Me exhibo a mi vecina y su amiga, y ellas lo aceptan
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto sucedió hace unos años .
Teníamos una casa de verano y fin de semana, con piscina a las afueras de Madrid.
Cruzando la calle había otro chalet separado por unos 15 mts de distancia.
El caso es que mis padres a veces se marchaban de viaje, momentos en los que yo aprovechaba para bañarme en pelotas en la piscina.
En la casa de enfrente vivían varios hijos de una misma familia, concretamente 4 hijas y 2 hijos. De las hijas mayores y sus hermanos no hablaré porque no tienen importancia para esta historia.
La menor de las hijas, tenía 17 años y todas las tardes en verano acostumbraba a salir a una terraza que tenía vistas a nuestra piscina.
A veces salía sola y otras acompañada por una o dos amigas de su confianza. Supongo que quedarían con la excusa de estudiar y en algún descanso salían a fumarse su porrillo.
Yo tenía mas o menos pillada la hora en la que salían, y me excitaba mucho la idea de que me viesen en pelotas, así que trazé un plan para llevar a cabo mi fantasía.
Una tarde que estaba solo en casa por motivo de un viaje de mis padres, me armé de valor y decidí mostrarme ante mi vecina y su amiga.
El plan consistía en dejar mi tel. movil, cerca de la piscina y hacerlo sonar desde el fijo cuando ellas estuviesen en la terraza. Entonces yo fingiendo prisa por contestarlo, salir en bolas, y así poder mostrarme totalmente desnudo, pero teniendo la excusa de ir en busca de mi teléfono.
Me preparé a conciencia, me depilé….etc, y dejé el tel. al lado de la piscina.
Cuando observé por una ventana que las chicas ya estaban en su terraza, hice sonar el móvil. Las dos se miraron, permanecieron un momento en silencio e intentaron averiguar de donde provenía el sonido del teléfono. He de reconocer que en ese primer momento no tuve los huevos necesarios para salir a cogerlo, así que colgué.
Despues de varios minutos sopesando la situación, me armé de valor y decidí que tenía que hacerlo, ahora o nunca. Me echaba para atrás el tema, porque con tanta indecisión mi polla había adquirido un tamaño considerable, que sin llegar a la erección, se notaba que tampoco era de reposo total. Si hubiese que decantarse, se acercaba mas al empalme que a la flaccidez.
Esto, como todo el mundo sabrá, tiene sus pros y sus contras.
En pro, tiene que el tamaño exhibido es considerablemente mayor al habitual y eso siempre gusta.
En contra, tiene que se pierde la inocencia y la naturalidad, pues hace visible la excitación.
Dado el miedo que tenía a la erección total, opté por una paja rápida antes de la exhibición, asegurándome así que no ereccionaría del todo cuando me mostrase ante las chicas. Por otra parte, despues de correrse, el tamaño de la polla es algo mayor que cuando está en reposo total, así que todo eran ventajas.
Me masturbé, me corrí, me limpié, y volví a hacer sonar el teléfono que estaba en la piscina.
Me había prometido a mi mismo que esta vez lo haría, así que cuando el teléfono empezó a sonar, mi corazón se aceleró y una vez mas dudé, pero ésta vez no podía fallarme a mi mismo.
Inspiré hondo, y con el teléfono sonando al lado de la piscina, salí totalmente en pelotas a buscarlo, como si no me hubiese percatado de la presencia de las chicas.
Como era de esperar, nada mas verme desnudo, una de ellas -la amiga- empezó a reírse y hablándola en voz baja nada dió unos golpecitos en el hombro a mi vecina y la hizo unas señas para que mirara en dirección a donde yo estaba.
Mi vecina, fué un poco menos sutil y soltó una exclamación ¡ostias! mientras se reía.
Yo no quería mirar hacia ellas todavía, pues se trataba de que pareciese que no me había dado cuenta. Cogí el teléfono fingiendo contestarlo e inicié una coversación mientras caminaba de un lado a otro para deleite de las chicas.
Al principio me sentía un poco tímido, pero cada vez me encontraba mas cómodo desnudo delante de ellas.
Yo no quería mirar abiertamente hacia ellas, para que siguiera pareciendo que no me había percatado de su presencia, pero por otra parte ellas hablaban cada vez mas alto y bromeaban como para que yo me diera cuenta, de que estaban allí. Así que no se podía prolongar mucho mas mi disimulo.
