Familia incestuosa en la playa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un chico de 28 años nudista e incestuoso con mi madre. Opino que tanto el nudismo como el sexo en familia enriquece el amor.
Hace unos días decidí madrugar e irme a una playa nudista solitaria por su dificil acceso. Cuando llegué no había nadie, me pasé un par de horas completamente solo. Hasta que llegó una familia (padre, madre e hija). Los padres tendrían unos treinta años y la hija unos ocho. El padre bien atlético y dotado. Aparentemente una jornada de playa normal y corriente hasta que padre e hija empezaron a jugar.
La niña tenía una pequeña pelota hinchable y se la lanzaba al padre. Empecé a darme cuenta que le gustaba tirársela concretamente al pene y escuchaba sus dulces carcajadas. Menuda erección… Descomunal cómo se le puso al padre.
La niña se acercó buscando acurrucarse y empezó a masturbar a su padre. En ese momento yo intentaba no mirar para darles más intimidad. Pero vi la sincera sonrisa de la madre transmitiéndome paz y naturalidad. El tiempo se paró, estaba disfrutando de una familia que se quería. La niña manejaba la mano con mucha destreza y la madre besaba el torso de su marido mientras acariciaba el cabello de su hija.
La niña muy cariñosa besaba en la cara a su padre dándome a mí una perfecta visión de su joven culito. La madre se abrazó a él, apoyando su cabeza en el torso mientras la niña seguía masturbando. Yo ya no disimulaba, pero me limité a mirar pese a la tremenda erección. En ese momento el padre me mira, me quedé algo inquieto, pero su mirada acabó en sonrisa de complicidad.
Pensé que era un hombre bien afortunado de tener una familia que le quiere. Después de un buen rato de masturbación, el padre besa a su hija en la frente, la tumba y eyacula encima de su cuerpecito. Qué excitación verla llena de semen y riendo feliz.
Este relato es demasiado breve para ser tan rico. No me gusta eso.