La amiga de mi novia nos visitó en la playa nudista (2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi primera impresión fué la de avergonzarme, (que es lo que Ana quería) pero pasados unos segundos pensé "¿Que coño?" y me introduje en la insustancial conversación, superando la vergüenza y mostrándome completamente a las señoras en pelotas y medio empalmado.
En ese momento, ellas (las señoras) flaquearon, al ver como impúdicamente yo me mostraba, y dejaba ver sin remilgos mis atributos. De repente, la situación cambió, y ahora eran ellas las que no se encontraban cómodas al ver que yo no tenía pudor alguno en enseñarme según estaba y según estaba
significaba con el rabo medio empalmado y en aumento.
Ahora sentía que era yo quien tenía las riendas de la situación, y eso se traducía en que mi polla iba cada vez a mas.
Era la primera vez desde que había aparecido Ana en escena, que no me hubiese importado empalmarme del todo. ¿Total?, ya estaba todo hecho. Las señoras me habían visto en pelotas y medio empalmado, Ana me había calentado y había terminado haciéndome un pajote de antología con el consentimiento de
mi novia ¿que mas me daba ya, que dos cincuentonas me viesen empalmado otra vez? es mas, me gustaba.
Al final, yo no llegué a empalmarme del todo, y las señoras siguieron su camino.
Yo anduve con Ana hasta las toallas donde estaba mi novia, y fué como si pasara un punto de inflexión en el que ya no me importaba que Ana me viese en pelotas, había pasado esa primera vergüenza tras la corrida y ahora incluso era yo el que provocaba mostrarme bien de frente ante Ana.
Por su parte, Ana tampoco se vino abajo y ni disimulaba, ni mostraba vergüenza alguna por mirarme. Al fin y al cabo, acababa de pajearme hasta que me corrí, y sería absurdo que ahora se hiciera la estrecha.
Finalmente Paula rompió el hielo y dijo: ¿Que? ¿Que tal?
Ana: Pues una pasada, me ha encantado. Me he divertido mucho.
Estarás contenta con ese pedazo de bicho que tiene tu novio entre las piernas.ja, ja.
Paula: Hombre, pues la verdad es que no tengo de que quejarme para nada.
Ana: No, si ya, ya. Como para quejarte ¿no te jode?
Si con la mano es una pasada, cuando lo tengas dentro tienes que fliparlo. ja,ja.
Paula: Pues efectivamente, ¡Lo flipo!
Ehhh guarrilla!!! pero follártelo, si que no te voy a dejar, a ver si le vas a gustar tu mas que yo.ja,ja.
Ana: Ya supongo…..
Paula: Pero mira que eres guarra! Anda que si te digo que si…..
Ana: Hombre, la gracieta de la paja me ha molado, pero efectivamente follarme a tu novio ya entra en otro plano.
Yo me mantenía expectante, porque ¿quien sabe? Si mi novia había interferido para que su amiga me la pelara allí mismo, ¿Por que no iba a dejar que me la follara? Total, solo era subir otro escaloncito.
En realidad, lo que ocurría, es que Paula estaba un poco celosa/jodida, por el pajote que me había hecho su amiga, pero como ella misma había sido artífice del hecho, no podía mostrarlo abiertamente.
Así, fue cayendo la tarde, el sol, y llegó la hora de marcharnos.
Recogimos las toallas, y nos pusimos a caminar hacia los coches tal cual cada uno estábamos.
Cuando nos acercamos un poco mas, Paula se puso el bikini y una camiseta, mientras que guardaba las toallas en el cesto de playa.
Entonces yo le dije: "Pásame mi bañador".
Paula: Joder tío! Ahora que lo he guardado todo… Ahora en el coche te lo doy.
Y me hizo caminar en pelotas con ellas dos vestidas hasta los coches. Algo que por otra parte, a mi tampoco me disgustaba del todo.
Al llegar al aparcamiento de tierra, algo de gente había por ahí pululando y yo mantuve la compostura. Es decir: yo totalmente en pelotas, con dos tías en bikini.
Entonces dije a Paula: ¿Bueno que? ¿Me das mi bañador?
Y lo que hizo Paula fue descojonarse y salir corriendo con la bolsa de playa hacia nuestro coche.
Paula: Ja, ja, ja. ¡Que va! Si quieres tu bañador…. en el tendedero de casa está.
Y salió corriendo hacia nuestro coche, arrancó y se piró.
De manera que me encontré totalmente en pelotas en un parking de playa, y con la amiga de mi novia en bikini.
Ana me dijo, "No te preocupes, yo te llevo a casa" "Menuda graciosita que está hecha tu novia" ja, ja.
Yo: No, si no me preocupa, pero ya le vale con sus bromitas.
Y ahora tuve que caminar desnudo al lado de Ana hasta llegar a su coche, que estaba bastante mas lejos.