Llegó un momento en el que mi vecina, gritó mi nombre y me levantó la mano saludándome. Entonces no me quedó mas remedio que mirar hacia ellas y contestar el saludo levantando mi mano.
Ahora ya no había barreras y el hielo se había roto. Yo seguí con la farsa de mi conversación telefónica y cuando me quise dar cuenta mi vecina había bajado de su terraza y me llamó desde la valla. No tenía escapatoria, y tuve que acercarme. Mi corazón latía a cien por hora, pero estaba encantado con la situación. Cuando estaba cerca de la valla, terminé con mi imaginaria conversación telefónica y fingí que me despedía. Saludé a mi vecina y a su amiga:
Hola, que tal Carlos.
Hola, ya ves aquí, echando un vistacillo a la casa de mis padres que están de viaje.
A pesar de haberme mostrado en pelotas durante tanto rato antes, ahora yo estaba muy avergonzado por tener que estar desnudo delante de mi vecina y hablando con ella, pero no me quedaba otra opción mas que fingir naturalidad para (de alguna manera) justificar mi exhibición anterior. Es decir, que tenía que fingir que para mi estar desnudo en mi piscina, era una cosa de lo mas normal, para que no se notara que existía un trasfondo de exhibición.
Por otra parte, tambien me gustaba mostrarme ya así, abiertamente delante de mi vecina y su amiga, porque su aceptación y curiosidad eran para mi sinónimo de subir un escalón mas en mi exhibición, contando con su aprobación.
Estaba claro que mi vecina estaba mucho mas relajada que yo, desde luego, porque era yo el que estaba en pelotas. Y mientras hablaba con ella, me atemorizaba la posibilidad de empalmarme.
Por mi cabeza pasaban muchas cosas, y yo intentaba deshechar todas las que tuviesen relación con mi desnudez del momento, para evitar la erección.
Por otra parte, mi vecina me ayudó mucho, porque se mostró muy natural y solo en cuatro o cinco ocasiones advertí que desviaba su mirada hacia mi polla.
Su amiga, se mantuvo en todo momento a tres o cuatro metros de ella. Parecía que sabían como comportarse para que la situación no me sobrepasara.
Ella: Pues ya ves, nosotras aquí con el calor que hace y con la piscina de mis padres vacía. La están reparando y la llenarán mañana o pasado.
Estaba claro que su justificación, iba dirigida a que o las invitase a la mía. Y así lo hice.
Yo: Hombre, si lo que os apetece es daros un bañito, sabes que podeis entrar aquí sin ningún problema.
Ella: ¿de verdad?
Yo: Pues claro tía… no será la primera vez.
Ella: Ok! Pues ábrenos, que nos estamos asando.
Yo: Voy.
En ese momento entré en un mar de dudas ¿que hacer?
-Abrirlas directamente desnudo, (como estaba) me parecía demasiado, aunque por otra parte, así me habían visto desde un principio y entrado para que las dejase bañarse en mi piscina.
-Ponerme el bañador, y quedar como un cortado, además de perderme la posibilidad de que viesen desnudo. Por otra parte me parecía un poco ridículo que despues de mostrarme en bolas durante todo el tiempo que ellas estaban en la terraza, ahora me tapase.
Opté por una opción intermedia, y me puse una toalla en la cintura.
No tardaron nada en llamar al timbre, y yo en abrirlas desde dentro, y decirlas que fueran directamente por la piscina.
Nada mas llegar, le di un par de besos a mi vecina y ésta me presentó a su amiga.
Ella: Joder tío, que guay que podamos refrescarnos un poco porque hace un calor de muerte.
Yo: Claro, la verdad es que con la ola de calor que tenemos, lo que mas apetece es refrescarse cada poco en la piscina.
Mi vecina me presentó a su amiga, y yo casi me caigo del shock. ¡Que preciosidad de niña! Debía tener entre 20 y 23 años y su cuerpo era escultural. No excesivamente alta, pero tampoco tan bajita como mi vecina.
Tetas: normales. Culito: potente, muy respingón. Piernas: bien formadas y de tobillos delgaditos, todo ello coronado por una cara angelical y perversa a la vez. En fin; para mi, un bombón, un caramelito.
