LOS 7 PECADOS SEXUALES 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Beto43286158.
Las campanas de la torre anunciaban ya las 5 de la tarde y comencé a correr porque Sofía, mi novia, siempre me reprendía si llegaba tarde en alguna de nuestras citas.
Celebrábamos ya un mes saliendo el día de hoy y mi corazón latía muy rápido, no sé si por el trote que acabo de hacer o por estar frente a la puerta de su casa y recordar lo que me prometió me regalaría hoy en nuestro primer mes (después de habérselo propuesto en nuestra tercera cita), dijo algo como esto “Si cumplimos un mes saliendo todos los días como hasta hoy, y demuestras que vas en serio, no solo un juego de unos minutos, me expondré desnuda y podrás hacerme LO QUE QUERAS, si LO QUE QUIERAS”.
Solo el recordarlo hace que mi piel se vuelva a erizar.
Mi nombre es Raul, soy el segundo de 3 hijos y el único varón.
Mis padres Blanca y Pedro.
Mi hermana mayor Brenda y mi hermana menor (después de un descuido) Estrella.
Aunque ya cumplí los 18 Papá no me presta el auto, y lo único de eso es que a Sofía le gusta mas caminar que andar en auto.
Toqué el timbre y su voz detrás de la puerta se escuchó muy cerca, como si ya estuviese esperando por mí.
Con una coleta alta, su cabello negro parecía más largo de lo normal.
Su hermosa piel blanca que era opuesta totalmente a su cabello la hacía parecer que brillaba con luz propia y por todos los cielos jamás la había visto con una falda tan corta y tan ligera, que incluso pareciera que con solo estornudar se levantaría.
Se me quedó viendo con los ojos totalmente abiertos y con una gran cara de enojada (total y obviamente finjida) me dice con voz ronca:
-Por qué tardaste tanto?
-Porque te amo con todo mi corazón.
–Le dije.
-Estas perdonado! – comentó mientras dibujaba una sonrisa tan grande que pareciera que se le saldría de la cara y abría sus brazos para atraparme y estrujarme fuerte.
Tuve que hacer equilibrio y concentrarme ya que mi mente se comenzaba a enloquecer al sentir sus pechos grandes y firmes aplastándose contra mí, pero al mismo tiempo evitar caer al suelo pues al brincar hacia mí, casi me tumba de espaldas.
Acercó su cara a la mía y sus ojos brillaban como dos gemas, su aliento mentolado invadía mi rostro y su respiración agitada me enloquecieron.
Entonces sin más me besó en la boca tan rico, tan húmedo, tan apasionado, que mi miembro, no pudo contenerse abajo comenzó a elevarse y tornarse duro como un tronco.
Ella apartó su boca de la mía instantáneamente y con los ojos desorbitados y una gran sonrisa, entre asombro y emoción me pregunta:
-Se te paró?
-Con este recibimiento, la verdad no podría reaccionar de una forma diferente.- Le contesto con una sonrisa pícara.
-Pero, como eres atrevido, tan solo a unos pasos a mi espalda esta toda mi familia, mis papás y mis hermanas, ¿cómo puedes ser tan obsceno?
-Bueno, quizá tengo algunas cosas secretas que aún no conoces de mí. –le contesté, y entonces muy suavemente su boca comenzó a dibujar una sonrisa que muy poco a poco fue ensanchándose.
Y entonces ella dijo.
-Entonces creo que estás listo para el regalo de nuestro aniversario.
Mi corazón dio un vuelco, y ella me tomó una mano volteó hacia dentro de su casa y gritó.
-¡Ya me voy!
Comenzó a correr por la acera e iba tirando de mi mano, su falda hacia tales olas que cuando estaban en la parte más alta alcanzaba a observar la comisura donde terminaban sus torneadas piernas y comenzaban sus redondas nalgas.
Por un instante me imagine que no traía pantis pues no las lograba ver.
Después de la segunda calle había un parque en el cual me soltó la mano y corrió y se subió a una de las bancas volteó hacia mí, me guiñó un ojo como diciéndome “no te muevas y no dejes de ver”.
Dio un hábil y enorme salto y realizó un perfecto Spagat lateral en el aire antes de caer hacia el suelo (supongo que esto es gracias a que sus papás inocentemente llevan a las niñas a hacer gimnasia) y entonces, gua, confirmo lo que quería mi corazón ver.
Una hermosa vagina totalmente rasurada y abierta, cero pantis, y aunque me lo mostró quizá menos de un segundo, mi mente lo mantuvo tan fuerte que pareciera que lo vi en cámara lenta y como si se hubiera detenido el tiempo justo cuando un pequeño círculo rosado adornado con dos pequeños pliegues de piel a los lados y brillante gracias a la humedad que ya salía.
De repente vuelvo en mí y me doy cuenta que no estamos solos.
Que el parque está lleno de gente, y además varios de los presentes tenían la misma expresión de lujuria y satisfacción que yo hace un instante.
