Las peripecias sexuales de Rita. (Cuento corto).
Rita tuvo sus inicios sexuales dentro de su propia familia, primero con su madre, cuando le había venido el periodo y luego con su padre. .
Rita se había iniciado sexualmente con su padre y con su madre luego de la primera menstruación. Sus relaciones íntimas con Enrique, su padre, tenían cierta periodicidad, un poco más esporádicamente las tenía con Mónica, su mamá. Ya habían pasado más o menos dos años de aquella primera vez, Rita ya había cumplido 14 años, su padre se había ido de su casa con la hija de los vecinos, que tenía un año más que Rita.
Por su parte, Mónica, comenzó a tener una vida un poco más disoluta, salía los fines de semana con amigas, iban a bailar y por lo general, traía hombres a su casa con quienes pasaba buenos momentos sexuales, sobre todo le gustaban los muchachos jóvenes, teniendo en cuenta que se trataba de una mujer de 45 años, muy bien puesta todavía a su edad.
Rita había cumplido 14 años y ya comenzaba a ir a los bailes con sus amigas, bailes que se realizaban en el club del barrio. Un sábado no fue la excepción y junto a sus amigas más íntimas, Manuela y Juliana fueron al club. Rita estuvo bailando toda la noche con un joven delgado, apuesto, de cabellos medianamente largos, que le dijo que tenía ganas de verla también el domingo. Su nombre es Brian.
Era un joven delicado en sus maneras que entusiasmaba a Rita, claro como para que ello no ocurra, el muchacho tenía 22 años y evidentemente mucha más experiencia con mujeres. Tal vez por eso la joven había quedado deslumbrada con Brian, con el que empezó a salir de manera más continua.
Rita en estos dos años había cambiado su fisonomía corporal, se parecía más a su madre, había crecido en altura, de caderas fuertes, senos más bien normales, sus piernas eran bien contoneadas y tendía a ser una mujercita de una contextura física más bien grande.
Había llevado a Brian a su casa y se lo había presentado a su madre, quien había aprobado al joven. No es que necesitara su aprobación, pero siempre era una ayuda, ya que Mónica solía ser una mujer de carácter fuerte y un poco mal humorada, sobre todo cuando hacia un par de semanas que no tenía sexo.
Rita ya había probado el sexo con Brian, eran un joven de un físico muy cuidado, y sobre todo, lo que más le interesaba a la joven era el tamaño de la verga, la cual era bastante interesante, de alrededor de unos 18 centímetros de largo con un grosor de unos 5 centímetros.
Una tarde, cuando estaba al borde la caída de la noche, Brian fue a visitar a Rita a su casa, la madre de la pequeña no se encontraba en la misma y decidieron tener sexo. Ambos eran muy apasionados, Rita, tenía puesta una minifalda muy corta, y una tanga color blanco, con una remera que marcaba sus pezones duros ya que no solía usar soutien, el joven se quitó la camisa mangas cortas, se sacó los pantalones y ella bajó su slip dejando al descubierto la verga ya erecta de Brian, la que comenzó a chupar con ahínco y con la pasión que le era característica, le encantaba chupar verga, era una de las cosas a la que la había acostumbrado su padre quien gozaba con esas mamadas de su hija por largos minutos.
Rita masajeaba el prepucio hacia adelante y hacia atrás mientras pasaba su lengua y los labios por la cabeza rosada de esa verga que estaba al borde de explotar. Brian gozaba verdaderamente de esa chupada, la tomó de los brazos, le dios unos besos profundos de lengua, la recostó sobre la cama y le comenzó a chupar la concha rasurada, los labios eran prominentes, unas de las cosas que encendían a Brian eran justamente esos labios carnosos y rugosos de la argolla de su joven novia. Luego la dio vuelta y lamio con ardor el agujero del culo de la joven, quien no dejaba de gemir de placer.
A todo estos e escuchó la puerta, había llegado a la casa Mónica, quien volvía del trabajo. Rita le dijo que estaba con Brian en la habitación, Mónica saludó a ambos desde la cocina y les dijo que iba a tomar una ducha.