Llegamos hasta el borde de la piscina y mi vecina dijo: yo me tiro ya.
A mi, despues de la situción, y una vez comprendido el juego por todos, me quedaba la esperanza de que mi vecina se despelotara totalmente para bañarse, continuando con la naturalidad que había fingido al verme a mi. Pero no fué así, se quitó su pantaloncito corto, su camiseta, sus sandalias, se quedó en su perfecto bikini y se tiró al agua de cabeza sin dudarlo.
Mientras tanto, su amiga -que me tenía enbobado- se fué despojando de sus prendas poco a poco mientras me daba conversación. Dios mío! Que buena estaba! Mucho mejor que mi vecina. Sobre todo por su culete, super respingón, pero en general por la calidad de sus curvas. ¡Un cañón!
Finalmente se quedó en bikini y se fué metiendo al agua poco a poco, mientras mi vecina ya chapoteaba y nadaba hace un rato.
Pasaron un par de minutos mientras ellas disfrutaban del agua, hasta que mi vecina me preguntó ¿Y tu? ¿No te bañas?
Yo: Ya me he bañado varias veces hoy.
Ella: Ya, pero de eso hace un rato.
Yo: Pues tienes toda la razón, igual me baño otra vez.
Ahora si que no me quedaba opción, y además me encantaba la idea mostrarme totalmente en pelotas delante de las chicas así tan de cerca.
En el fondo sabía que cuando me habían pedido entrar en mi casa para bañarse, la finalidad de mi vecina y su amiga era verme de cerca con la misma ropa que ya me habían visto desde hacía un rato, o sea, nada.
Yo estaba super cortado, pero excitado a la vez, y como la situación era totalmente propicia, me armé de valor y pensé "ahora o nunca" y me deshice de mi toalla, dejando mi miembro al aire, pero solo por un par de segundos.
Me tiré al agua, y ahí ellas se mostraron normal, como si tuviese bañador. Pero lógicamente, pasados unos minutos, llegó el momento de salir del agua, y ya que le había echado tanto valor antes, me conciencié, y no lo dudé.
Salí de la piscina de una manera natural, totalmente en bolas y sin hacer ningún tipo de estrategia para taparme.
Un segundo despues, salió mi vecina.
Yo me había concienciado y tenía muy claro que pasara lo que pasara, me iba a mostrar en pelotas delante de ellas, y así lo hice.
En realidad estaba muy avergonzado, pero no tenía otra opción porque me había propuesto a mi mismo que lo haría.
Afortunadamente, mi polla lucía un buen tamaño sin necesidad de habérmela tocado, y eso me daba seguridad.
Estaba depilado, y se me notaba perfectamente el capullo que sobresalía a la vista. Mi único miedo era que empezase a empalmarme en algún momento, pero a la vez me gustaba la idea de sorprender a las chicas con un tamaño por encima de lo normal.
Mi vecina salió del agua sin mirar directamente a mis genitales, sino charlando con total normalidad de otras cosas que nada tenían que ver con mi desnudez. Inmediatamente despues salió su amiga, que si se fijó un poco mas en mis partes. Yo sentí un escalorfrío, pues no sabía aún como reaccionaría mi pene cuando estuviese desnudo delante de la preciosidad de su amiga.
La polla se me creció un poco, pero sin llegar a notarse para nada amago de erección.
Me sorprendió la naturalidad con la que las chicas se tomaron mi desnudo, al menos aparentemente.
Esto hizo que yo me sintiese "comodo" dentro de lo que la situación implicaba. Es decir; estaba en pelotas delante de dos chicas mas de 10 años menores que yo. Intenté pensar en otra cosa, y la verdad es que las chicas colaboraron mucho, pues a pesar de su curiosidad, prácticamente no dirigieron sus miradas a mi sexo. Por mi parte, eso me aliviaba, pero a su vez me jodía pues me apetecía exhibirme bien ante ellas.
Entonces pregunté a mi amiga: ¿vosotras nunca os desnudais para bañaros?
Ella: Si, a veces si, y de hecho me encanta, pero como veo a mi amiga un poco tímida, me está cortando a mi tambien.
Yo: Bueno tía, y eso que mas da. Si te apetece hazlo, y punto.
