Las colegialas del metro
Esto me pasó en el metro de la ciudad de México.
Deben de saber que durante un buen tiempo me he dedicado a dar arrimones a mujeres en el metro. Y una de las mejores es la que les contaré a continuación: eran como las 7 y media de la mañana y el metro estaba a reventar, buenas noticias para alguien como yo. No tarde mucho para ver a un par de colegialas que estaban en el área de hombres, no es regla, pero muchas veces buscan algo en esa área y por eso no se van al área que es exclusiva para las mujeres. Afortunadamente no había tanta gente en el andén, pero los metros que llegaban estaban llenisimos, no podía subir nadie. Poco a poco fui avanzando hasta que quede al lado de ellas, obviamente no era el único que las había visto, ya que las dos venían con faldita azul, su camisita blanca y suéter azul, así que a más de uno le pasó por la cabeza lo mismo que a mí. Entonces se me prendió el foco y le susurré a una de ellas: oye los señores de atrás se les quedan viendo muy raro, discretamente volteo y me dijo: si verdad? Y le dije: si, si quieren nos vamos un poco atrás ahí no hay tanta gente, a lo cual accedió, tomo de la mano a la otra chica y caminamos hacia la parte de atrás del andén, la otra chica no sabía que onda, pero ya caminando pudimos hablar sin problemas. Le dije: es que luego se meten en bolita, te empujan y te roban tus cosas. Ahí fue cuando la otra chica entendió por qué nos movimos de ahí. Y fue cuando se integro a la plática. Ahí fue cuando dijo: no manches que bueno que nos venimos para acá, nos roban algo y ni nos damos cuenta, y le dije bromeando: o se pasan de lanza! Y su amiga dice: ah! Eso es lo de menos, mi celular si me dolería un chingo perderlo! Ahí los tres sonreímos, pero yo más, ya que sabía que no les espantaba el que les dieran un arrimon. El metro llegó y venía igual de lleno, pero les dije: si nos ponemos las pilas si subimos, a lo que una de ellas dijo: si! Afortunadamente bajaron un par de personas y con eso fue suficiente para que pudiéramos entrar como 5 o 6, entre ellos nosotros 3. Entramos como trenecito; primero una de ellas, después la otra y al final yo, después los otros dos o tres más. Yo ya estaba con la verga parada y traía mu mochila para poder tapar mi erección y así como entramos me deje ir con todo sobre la chavita. Para ver si le gustaba o no le dije: si van bien? Y me contestó ella: si, apretada pero bien. Hice un par de bromas y vi que me seguían la corriente. Así que prosegui a subir poco a poco su faldita para poder tocar sus pompis directamente, lo hice y no tuve problemas. Ahí me quede hasta que al llegar otra estación nos empujaron al querer entrar más y mi mano quedó justo enmedio de sus nalgas, cerraron las puertas y yo con mi mano entre sus nalgas le dije: perdón! En esta si me empujaron muy fuerte. Ella volteo ligeramente y me dijo: no te preocupes! Ahí ya no pude contenerme saque mi mano de sus nalgas solo para sacarme la verga del pantalón, generalmente traigo pantalones de pans para poder hacerlo fácilmente. La saqué y poco a poco la fui acercando a sus nalgas para ver su reacción, pero no pasó nada, ella iba platicando con su amiga. Así que decidi meterla entre sus nalguitas. Sentí como sus nalguitas apretaban mi verga y era sensacional! En eso ví que se secreteaba algo con su amiga y su amiga volteo a verme. Pensé: ya valió verga! Así que quite mi verga de sus pompis y la tape con mis manos. En eso veo como comienzan a reír disimuladamente y siento como una mano me empieza a urgar el pantalón, hasta que toca mi mano y encuentra mi verga. En ese momento exacto pensé que iban a hacer un escándalo, pero no! La chavita puso mi verga nuevamente enmedio de las nalgas de su amiga! Empezó a mover su mano como si me la estubiera chaqueteando, pero despacito. Ahí fue donde se me prendió el foco e intenté tocar también las nalgas de esa chavita, pero me di cuenta que ya había manos haciéndolo. Con eso no tarde mucho para venirme en las nalgas de la chavita, su amiga. Solo sonrieron y siguieron platicando. Yo segui todo el camino tras una de ellas, mientras me di cuenta que la que me habia agarrado la verga se fue bien atendida por un par de hombres más. Esto tardo unas 8 estaciones, poco a poco se fue vaciando el metro, hasta que bajaron en una estación, en la cual también me baje. Solo les dije: muchas gracias chicas, a lo cual ellas dijeron: de nada, cuídate! Ellas salieron de la estación y yo volví a tomar el metro para seguir mi camino. Esta fue sin duda uno de mis mejores días en el metro.
Que exquisita experiencia