La tomo de la mano y la intento llevar lejos de allí mientras ella ríe a carcajadas notándose lo mucho que había disfrutado la situación.
Cuando íbamos a mitad del parque ella gira rápida y fuertemente hacia el centro del parque, algunos árboles y arbustos generan un medio círculo que funciona como cortina pero la otra mitad está totalmente abierta y a la distancia la gente camina tranquilamente por el parque.
De pronto ella me voltea a ver, sus ojos reflejan éxtasis de lujuria y satisfacción, una expresión que jamás había visto quizá en toda mi vida.
Se lleva sus manos cruzadas a su cintura toma su blusa y la levanta con un movimiento firme y continuo por su torso dejando al descubierto aquellos enormes y firmes pechos que hace unos minutos había tenido tocando mi pecho, sin sosten, sin pantis y ahora sin blusa se inca sin más frente a mí y comienza a desabrocharme el pantalón, yo la intento detener (la verdad sin mucho esfuerzo) pero ella con fuerza y tenacidad me desabrocha y baja mis pantalones y mi bóxer solo un poco hasta que mi tronco se asoma en busca de satisfacción.
Ella lo ve, se relame los labios y comienza a succionar con mucho frenesí, intento nuevamente detenerla.
-Detente Sofía estamos en medio de la gente.
-mmhh ggghhh phph ffmmgh.
– Es el único sonido que intenta producir con su boca llena con mi miembro erecto.
De repente, siento la presencia de alguien a mi costado, volteo y son un grupo de alrededor de siete u ocho chavos que estaban cerca del incidente del Spagat, creo que decidieron seguirnos por el morbo que estaba Sofía provocando y ella los mira de reojo pero sin de mover su cabeza hacia delante y hacia atrás masturbándome con su boca mi pene.
Por último succiona mi pene tan fuerte y jala su cabeza hacia atrás tan fuerte que solo que escucha un fuerte ruido de succión que provoca gritos de admiración y aplausos por parte de los nuevos espectadores, esto atrae las miradas de la gente que estaban a lo lejos y algunos de ellos comienzan a aproximarse, Sofía se voltea, se pone a cuatro patas, levanta su falda hacia su cintura y me dice fuerte:
-¡Métemela!
Mi corazón y mi estómago dan un vuelco, no podría negarme frente al público a hacer lo que me esta ordenando, así que me arrodillo y pongo mi pene en la entrada de su vagina y comienzo a empujar, suave creyendo que podría lastimarla si me apresuraba, pero para mi sorpresa, su vagina estaba totalmente abierta y mojada, casi goteando al suelo, comienzo a penetrarla como desesperado, como queriendo llegar al orgasmo lo más rápido y más salvaje que pueda.
Pero algo me lo impedía, quizá la vergüenza, quizá la emoción, no lo sé pero aquello era simplemente inexplicable.
No se en que momento sucedió pero estábamos rodeados completamente por observadores casi de todo tipo hombres y mujeres por igual, una pareja en particular hizo algo diferente, ella metió su mano en su bolso y sacó un celular para hablar a alguien, mientras el varón que la acompañaba intento llegar hasta nosotros gritando:
-Basta de porquerías, lárguense a un hotel a hacer sus cochinadas.
–Y cuando estaba a punto de llegar hasta conmigo uno de los chicos del primer grupo que llegó, el más grande y fornido, lo tomó del brazo, lo miró fijamente y le dijo- Mejor no interrumpas amigo-.
Este se marchó muy molesto.
Y entre risas y ánimos de los demás espectadores dos de ellos se acercaron a Sofía con en miembro de fuera y masturbándose con la mano.
Sofía se avienta hacia adelante, da la media vuelta, levanta las piernas y con ambos dedos índices de la mano me llama, me siento en el suelo frente a ella y continuo mi movimiento de entra y sale.
Ella extiende los brazos hacia los lados voltea al cielo y abre la boca grande como invitando a los nuevos invitados a eyacular en ella.
El primero de ellos comienza a pujar, y el chorro de tibia leche atraviesa por encima del rostro de Sofía, pero luego caen solo un par de gotas en su boca y una última en la comisura de sus rojos labios, ella la recoge hábilmente con la lengua juega con ellos un poco en su boca y luego se los pasa.
Mientras el segundo caballero decide bañar sus senos a lo que este si hace tres disparos muy certeros.
Sofía, disfruta untarlos más con sus manos mientras mirando al cielo solo ve volar un globo de helio que seguramente a alguien se le escapó.
-Joven Raúl, que sorpresa verlo por aquí.
– Suena una voz conocida detrás de mí, mientras yo brinco del susto.
-Oficial Rodríguez, – le contesto con voz temblorosa al reconocerlo – esto no es lo que parece.
-Pues que lastima, porque parecía mucha diversión.
Pero lamentablemente se terminó, deben acompañarme ambos.
Continuara…
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