Ella: Pues la verdad es que tienes toda la razón. Yo tambien, suelo bañarme en pelotas en casa de mis padres cuando no hay nadie, y además es lo mejor. Pero como mi amiga es un poco cortada para eso, pues a mi me corta tambien.
Entonces la amiga dijo: "Eh! tia! a mi no me pongas como escudo! Tu sabrás lo que tienes o quieres hacer…
Fué entonces cuando mi vecina no la contestó, simplemente se quedó mirándola un par se segundos, y sin decir nada, se quitó la parte de abajo del bikini de golpe, sin dudarlo. Despues se despojó de su sujetador y se mostró totalmente en bolas tal y como yo estaba. Desnuda ganaba mucho y aunque era de esperar, siempre produce sorpresa ver que tenía el coño totalmente depilado lo que la hacía aún mas apetecible. Nada mas despelotarse, se tiró agua otra vez, y yo la seguí.
Estuvimos muy poco tiempo en el agua y en seguida salimos. Entonces yo me acerqué a ella con alguna excusa y me sentí super liberado, lo hice a propósito con objeto de que la amiga pudiese observarme a sus anchas, algo que me excitaba sobremanera.
Ahora éramos dos los que estábamos en pelotas y una con su bikini.
Por experiencia se que en estos casos, muchas veces pasa mas vergüenza el que está vestido que el que está desnudo.
Como ya era por la tarde, quedaban solo unos 20 minutos de sol en la parte de la piscina. Así que nadé un poco y salí del agua poniéndome en la zona que daba el sol con la intención de secarme.
Por su parte, mi vecina hizo lo mismo, y al salir se puso en la zona de sol a unos 2 mts. de mi.
Desnuda, y recien salida del agua,mi vecina estaba super buena, con los pezoncitos duros y todo su cuerpo mojado.
Los dos procuramos comportarnos todo lo naturales que permitía el momento, pero era inevitable que los dos estábamos desnudos, que éramos vecinos, y que éramos hombre y mujer. Y además, no nos olvidemos del añadido de que su amiga estaba presente y correctamente vestida con su bikini.
A mi me encantaba la situación, porque tenía la aceptación de mi vecina que tambien estaba en pelotas y a la vez gozaba del placer de exhibirme ante su amiga en bikini.
Haciendo alarde de mi caballerosidad, ofrecí a mi vecina una toalla, ella accedió. Así que me acerqué al porche y cogí una toalla de las que había para la piscina.
Mi vecina se tapó con ella, y empezó a secarse su cuerpito, y luego se la puso por encima, así que una vez mas era yo, era el único totalmente desnudo de nuestra reunión.
Afortunadamente, una vez se hubo secado, mi vecina se despojó de la toalla y me la ofreció para que la tendiera, quedando así totalmente en pelotas tal y como yo estaba.
Cogí la toalla y la colgué en un tendedero exterior que había al lado de la piscina, y volví hacia ellas de frente y con mi polla semi rígida y bamboleándose hacia los lados.
Entonces mi vecina dijo: ¿Que? ¿Bien, no…ja, ja? Mientras miraba mi polla que estaba a media asta.
Yo le contesté: Pues si, bien, ja, ja. ¿Y tu? Mirando a su depilado coñito.
Ella: Yo, perfecta, ja, ja, ja.
Yo: Pues yo igual, ja, ja.
Entonces pregunté: ¿Quereis tomar algo?
A lo que la amiga no respondió, pero mi vecina si.
Ella: Pues si, si tienes una coca-cola.
Yo: Por supuesto ¿Light, Normal o Zero?
Ella: A ser posible Zero…
Yo: Claro… ¿Te la bajo aquí, o subimos al porche?
Ella: Como quieras, aunque casi es mejor que subamos ¿no?
Yo: ¿Y tu Sandra? ¿Quieres algo?
Amiga: No, gracias, no me apetece nada.
Y sin dudarlo mi vecina, totalmente desnuda tal y como estaba, se encaminó hacia las escaleras que daban al porche de la casa.
Yo pasé a la cocina en pelotas, y cogí del frigorífico un par de latas de coca-cola. Salí con las latas en la mano, lo que me produjo mucha excitación, no se por que. Quizá el hecho de llevar algo cotidiano estando en pelotas, o a saber que, pero el caso es que me excitaba mucho ofrecer un refresco a mi vecina estando desnudo y saber que su amiga no perdía detalle de ese momento.
