro.

Yo creo que hay lugares y momentos para todo. Y el que Tina salga así de nuestra casa no es lo aconsejable. Los vecinos pueden estar casualmente mirando. Le doy una gabardina que la hace verse elegante y normal.

Llegamos a los consultorios. Preguntamos por José pero este se encuentra en Junta y tendremos que esperarlo.

Mientras, un policía ha pasado dos veces. Tina se ha abierto la gabardina y el vestido se le sube, como si llevara minifalda. El policía disimuladamente la mira. (Méndigos Policías, si así fueran para cuidar al ciudadano común)

Al cabo de 10 minutos vuelve a pasar, esta vez, con un compañero. Yo, me volteo disimuladamente, para que la observen a su antojo.

Le pido a Tina que suba el vestido aun más, llegando casi al pubis, para que la próxima vez que los Guardianes del orden pasen, tengan una mejor vista.

Esta vez, pasa un Medico, ya maduro. Respetuosamente agacha la mirada y de reojo mira las piernas de Tina (y con un poco de suerte hasta le vio algo mas)

Llega nuestro primer amigo, al que había citado con anterioridad y se queda sorprendido de lo breve de la vestimenta. Tina lo tranquiliza haciéndole plática y coqueteándole un poco. No hay hombre en esta tierra que se resista a unas piernas con una falda breve. El se disculpa y sale un momento a checar su auto (las gruas…)

José se desocupa de sus múltiples actividades y nos invita a pasar a su consultorio.

Esta vez se sitúa en un plan profesional. Me imagino que el mail lo ubicó.

Le pide a Tina se suba a la bascula. Tina accede. El le pide que se quite la gabardina, ya que son unos gramos de más.

Tina no quiere, pero le pido lo haga. Se da a desear, le encanta saberse deseada.

Tina se quita la gabardina y José la mira.

Caballerosamente la ayuda a subir a la bascula y comprobamos que ha perdido 4 kilos.

Me retiro a mi silla a, nuevamente, observar como José se desenvuelve.

Miro a Tina. El vestido es muy ajustado y se le nota la pantimedia claramente. El vestido blanco es demasiado delgado. Se ve con un trasero rico. Desde mi lugar puedo apreciar que tambien se le nota que no lleva ropa interior.

¡se ve putisima!

Me quedo pensando en mi amigo, su auto y las gruas…¡si viera lo que que estoy viendo! Y todo el show era en parte para él.

José la alaba por la perdida de peso. Ahora se sitúa en los 59 kilos.

José se encamina a su escritorio. Parece que aprendió la lección de no presionar. O quería un mejor ángulo de visión….

Tina le menciona que esa tarde lleva las medias que le obsequio. Para un hombre tan vivido como él, seguramente fue lo primero que noto.

Pero yo se que esta esperando la oportunidad de verla y si se puede, tocarla. (así somos todos los hombres)

Tina comete un error. Le dice que han aparecido malestares y esta un poco inflamada del estomago.

Para José, eso es suficiente. Le toca jugar.

-Tina, por favor, recuéstate en la camilla baja. (existen dos en el consultorio, una alta y otra, baja) Y por favor, descúbrete la barriguita -Le pide José.

Ella va a la camilla. Se recuesta mientras nuestro querido medico va por el estetoscopio. Le pide descubrirse la barriguita nuevamente.

Tina esta en un atolladero.

Si hubiera llevado falda y blusa, bastaría con quitarse la blusa o abrirla de enfrente.

¡Pero lleva vestido completo!

Y para seguir, no lleva tanga, ya que las pantimedias no se lo permitieron.

Sabe que si se levanta el vestido, José le verá directamente el pubis afeitado.

Y éste, en tono condescendiente, le dice: anda, no tengas pena, aquí he visto miles de mujeres.

Tina me mira.

Mira José, le digo:

Tina no desea que la veas puesto que no lleva tanga. Las pantimedias que le regalaste no permiten tanga. Son para llevarse así.

Su rostro se le ilumina. Creo a entendido lo que sienten los niños cuando él les da una paleta.

Aquí es la culminación de la preparación del vestido. Si hubiera dejado a Tina elegir el vestuario, seguramente hubiera elegido una falda con blusa. Pero elegí el vestido precisamente para este momento.

Quería que Tina no tuviera opción y José la viera. Tengo que confesar que me agrada y me da mucho morbo el que vean a mi esposa en lencería o desnuda.

Me disculpo un momento y salgo del consultorio. Veo con decepción que nuestro primer amigo no ha regresado aún.

Deseaba dos espectadores para que disfrutaran de la desnudez de mi pareja. Será para otra ocasión.

Regreso al consultorio. Tina -le digo- por favor, deja que José te levante el vestido. Es para que te valore.

Tina se queda quieta y dice que esta bien.

José, ahora si, con autorización, levanta el vestido de Tina lentamente.