Los jóvenes siguieron con su metier, Brian introdujo su gran pene en la cavidad vaginal de Rita quien se movía como una víbora y no dejaba de proferir ciertos sonidos guturales que anunciaban el placer que estaba experimentando.
Mónica ya había terminado la ducha mientras los jóvenes seguían en la habitación con sus juegos calientes y lujuriosos. En un momento determinado Brian le dijo a Rita:
-Date vuelta y dame el culo, bebé.
-No, nunca lo hice y me va a doler, no quiero, respondió Rita, mientras seguía gozando con la verga dentro de su concha babosa.
-Date vuelta, le ordenó Brian.
-No, te dije, sostuve Rita.
Brian sacó la verga del cuerpo de la joven y le pegó una soberbia cachetada que le dejó colorada la mejilla. Ella intentó responder con tra cachetada, pero Brian le retuvo la mano e inmediatamente le dio otra cachetada, la dio vuelta pro la fuerza, la colocó boca abajo en la cama y en secó comenzó a mater su enorme verga en el culo de Rita, quien pegó un leve grito y le dijo.
-Hijo de puta, déjame.
-No, dijo Brian, putita de mierda te la voy a metértela en seco, aunque te tenga que romper el ojete, puta, asquerosa.
-Dejame la concha de tu madre, le dijo Rita, casi gritando.
Brian seguía empujan su pija dentro del canal anal de Rita, mientras la joven gritaba con cada vez más fuerza.
-Mamá, dijo Rita, decile a este mal parido que me deje el culo, me está haciendo mierda.
Mónica ni contestó al llamado. Brian siguió empujando hasta que pudo entrar totalmente sus 18 centímetros en el conducto cerrado, estrecho de ese orto virgen. Brian comenzó a entrar y salir con la fuerza de un toro, pereció calentarlo aún más el hecho que la joven se resistiera, la estaba cuelando con una fuerza inusitada.
-Mamá, venía sácame a este de encima que me duele el culo.
-Callate la boca, dijo Mónica, y comportate como una verdadera hembra, al hombre se le dan todos los agujeros. Tu padre me rompió el culo cuando tenía 13 años.
-Vení suegra, vení, dijo Brian, vení a ver cómo le estoy dando por el culo a tu hija.
Mónica no respondió a las palabras de su yerno, quien seguía dándole por el orto a la Rita quien ya se le caían unas lágrimas de sus ojos, Brian seguía y seguía y cada vez estaba más caliente y le daba más fuerte.
-Vení suegra a ver como le gusta a tu hija la pija en el ojete, vení, dijo Brian con insistencia.
A los dos minutos más o menos se abrió la puerta de la habitación e ingresó Mónica, quien con una sonrisa pícara en su rostro miraba como Brian le entraba y le sacaba la verga al culo de su hija. El joven estaba comenzando a gemir con mayor intensidad, Mónica se quedó parada al lado de la cama, Brian comenzó a emitir unos gruñidos cada vez más fuertes lo que preanunciaba que iba a dejar su descarga de semen dentro del conducto anal de Rita. Y, en efecto, así fuer el joven decreció en cuando a los sonidos emitidos y caso al final solo fue un suspiro de relajación.
Brian salió del cuerpo de Rita, se volteó sobre la cama todavía con la verga erecta, Mónica le dijo a su hija que fuera al baño a limpiarse el culo.
-Andá al baño, sentate en el bidé y deja que te salga la leche del culo, le dijo su madre.
Seguía parada al lado de la cama, miró al joven de arriba abajo y deteniendo en la pija y tocando con su dedo índice la cabeza le dijo al joven:
-Esta la quiero probar, querido.
-Me sale leche y sangre del culo, grito Rita desde el baño.
-No te preocupes, eso se arregla sin problemas, dijo su madre. Y se retiró de la habitación dejando solo al joven en la cama.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!