Entonces pregunté a su amiga ¿Seguro que no quieres nada?
Amiga: Bueno, si tienes agua fría.
Yo: Claro… Pasa, y te pongo un vaso.
Entonces la amiga se encaminó hacia la cocina donde yo estaba totalmente en bolas.
Fingiendo total naturalidad, fuí a un armario y cogí un vaso, despues me acerqué al frigorífico y saqué una botella de agua fría.
Yo estaba acojonado, porque me daba la impresión de que mi polla se endurecía por momentos, pero a la vez me encantaba la situación de estar completamente desnudo para una desconocida, en el interior de una casa. La chica echó un vistazo rápido a mi polla, se sonrió, cogió su vaso de agua y finalmente salimos de nuevo a la terraza donde estaba mi vecina todavía totalmente en bolas.
Cuando salimos, noté que mi vecina estaba como celosa porque su amiga hubiese estado conmigo en la cocina durante unos minutos.
Mi mayor miedo era que como estaba anocheciendo, mi vecina decidiese ponerse el bikini en cualquier momento, con lo que yo tambien debería cubrirme o quedar como un exhibiccionista total.
Pero creo que mi vecina lo tenía bastante claro y estaba disfrutanto de verme desnudo tanto como yo de verla a ella.
Así que fué anocheciendo y tanto mi vecina como yo nos manteníamos en pelotas, como echando un pulso para ver quien era el que se rendía antes, y se ponía el bañador.
Yo con la oscuridad me sentía cada vez mas seguro, y si había estado totalmente en pelotas delante de ellas por el día, por la noche me resultaba mucho mas fácil.
Como estaba llegando la hora de cenar, les pregunté que les apetecía. Yo me sentía ya tan cómodo que no reparaba en mi desnudo y menos en el estado de mi polla, que a veces se me ponía a medias, y a veces flaccida.
Entonces mi vecina dijo: "A mi me apetece pizza"
Yo por mi; ok!
Vecina: Bueno, pues entonces pedimos unas pizzas, o si preferís, vamos a por ellas.
Yo: A mi me da igual… como querais. Lo único es que si vamos a por ellas, vamos a tener que vestirnos.
Vecina: Ja, ja, ja, ¿Que pasa, que te da miedo ir así?
Joder con Laurita! Menuda cachondona estaba hecha
Yo: Pues hombre, no es que me de miedo, bueno, la verdad es que un poco si. Además si vamos en pelotas, ni tu, ni yo podríamos entrar a por las pizzas. A no ser que Sandra, que es la única vestida, se baje a por ellas.
Sandra: Por mi, si os apetece ir en bolas, no hay ningún problema, yo conduzco y me bajo a por las pizzas, puede ser divertido, ja,ja.
Yo estaba cada vez mas relajado y seguro, y ya casi no sentía vergüenza porque me vieran en pelotas mi vecina y su amiga, es mas, me sentía orgulloso de mostrarlas mi polla con el glande a la vista, y en determinados momentos en semi erección.
Vecina: Pues si tu te atreves, yo lo hago. Divertido es seguro! ja, ja. Habrá que preguntar a Sandra.
Sandra: Yo, ya os he dicho que por mi no hay problema, vosotros vereis. Si os atreveis a ir en el coche en pelotas, por mi adelante. Yo conduzco, y me bajo a por las pizzas. Ahora, que como nos pare la policía van a flipar, ja, ja.
Yo: Pues venga, todo sea por la aventurilla, correremos el riesgo. Así que no se hable mas.
Y me dirigí hacia el coche.
Mi vecina; Laura, dijo: Por mi tambien perfecto, nunca he hecho algo así y me apetece, me parece divertidísimo. Y así se encaminó hacia el coche por la misma puerta que yo.
Sandra: Pero que zorrilla eres. Ja,ja.
Esto prometía y se notaba ya cierto aire sexual en la situación.
Entonces yo le dije; "Un momento" "Si vamos a ir desnudos, vamos desnudos del todo, -como yo estoy- así que te sobran las sandalias.
Vecina: ja, ja, ja… ¡Que cabrón, salido! ja, ja, ja.
Se despojó de sus sandalias y caminó descalza y desnuda hacia el coche.
Como mi vecina y yo íbamos a ir en pelotas, sin necesidad de hablarlo, nos pareció mas prudente acomodarnos los dos en el asiento trasero.