Como telón subiendo, se descubren los muslos de mi esposa, y aparecen los bordes inferiores de las pantimedias.

En medio, su pubis, impecablemente depilado.

José se queda absorto, mirándolo por unos segundos, sin tocarlo. Solo lo mira y dice: ¡que hermoso! ¡que hermoso!

Pienso si resistirá el no tocarle el pubis o bien abalanzarse y tratar de hacerle un oral.

Resiste. Resiste.

Palpa la barriguita de Tina y coloca su estetoscopio. Lo recorre varias veces sobre la piel desnuda de tina.

El vestido es tan delgado que bien pudo poner el estetoscopio arriba, sin José lo subiera. Pero cuando un hombre es cauto, inteligente y respetuoso, lo menos que puede hacer uno, como esposo, es darle a él, TODAS las facilidades para que todos salgamos ganando en una fantasía.

Jugó bien.

Yo le prepare el terreno y el lo aprovecho. Tina juega el papel de niña inocente. ( y TODOS le creemos)

Busco la forma de que Tina se volteé para que José aprecie sus nalgas. Tina tiene unas nalgas bellísimas. Ella se levanta y se ajusta el vestido. NO me da oportunidad de llevar a cabo mi plan.

Jose esta a la expectativa. No regresa a su escritorio, se queda parado. Tina se recarga en la camilla alta . Aprovecho para decirle a Jose que si bien ya bajo de peso, es necesario que baje un poco de las caderas.

Tina me mira. Me agacho y le levanto nuevamente el vestido hasta la cintura. Después le pido que recueste su pecho sobre la camilla alta de modo que su redondo culo se levanta aun mas y queda a nuestra vista.

Mi erección es inmediata. Trato de caminar para tener otra perspectiva de las nalgas de mi mujer, pero siento que la erección es muy visible y me apeno.

No se como estará José, pero yo estoy excitado. Hemos tratado ambos de verla.

No es lo mismo que la vea yo solo en casa. A Tina la conozco totalmente. De los pies a la cabeza. Se pasea en la casa desnuda y me agrada verla, pero no me excita como ahora.

Esta sensación es diferente. Comparto las miradas de lujuria con un desconocido. Jose no es amigo ni conocido. Es un desconocido participando en un proyecto.

He levantado el vestido y se aprecian las nalgas de mi esposa un poco abiertas, desafiantes, con un vestido enrollado en su cintura y sin tanga, como esperando una verga que la penetre.

Mueve sus nalgas de un lado a otro.

Jose se agacha para ver la intimidad de mi mujer. Yo hago lo mismo y veo sus labios abiertos….esperando……..

Me acomodo el pene erecto sobre el pantalón, tratando de ser discreto. José va a su escritorio muy despacio.

-Tina, tu trasero esta perfecto, de ahí no necesitas bajar.

Tina se levanta y vuelve a bajarse el vestido.

Miro a José. Ha pasado una prueba muy dura. Se a mantenido bajo control. Ha respetado a Tina.

Ha jugado, si, pero como piezas de ajedrez, sabemos que los movimientos son todos parte del juego.

Salimos de su consultorio. Vamos a un bar a comer un poco y tomar otro tanto. Tina conserva su gabardina, pero cuando va al baño, se le nota que no lleva mas que las medias y el vestido.

Por supuesto que todos los hombres se le quedan viendo.

A mi no me molesta, al contrario. Me agrada.

Miro a José y pienso si esta un poco celoso de que Tina se exponga asi para otros hombres.

Pienso si él comprende realmente lo que es ser un esposo libre de celos, con una mujer que es excepcional en la cama y seria un pecado que solo yo la tuviera.

Y hablamos de eso.

Creo que Tina y a mi nos encanta conocer gente. Mucha.

Y los escuchamos.

Esta es la mejor forma de deslizarse por el tablero de ajedrez.

Salimos de ahí. Tina nos lleva a ambos del brazo. Es una sensación unica. Miro a Tina y se ve feliz. Se que me ama y yo tambien. Y estos juegos nos gustan.

Jose se despide a traves del cristal del auto, mientras le levanto a Tina el vestido para que por esa noche, José vea su regalo en las piernas de mi esposa y su pubis….depilado.

……………………………………

En la semana hemos conocido a una pareja. El labora en el ramo de la construccion y tiene a su cargo un grupo de trabajadores.

Tina tendra a su disposición a varios hombres, para que la miren…en lenceria y desnuda. Ya les contaremos……………………………

Acerca de la sibutramina: ciertamente cumple con la función de bajar de peso, pero sí tiene efectos secundarios: Tina tuvo resequedad en la boca, sed intensa, insomnio de moderado a intermedio, irritabilidad, (se enojaba en SERIO!!) y en ocasiones depresión. Nuestra recomendación: NO la tomen

7141 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: amigo, baño, culo, sexo, verga
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