Fotógrafo de pollas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Guocher.
Soy más bien un tío bisexual. He aportado aquí en SST algún relato en el que he explicado como me inicié en el sexo con chicos y otras cosas. Esta vez os quiero contar las divertidas experiencias que he tenido en mi faceta de fotógrafo de pollas. Una actividad que me proporciona la satisfacción de mirar a la gente, culminando algunas veces en masturbaciones, mamadas o cualquier otro tipo de acto sexual.
Si hay algo que me gusta de las personas de mi propio sexo es: La Polla. Polla, picha, verga, huevo, pilila y no sé cuantos miles de apelativos más con los que nombramos a nuestro querido PENE.
Como algunos sabéis soy fotógrafo. Hace unos cuatro años se me ocurrió la idea de intentar hacer fotos de pollas por lo que ideé poner unos anuncios en algunas páginas de internet en los que me ofrecía para hacer fotos eróticas a todo tipo de personas. Cobrar un poco de pasta me pareció una forma efectiva de filtrar un poco a los simples salidos y pesados que suelen contestar a los anuncios de sexo. Además yo quería de verdad hacer muy buenas fotos a la vez que disfrutar haciéndolas. En poco tiempo logré un buen número de gente interesada en el tema, pero como me imaginaba, la mayoría eran los típicos pesados y gilipollas que no paraban de dar la lata y nunca llegaban a concretar nada hasta que un día me contactó un chico que necesitaba una sesión de fotografía erótica pues se dedicaba a los espectáculos eróticos.
Por fin había encontrado a alguien verdaderamente interesado y además me iba a pagar el precio acordado. Me presenté en el apartamento del chico en el centro de Madrid con todo mi equipo de fotografía e iluminación.
Era un jovencito brasileiro muy guapete, alto con un cuerpo muy bien trabajado y se parecía mucho al jugador portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo. Me ofreció una cerveza y charlamos un rato acerca de las fotos que necesitaba. Se iba a mover por Europa trabajando en espectáculos eróticos y follando tanto a hombres como a mujeres por dinero por lo que necesitaba tener una especie de book para mostrar sus encantos a los posibles clientes interesados en sus servicios.
Preparé la iluminación para las fotos mientras hablábamos hasta que ya con una idea de lo que quería hacer le pedí que se desnudara y fuéramos probando las diversas prendas y ropa interior que íbamos a usar en la sesión. Me quedé totalmente alucinado al ver el pedazo de pollón que el chico calzaba. Sin estar dura ni erecta, le colgaba un tubo de carne de unos veinticinco centímetros, para flipar.
Empecé a tirar las primeras fotos del chico semidesnudo con diferentes camisas y camisetas que se iba cambiando y algunos calzoncillos y tangas. Era increíble las maniobras que tenía que hacer para colocar el enorme pollón cada vez que se cambiaba la ropa interior. Las fotos que yo iba capturando mostraban un cuerpo esplendoroso con un enorme paquete oculto, hasta el momento, por los diferentes calzones que se iba cambiando.
Después de esas primeras fotos yo estaba ya muy caliente, ver aquel pedazo de pene me estaba encantando y él también se estaba excitando bastante pues la polla se le ponía cada vez más dura y erecta. Le dije que ya era el momento de hacer fotos totalmente desnudo y con la polla bien dura. Las luces daban mucho calor, él estaba desnudo pero yo entre el calor y lo calentorro que me estaba poniendo le dije que me quería desnudar también para estar más cómodo. Así lo hice. Estábamos los dos desnudos, el chico se masturbaba para poner su polla en buenas condiciones y yo contemplando el espectáculo que estaba contemplando y ya totalmente desnudo, no pude evitar que mi polla se empalmara como una bestia. Seguimos haciendo fotos un buen rato en diversas posturas, siempre buscando por mi parte los mejores ángulos y la mejor iluminación.
Concentrado en mi trabajo mi pollita se quedó totalmente floja mientras el chaval se masturbaba continuamente al cambiar de posición para mantener su enorme miembro en estado perfecto para las fotos. Tras una buena sesión en la que tiramos varias decenas de fotos decidimos parar un rato para descansar, abrimos unas cervezas y nos sentamos en el sofá. Yo la tenia muy floja pero él mantenía una buena erección de la que no podía apartar mi vista. Mientras charlábamos el chico se tocaba muy a menudo su polla tratando siempre de mantenerla bien dura y yo viendo esa maravilla me estaba poniendo súper cachondo y al poco tiempo ya me estaba empalmado otra vez. Entre risas y cachondeo le dije que tenía una polla estupenda y enorme, la mía era verdaderamente ridícula al lado de la suya. ¿Quieres tocarla?, me dijo. Sí, me encantaría.