Sandra conducía, mientras que Laura y yo aparentemente, mostrábamos nuestros desnudos con total normalidad en el asiento trasero y nos reíamos nerviosos. No podía creer que lo estuvíesemos haciendo.
Y digo "aparentemente" porque (al menos para mi) la situación era tan excitante que notaba como a veces la sangre se acomodaba en mi polla, dejándola al borde de la ereccción.
Así, llegamos a la pizzeria, y Sandra dejó el coche en doble fila y se bajó a por la pizzas.
La situación era super excitante, y Laura (mi vecina) se reía nerviosa, y yo estaba muy excitado y tambien nervioso por la situación. En cualquier momento alguien podía venir para sacar un coche aparcado o cualquier otra cosa.
Mientras Sandra estaba recogiendo las pizzas, existía una tensa calma entre su amiga y yo. El tiempo se hacía eterno y tenía muchas ganas de que Sandra volviese y marcharnos, pero a la vez yo estaba deseando el mas mínimo atisbo de complacencia para asaltar a Laura, y así fue.
No hubo mucho preámbulo, y en cuanto se me acercó un poco, me arriesgue, la agarré por la cabeza, y la planté un besazo en los labios. Ella se rió, pero no hizo el mas mínimo amago de rechazo, al contrario, me correspondió y nos fundimos en fuertes besos salivosos. Lógicamente, mi empalme subió al 100% como un resorte casi al momento de besarla, y no se cortó para nada ni se lo pensó y se agarró a mi polla con toda confianza, como si llevara tiempo deseándolo. No me masturbaba, pero la tocaba muy sensualmente.
Yo seguí besándola y como la veía muy receptiva, deslicé mi mano hacia su chochete sin preliminares. Laura no puso objeción alguna, al contrario, abrió mas las piernas y me ofreció su sexo sin disimulos dando paso a mi mano.
La verdad es que no se que tenía mi vecina, pero el caso es que tanto su lengua en mi boca como el tacto de su piel me ponían super excitado.
Le acaricié despacio el coñito, buscando muy delicadamente su clítoris, y mientras tanto percibía como su respiración se acrecentaba, a la vez ella me apretaba la polla con las dos manos y suspiraba.
Estaba claro que estaba excitada y deseaba tenerme dentro, pero yo necesitaba jugar un poco mas y además follármela allí mismo me parecía ya demasiado arriesgado.
Ella estaba salidísima y fue relajando mas y mas su abiertas piernas y entregándose totalmente a mi. Estaba empapadíma. Yo estaba tambien totalmente empalmado, y con ganas de follármela allí mismo, pero me contuve y seguí besándola con lengua a la vez que acariciaba todo su cuerpo. Curiosamente era yo el que estaba poniendo freno a la situación.
Entonces fue ella, la que pasó una pierna por encima de las mías, y se clavó mi polla entera y de golpe, ella solita en su empapado coño. A pesar de ser bastante mas joven que yo, la niña sabía bien lo que se hacía, pues le bastaron tres entradas para tenerla dentro entera. Yo estaba sentado y ella de frente a mi abrazándome y con los pies en los asientos totalmente a horcajadas, por lo que no podía estar mas abierta. De ésta manera tambien Laura podía controlar la cantidad de polla que se introducía.
En ésta posición pasé mis manos por su culo, acariciándole el ano, mientras que ella se notaba que disfrutaba cada vez mas y estaba encantada con la situación.
Por un lado era super excitante, follarse a una chiquilla tan apetecible y entregada en el coche, pero por otro era un poco cortante, pues cualquiera que pasara podía vernos, e incluso la policía podría arrestarnos por escándalo público o al menos meternos en un lío.
Así que le dije a Laura: ¡Para!¡Para!¡Para!
Ella me preguntó ¿Que pasa?
Pues tía, que creo que no es el sitio ni el momento.
Laura: Tienes razón tío, ¡estamos flipando un poco!
Yo: No te preocupes, que ahora al llegar a casa seguimos y terminamos esto.
Laura: Ok! Vas a flipar cuando te pille. ¡No te cortes!
Yo: No te preocupes por eso, que no me voy a cortar, tu si que vas a flipar.
Entonces Laura se agarró otra vez a mi polla empezó a machacármela y me dijo, "Esto si que podemos ¿no?"
