La fantasía con mi suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Empezaré describiendo a mi suegra, quien a sus 45 años, mantiene un cuerpo muy esbelto, firme, es de poco pecho pero caderas anchas y un trasero grande, redondo y una cinturita que incluso muchas jóvenes envidian, es bajita de estatura por lo cual sus piernas son cortitas pero gruesas, siempre viste muy elegante, de faldas y vestidos, a veces jean y todo le hace lucir un cuerpo sensual, levanta suspiros y piropos en la calle y yo cuando tengo oportunidad, no dejo de admirar ese trasero que por cierto heredó a mi mujer.
En aquella noche de fiesta, estuvieron mis suegros bebiendo demasiado, al punto de perder el conocimiento, mi suegro bajo el efecto del alcohol es muy necio, y solo sus hijas pueden tranquilizarlo, así fue como mi mujer y mi cuñada convencieron a mi suegro de dejar de tomar e irse a su casa, mi mujer llevaría el carro de mi suegro y mi cuñada decidió acompañarlos, yo me iría con mi suegra en su camioneta.
Mi mujer, mi cuñada y mi suegro se adelantaron y yo esperé todavía a mi suegra a que terminara de brindar y se despidiera de sus familiares, yo estaba sentado mirándola y disfrutando de sus movimientos de cadera, empecé a desnudarla con la mirada y a imaginarla en las posiciones que más me gustaban, incluso comencé a tener una erección solo de pensarlo.
Casi una hora tardó mi suegra en decidir qué nos fuéramos y eso porque ya no conseguía mantenerse en pie, así que la ayudé a caminar, la sujetaba de la cintura y ella iba diciendo muchas cosas sinsentido y desvariando entre sueño y borrachera, al subirla a la camioneta, el vestido negro abajo de la rodilla se subió a medio muslo, ella en cuanto cerré la puerta de la camioneta, recargo la cabeza en la ventana y se quedó dormida, antes de arrancar, le puse el cinturón y accidentalmente rocé su pecho y de inmediato me disculpé muy apenado aunque me di cuenta que no reaccionó al roce y mucho menos atendió mis disculpas.
Empecé a manejar hacia su casa.
Durante el camino no podía evitar ver sus piernas y sentía la necesidad de tocarlas, acariciarlas, pero con el temor de que se diera cuenta, poco a poco acercaba mi mano a sus piernas, hasta que posé toda la mano sobre su rodilla y vi que no hubo reacción de ella, mi emoción estaba al máximo y mi ereccion era más que evidente, así que fui subiendo mi mano por su muslo, apretándolo un poco y asegurándome de que no despertara.
Mis dedos avanzaron hacia sus partes íntimas, y al llegar a un crucero en donde me tocó el alto pude ver con la luz de la calle lo morboso de la situación mi mano en los muslos de mi suegro, acercándose a su cosita, subí más su vestido descubriendo su ropa interior, una sexy tanguita negra de encaje, semitransparente, cosa que me excitó demasiado ver que mi suegra vestía aún prendas tan sensuales.
Comencé a tocarla sobre la tanga y al sentir el primer contacto, automáticamente sus piernas se abrieron un poco más, mire su rostro y seguía con los ojos cerrados lo que me llevó a pensar que debía estar muy caliente para abrir sus piernas de inmediato aunque estuviera dormida.
Ya no podía parar, mi mente solo pensaba en su sexo y mis dedos hicieron de lado su tanga y comencé a identificar su sexo como si fuera un ciego descifrando una tabla braille, encontré su clitoris y lo froté un poco, busqué la entra a su vagina y para mi sorpresa estaba muy húmeda y caliente, metí con mucho cuidado y muy suave mi dedo que resbaló hacia adentro con mucha facilidad, lo saqué y lo llevé a mi nariz, tenía un olor delicioso, casi idéntico al de mi mujer, volví a la carga, esta vez con 2 dedos y también entraron con mucha facilidad, mi suegra estaba muy mojada y eso me volvió loco, en otro alto volví a mirar lo que estaba tocando y las luces de la calle me revelaron que mi suegra estaba completamente depilada
No había rastro alguno de vello, que mujer tan sensual, pensé, una señora que luce una vagina de adolescente, y que empezaba a emitir leves gemidos disfrutando de mis dedos que la masturbaban poco a poco subiendo la intensidad, lo malo es que estábamos a 2 calles de su casa, entonces mi primer impulso fue orillarme y detener la camioneta, saqué mi teléfono y comencé a grabar su vagina, tomándole fotos también, y luego con mis dedos dentro, tomé los mejores ángulos para después disfrutar de esas imágenes, mi mujer comenzó a llamar para saber dónde estábamos y le dije que estaba a la vuelta así que quedó de esperarme y traté de acomodar la tanga y el vestido lo mejor posible y manejé a la casa, tenía el olor de mi suegra en mis dedos, mi mujer esperaba afuera y me ayudó a bajarla de la camioneta y subirla hasta su cuarto.
Debo aceptar que me quedé picado y al llegar a mi casa me metí al baño a revisar las fotos y los videos y me masturbé oliendo mis dedos, deseando volver a salir de fiesta con la familia de mi esposa para volver a disfrutar a mi suegrita, aunque algún día me gustaría que pudiera terminar teniendo sexo desenfrenado con ella, aunque eso por ahora sea solo la fantasía que me quedó.
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