¡Qué maravilla! , tocar ese pene enorme era un inmenso placer, pasé un rato buenísimo masturbando, subiendo y bajando mi maño agarrada suavemente por todo el recorrido que me proporcionaba ese precioso palo. En un momento dado le pajeé a dos manos y aún sobraban muchos centímetros para poder recorrer.
Yo estaba ya muy excitado y pensé que me iba a correr en cualquier momento solo con el calentón que me estaba pillando. Él parecía divertido con mis maniobras pero no daba síntomas de querer ir a más hasta que le pregunté si podía chupársela. Sí, me dijo, pero mejor hacemos algunas tomas más y luego acabamos. Ahí me pilló el chaval al recordar el motivo por el que estábamos allí. La sesión de fotos. Para terminar la sesión hice varios planos cortos de polla y culo pero ahora con la confianza adquirida era yo el que mantenía su erección con mis tocamientos y se la colocaba en las poses más adecuadas.
Mientras hacíamos esas últimas fotos yo me iba excitando cada vez más hasta que sin ni siquiera tocarme me vino un orgasmo brutal cuya eyaculación consiguiente manchó de semen el sofá sobre el que estábamos. El chico se quedo alucinado al ver que me había corrido de esa manera tan rara, sin tocamientos ni pajeos ni nada, sólo con la excitación extrema a la que había llegado mientras hacía fotos. Dimos por finalizada la sesión. Yo me sentía un poco ridículo por haberme corrido de esa manera, me vestí y me dispuse a pasar las fotos al ordenador del chaval. Él se quedó bastante desconcertado con lo que había pasado pero muy amablemente mientras yo estaba sentado ante el PC pasando las fotos me ofreció otra cerveza e hizo varios comentarios elogiosos hacia las fotos que había hecho. Él permanecía de pie junto a mi, con su polla semifláccida a la altura de mi cara, cuando me dijo que si ya no quería chupársela. Claro que sí, contesté e inmediatamente le cogí la polla con mis manos, empecé a acariciarla suavemente hasta que se volvió a poner dura como una roca, besé y lamí el glande húmedo de ese liquidillo viscoso y transparente que desprendía un olor tan penetrante, al rato, me comí esa deliciosa polla introduciéndola hasta mi garganta a la vez que paseaba mi mano por todo el trozo que quedaba fuera de mi boca.
Creo que solo llevaba un par de minutos comiendo una de las mejores pollas que he mamado en vida cuando sin previo aviso ni señal alguna noto que mi boca se está inundando de semen caliente, sin tragar, dejo que la lefa vaya escurriendo entre los movimientos de mi lengua y las embestidas del glande eyaculando chorros y chorros de semen espeso.
Desde que puse el anuncio ofreciendo mis servicios de fotografía erótica he tenido varias experiencias que es posible que os puedan interesar a algunos de vosotros por lo que he decidido que las voy a contar aquí.
He de decir que lo que os he contado y os voy a contar en el futuro, es rigurosamente cierto (tengo los archivos con todas las pollas que he fotografiado). Lo que acabáis de leer fue la primera vez que logré finalizar una sesión completa cobrando el precio previamente estipulado, además yo me corrí de forma espontánea y se la mamé y pajeé al cliente hasta que se corrió en mi boca. En las siguientes experiencias que tuve me pasaron cosas bastante diferentes. Entre otras cosas nunca he vuelto a cobrar un precio adecuado por hacer esto. La gente que me contactaba interesada en los anuncios no deseaba pagar por una sesión profesional de fotografía, solo estaban interesados en el morbo y la gran mayoría es gente bastante enferma obsesionada con una sexualidad insana. Afortunadamente también hay muchas personas que sí saben disfrutar del sexo en sus variantes más morbosas sin llegar a esos aspectos tan enfermizos por lo que fue un placer contactar con varias personas con las que llegué a tener buenos momentos de morbo exhibicionista sin interés económico pero con mucho placer y satisfacción.
En próximas entregas contaré todas y cada una de las sesiones que he tenido explicando como fueron los detalles de cada sesión. Algunos de mis clientes me pidieron que les pasara las fotos a su ordenador o se las copiara en un CD, otros no querían saber nada de las fotos, simplemente se conformaban con la paja que se hicieron o yo les hice. Muy pocos me pidieron que borrara todas las fotos para que no quedara ningún rastro. Cosa que por supuesto hice inmediatamente por lo que no tengo ninguno de esos archivos pero si tengo las de todos los demás. De entre los que me permitieron guardar sus fotos varios me dieron permiso para hacer con ellas lo que quisiera siempre que no se les pudiera identificar por lo que es posible que publique alguna en mi perfil de sst o haga algún tipo de intercambio con quien esté verdaderamente interesado.
Guocher
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!