Yo ni la contesté.
Laura: ¡Joder vecinito! ¡Vaya pollón que tienes cabrón" Estoy deseando tenerla dentro otra vez.
Yo: Y yo, pero ¿Como lo hacemos cuando lleguemos a casa, si tu amiga está por allí?
Laura: Ja, ja, ja… Anda que a mi amiga le va importar, ver como me follas. Como si fuese la primera vez que me ve follándome a un tío. ¡Menuda guarrilla es! Igual si le apetece, hasta se anima y participa, aunque yo quiero follarte yo solita primera, ja, ja.
Llegó Sandra con dos pizzas, y dijo… ¿que…? ¿os habeis podido aguantar?
Yo me quedé cortadillo, y Laura se rió y dijo: "Pues no!!!"
Sandra: Ja, ja, ja, pero mira que eres puta…. Ya me lo imaginaba. ja, ja, ja.
Bueno, al menos me dejareis mirar ¿no?
Laura: Por supuesto, e incluso participar si quieres.
Sandra: Ja, ja, ja. Bueno…. Todo se andará…..
Yo estaba por un lado avergonzado, y por otro super excitado, mientras Laura, mi vecina seguía, masajeándome la polla sin pudor alguno mientras su amiga conducía.
Yo por mi parte, de vez en cuando deslizaba mi mano por su coñito, que estaba empapadísimo, y como notaba su aprobación y cooperación para abrirse y facilitarme la tarea, continué pasando mis manos por su ano, lo que debió parecerle correcto, pues no solo no se retiró, sino que se posicionaba de forma que me fuera mas fácil acariciárselo.
Si su coñito era una delicia, su culete lo era aún mas, y me excitaba muchísimo sentirla tan entregada, deshinibida y puta.
Estábamos llegando a mi casa, y eso a mi me sobresaltaba, pues estaba empalmado como nunca, y a pesar del calentón me daba un poco vergüenza que Sandra me viesea así.
Llegamos a la puerta, abrió con el mando y pasó el coche. Aparcó, cogió las pizzas, y dijo: "bueno, ya hemos llegado" Sonrió maliciosamente y continuó "Tendreis que salir ¿no?, ja, ja"
Laura dijo: Claro, y cenar.
Reclinó el asiento y salió, sin dejar de sujetarme la polla hasta que estuvo totalmente fuera.
Ahora me tocaba a mi. Me armé de valor (no tenía otra opción) y salí con mi polla como un tronco y una mezcla de vergüenza y exhibiccionismo difícil de describir.
Sandra dijo: "Joooooder" Ja, ja, ja, ¡Vaya cambio! Menudo aparato!!! ¿Pero que le has hecho pedazo de golfa? ja, ja, ja.
Laura: "Yo nada…" Ja, ja, ja.
Sandra: Anda guarrona, termína ésto antes de cenar porque así no se va poder ni sentar el pobre. ja, ja.
Entonces, yo me sentí un poco objeto, mientras ellas no paraban de reirse haciendo bromas sobre mi erección.
Laura se me acercó, me cogió la mano y me llevó a una tumbona mientras Sandra dejaba las pizzas en la cocina.
Me tumbé y Laura en pelotas como estaba se puso encima de mi y empezó a besarme otra vez sensual y sexualmente metiéndome la lengua, mientras con la mano me agarraba la polla con ganas.
En un momento se la metió y dejó caer sus piernas a ambos lados de la tumbona apoyando los pies en el suelo completamente, quedando sentada y con la polla dentro bien a fondo. En ésta posición ella podía controlar bien lo que se metía y manejaba bien la situción. Esta posición le da mucho control a la chica.
De repente salió Sandra, soltó una carcajada y dijo: "Joder, anda que habeis tardado"
Laura contestó entre suspiros: "Ya ves tía, es que venía como una perra en celo"
Bueno pues por mi adelante, seguid, seguid, pero daros prisa para que no se enfríen las pizzas, ja, ja.
Aunque ésto en realidad era una excusa, porque lo que de verdad quería era unirse a la fiesta.
Todavía no se en que momento Sandra se desnudó, y de repente me encontré con su chocho en mi cara. Las chicas se reían, mientras a mi no me había dado tiempo a ver a mi ansiada Sandra desnuda. Solo tenía su chocho en mi cara, que buscaba como acomodarse a mi lengua, asi que se lo facilité todo lo posible.
