Las novias del pueblo 1
Relato.
Mi nombre es Gabriel.
Esta historia va de mis 18 años.
Yo era un chico de ciudad, quería entrar en la universidad, pero mis padres me sugirieron que antes de hacerlo, me tomase un año sabático lejos del movimiento de la ciudad.
Por eso después de mi graduación, fui a pasar unos meses en casa de Tatiana, una prima de 23 años que vivía en un pequeño pueblo boscoso.
Pero un motivo mayor por el que había aceptado ir para ese pueblo. Fabiola y Génesis, eran dos chicas que habían estudiado conmigo y eran re lindas, me gustaban muchísimo, en especial Fabiola. Las familias de ambas eran de ese pueblo y yo me había enterado de que iban todos los años y que también iban a tomarse un año sabático allí.
Casi todas las calle en el pueblo, eran pequeñas fincas. La de la familia de Fabiola quedaba justo la siguiente a la de mi prima Tatiana. La abuela de Fabiola era la única vivía allí.
La casa de mi prima no era muy grande pero si era algo incómoda porque literalmente no tenía ducha dentro de la casa. Sino, que en la parte trasera de la casa había una ducha al aire libre.
-no te de pena -me dijo Tatiana- igual no hay nadie que te vaya a ver excepto yo.
Ese primer día, decidí no bañarme porque me dio pena. Pero mi prima sí lo hizo. Desnudó en su cuarto y pasó desnuda frente a mí con una toalla en la mano.
Ella es muy delgada, plana de tetas, pero un culo riquisimo, tiene varios tatuajes, incluyendo uno en una de sus nalgas. Es blanca, un poco bronceada y llevaba su entrepierna afeitada.
En la noche salí a conocer el pueblo y pasó lo que más quería. Me encontré a Génesis y a Fabiola. Iban caminando con un chico un poco alto. Nos saludamos.
-él es «burro» -fabiola me presentó a su amigo.
-hola, un placer -dije- estas bien? -le pregunté a fabiola por note que estaba cojeando.
-si, no es nada -me dijo.
Ne pregunté si burro era su novio, pero parecía serlo ni de ella, ni de Génesis, solo un amigo.
Al día siguiente, aún excitado por haber visto desnuda a Tatiana, fui a visitar a fabiola por la mañana.
Llegué a su casa y su abuela (que era muy muy vieja) me dijo que debía estar en el granero con los empleados de la finca.
Fui hasta el granero y Escuché un ruido extraño, como de jadeo. Entre a ver y estaba viendo y me encontré a un chico sentado en una silla con el pantalón abajo. Era burro.
Sobre burro había una chica vestida con una camisola larga y blanca para dormir. Burro le estaba levantando un poco la camisola, así que podía perfectamente que no llevaba nada abajo y que la chica estaba cabalgando sobre el pene de burro. Daba grandes saltos y su pene salía entraba de su vagina.
Era fabiola.
-ho… hola… ga… gabriel… -me saludó Fabiola al verme sin dejar de moverse con el pene de burro dentro su suyo.
-tu… tu abuela me dijo que estaría aquí con los empleados -le dije.
-solo con burro -me dijo, ahora estaba moviendo lentamente- el otro empleado tiene día libre. Si quieres espera ahí sentado a que terminemos y hablamos -me dijo.
No podía pensar con claridad, así que solo me senté en una silla junto a ellos y vi como ese chico se follaba a la que me gustaba.
Fabiola empezó a dar grandes saltos muy alto, su pene era larguísimo, en un momento se salió de su vagina. Quedó justo contra sus nalgadas y vi que ese era demasiado largo y muy, muy grueso.
Fabi se besó apasionadamente con él y mientras echaba su mano hacía atrás para acariciar su pene y volver a introducirselo en la vagina.
-aaaah -gimió fabi.
Burro la besaba, le daba bofetadas y apretaba muy fuerte sus nalgas hasta marcarle sus manos.
Después de un largo rato follando, fabi cabalgando y saltando sobre su enorme pene, burro la levantó y la acostó en el piso.
Fabi tenía la camisola levantada y las piernas totalmente abiertas.
Pude ver su hermosa vagina. Blanca, afeitada, y muy mojada, sus labios eran cerraditos pero la vagina estaba dilatada por el enorme pene que se la follaba.
Burro dejó descansar su pene un momento sobre el abdomen blanco y plano de fabiola. El pene le llegaba bastante más arriba que el ombligo y era más grueso que una lata de refresco.
Le escupió en la vagina para lubricar y de un solo movimiento la penetró hasta el fondo. Fabi arqueo la espalda y gimió muy fuerte. Burro empezó a embestirla con velocidad y fuerza.
-aah, ahhh, aaaaahhhh, aaaaaahhhh -gemía fabi muy fuerte y sin parar.
El pene blanco, largo y grueso de burro entraba y salía de la vagina de fabi sin parar y muy velozmente.
Después de unos 5 minutos de gemidos y embestidas sin parar, las piernas de fabi empezaron a temblar y grito fuerte. Estaba teniendo un orgasmo. 10 minutos después, burro gimió, eyaculando dentro de la vagina de fabi, sacó su pene de ella y el último disparo de semen quedó en la pelvis de Fabi.
Fabi jadeaba sin parar, burro se montón encima de ella, recostando su pene contra su abdomen y le dio un beso apasionado que ella apenas pudo corresponder porque estaba jadeando mucho. Vi le metió la lengua y que favi se acariciaba la vagina y acariciaba el pene de burro.
Burro se paró y se subió los pantalones.
-iré a trabajar -nos dijo y se fue a hacer su trabajo en la granja.
-esperame un momento y hablamos los dos -me dijo fabi.
Fabi empezó a masturbarse muy velozmente, acariciaba su clítoris placenteramente.
-ah, aaah
Primero tenía los ojos cerrados, pero luego empezó a mirarme fijo a mis ojos mientras se masturbaba. Después de unos minutos, volvió a correrse.
Fabi se quedó un rato acostada y luego se paró. De pie se acarició la vagina una última vez y se acomodó la camisola.
-querías algo? -me dijo naturalmente, estaba sudada y seguía jadeando.
-eh… na… nada…, hablar contigo…
-vale
-eh… burro… es tu novio?
-jaja, no, es un amigo -me dijo y se rió- viste porque lo llamamos burro?
-porque?
Fabi me sonrió y separó sus manos, tipico gesto de para señalar el tamaño de un pene.
-es enorme y gruesisimo -me dijo emocionada-, le mide 25,70cm, siempre me deja llenisima.
De nuevo empecé a sentir celo. No tenía sentido, porque la acababa de ver literalmente follando por media hora con otro chico, pero verla hablar tan emocionada sobre su pene, me puso celoso.
Y estaba excitado. No lo puedo negar, estaba muy excitado. Era contradictorio.
Hablamos un buen rato, fabi con mucha naturalidad, como si nada hubiera pasado, como si la hubiese visto saltar una y otra vez sobre el pene de burro, como si no hubiera visto ese enorme pene entrar y salir de ella sin parar y como si no la hubiera visto masturbarse hasta correrse por segunda vez.
Me despedí de ella dándole un beso en la mejilla, ella caminaba medio raro y tenía los muslos muy mojados.
Ella estaba muy, muy feliz
Ufff espero con ansias la continuación.