Aunque el parking no estaba muy lleno, pude notar como algunas chicas se fijaban en mi y se reían. Es curioso, porque ese parking da acceso a una playa que sin ser nudista del todo, mucha gente anda en pelotas por ella (al menos 60 %) y nadie se fija, ni se ríe. Pero sin embargo, si andas desnudo por el parking que da acceso a esa misma playa, si que se que se hacen alusiones a tu desnudo.
Ana, intentaba quitarle hierro al asunto, y me decía: "Tu a tu rollo, que da igual"
Pero fue un verdadero suplicio llegar hasta su coche, sintiéndome el centro de tantas miradas y comentarios.
Por otra parte, se notaba que Ana se sentía como "orgullosa y dominante" por llevarme desnudo a su lado.
Al fin llegamos hasta su coche, y Ana se dirigió hacia la puerta del conductor.
Yo fuí hacia la del copiloto, abrí, y me senté. Ante todo quería dejar de ser el centro de todas las miradas y comentarios de las chicas del parking.
Le pregunté a Ana: ¿Y tu toalla grande?
Ana: Joder que cabrona, se la ha llevado Paula en su cesto. Y mi camiseta no te va a entrar y además es corta.
Yo: ¿y no tienes un pareo, o algo en el coche con lo que taparme un poco?
Ana: Que va tío, lo siento. ¿Como no quieras que te deje mi bikini? ja, ja.
Ana estaba disfrutando de lo lindo con esta situación.
Ana: Pero no te preocupes, que ahora cuando lleguemos, dejo el coche en la parte de la piscina y pasamos rápido por ahí.
Nuestro edificio tenía un parking abierto que daba a la piscina, cerca de una puerta con acceso directo a los ascensores.
Pensamos tambien en ir a alguna tienda y que Ana se bajase a comprarme un bañador, o una toalla… en fin algo para taparme, pero eso implicaba pasar por sitios con mas tráfico y tener yo que esperar,en el coche o sea que casi era peor el remedio y lo desechamos.
Llegamos hasta nuestro edificio y Ana se metió por detrás a un pequeño parking que daba a la piscina y pistas de paddle de nuestro edificio. Tuvimos suerte y encontró sitio muy cerca de la puerta de acceso a los ascensores.
Ana se bajó del coche, y fue a llamar al ascensor, volvió y me dijo que saliera, que ya estaba llegando el ascensor. Afortunadamente, Ana había dejado el bolso de playa que llevaba en el coche, así que lo cogí porque al menos al llevar algo en las manos me sentía menos desnudo.
Nos dirigimos rápido hacia la puerta de entrada, justo en ese momento estaba llegando el ascensor. Se abrió la puerta y la casualidad quiso que en ese preciso
instante una pareja bajara en el ascensor. Nos saludaron, yo intenté ponerme detrás de Ana, y colocar su bolso de playa, cubriéndome como podía.
Entonces Ana (yo creo que a propósito) se giró brusca e inesperadamente, para que quedara expuesto a la vista de la pareja.
Aunque ellos salían hacia la puerta creo que la chica se percató porque cuando estaba entrando en el ascensor miré y la vi, girarse y reirse mientras comentaba
algo a su acompañante.
Al final nos metimos en el ascensor y Ana se empezó a reirse.
Ana: Joder que mala suerte, tenían que bajar justo en este momento.
Yo: Bueno ya da igual.
Yo ya estaba tan tranquilo desnudo ante Ana, pero lo cierto es que me seguía excitando, y me venían a la mente escenas del pajote en la playa.
Por otra parte, ya tampoco me tapaba con el bolso de playa de Ana, porque despues de todo me parecía ridículo, pero me di cuenta de que mi polla iba tomando
forma de nuevo, y Ana tampoco se cortaba en mirarme, y soltar una pícara sonrisilla.
Yo para entonces andaba medio empalmado otra vez, y Ana ya había perdido totalmente la vergüenza.
A ver, la situación era que yo estaba en pelotas delante de una tía que me había hecho una paja hasta correrme con el consentimiento de mi novia, y que al
parecer había disfrutado del momento, así que "normal", que mi erección creciera estando tan cerca de ella en el ascensor.
Ana, intentaba mostrar naturalidad pero era consciente de que el hielo se había roto desde el momento que me pajeó en la playa.
Así que, de repente me dijo: Joder tío, ¿Tu ya estas otra vez preparado, ¿no?
Yo, aunque estaba un poco avergonzado le contesté: "Pues la verdad es que si. No se que me ha pasado"
Ana: Da igual, no pasa nada, es natural, no te preocupes. ja,ja. Además te favorece mucho, estar así. ja,ja, ja.
Entonces Ana, sin cortarse un pelo, se rió y me agarró el falo según estaba y me hizo un par de torpes movimientos de piel arriba y abajo,como de broma.
Naturalmente, mi erección creció, y se notaba que Ana disfrutaba con el momento, pero no había tiempo, pues el ascensor llegaba a la planta donde yo vivía con Paula. Y por otra parte sin Paula presente, eso ya eran como una especie de cuernos.
–CONTINUARA–
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