En cuanto posé mi lengua en el centro del coño de Sandra, ella se tranquilizó y me fué guiando hasta su clítoris. Yo aún no lo había visto todavía, pero al llegar con mi boca a él, me lo imaginé precioso y continué trabajándoselo para que apreciara mi pericia.
Sandra no tardó en relajarse, y dejar que me ocupara de su clítoris produciéndola un enorme placer. Entonces y por primera vez, alargué mis manos y palpé su hermoso culo.
Como Sandra estaba tan buena, ya casi había olvidado que a su vez, me estaba follando a Laura, o mas bien Laura me estaba follando a mi.
Alargué las manos hacia su torso, y pude comprobar como Sandra se había despojado tambien de su sujetador y estaba al igual que nosotros totalmente desnuda. A mi la que me ponía de verdad era Sandra, y tenía muchas ganas de verla completamente desnuda como estaba, pero como Laura seguía cabalgándome, de momento solo me quedaba la opción de chuparla, que no era poco.
Seguí lamiéndola el coñito que ya hacía aguas, mientras su amiga me cabalgaba, y forcé la posición todo lo que pude para dirigirme poco a poco desde su coño hasta su ano. Al principio parecía como que Sandra se cortaba cuando pasaba mi lengua furtivamente de su coñito al culo, pero con lo calentorra que estaba y mi insistencia, se fue dejando hacer, hasta que se relajó y dejó que la hiciese una completa limpieza anal.
Sandra se fue relajando cada vez mas, y era una delicia para mi, tener su culo en mi boca mientras Laura me follaba y se divertía con mi polla.
Como Sandra me encantaba, mi idea era conseguir besarla en la boca, y varias veces tiré de ella hacia mi, pero se resistía, asi que seguí comiéndole coño y culo, y dándole el máximo placer que podía.
Cuando llevábamos ya cierto tiempo, Laura empezó a correrse entre grandes espasmos. Y mi polla seguía al 100% mientras ella se suministraba la cantidad que necesitaba. Fue muy excitante ver a Laura correrse tan fuerte y mover su culo hacia arriba para conseguir acariciar con mi polla todos los rincones de su dilatada vagina.
Entonces se dejó caer sobre mi y retiró a Sandra de mi boca, para tumbarse entera encima mio y besarme apasionadamente mientras mantenía mi polla dentro y tenía los últimos espasmos.
Yo con todo ésto, estaba a punto de descargar en su interior, pero entonces, mi vecina, me dijo:"no, no te corras todavía"
Se sacó la polla, y siguió masturabándome con la mano, y con la boca, pero con la suavidad necesaria para que no eyaculara, mientras que Sandra de rodillas a mi lado tambien me acariciaba el pecho y los huevos. Yo ya casi no podía mas, y Laura me dijo, avísame cuando estés a punto del todo que tengo una sorpresa para ti. Como todo era tan excitante a los 10 segundos de decirme ésto, le dije ¡yaaaaa!
Fue entonces, cuando agarró a su amiga Sandra por la nuca y condujo su boca directamente hacia mi polla. Entonces tuve por primera vez la oportunidad de contemplar el apabullante desnudo de Sandra.
Sandra se tragó literalmente mi polla, mientras con la mano se acariciaba el coño, Laura no soltaba su cuello, y sonreía maliciosamente
Ya no pude aguantar mas y avisé un par de segundos antes, mientras descargada dentro de la boca de Sandra.
Debido a la primera impresión, hizo un mínimo amago de retirarse, pero Laura se lo impidió, mientras la tenía cogida por el pelo y le daba una sonora bofetada en la cara.
Sandra, aceptó su situación de sumisa, y ya no opuso resistencia mientras yo me corría (quizá mas fuerte que nunca) en su boca. Se lo tragó todo, y continuó con mi polla en su boca unos segundos.
Despues, abrió la boca, y se la mostró a Laura, para que comprobase que se había tragado todo.
Laura sonrió, le dijo: así me gusta. Cogio a Sandra por la cintura, la atrajo hacia ella y la morreo con pasión y cariño.
Laura me preguntó: ¿Que? ¿Te ha gustado?
Y lo le respondí: Hombre, por supuesto. Ha sido brutal…
CONTINUARA….
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