Me humillaron con solo 11 años 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Fernadito16.
En la época que tenía 8 años, hablare de mi hermana monica, 4 años mayor que yo,a sus 12 años tenia su melena rubia rizada que le llegaba a los hombros, usaba gafas, le gustaba leer, siempre estaba leyendo, apenas jugaba conmigo,como dije anteriormente mi familia siempre a sido nudista, incluso en casa lo practicábamos, por lo que mi hermana en casa siempre iba como Dios la trajo al mundo, tenía cuerpo de niña, no tenía vello todavía pero tenía unos pechos ya bastante sobresalientes para su edad con unos pezones bastante grandes, nuestra casa era bastante grande y mi hermana y yo teníamos nuestra propia habitación.
a veces entraba en la habitación de mi hermana decorada con los pósters de los grupos musicales de la época, como decía que como le gustaba mucho leer siempre estaba en la cama boca arriba leyendo un libro, la pierna izquierda doblada por la rodilla y la derecha colgando por el lateral de la cama, por lo que la visión de esa vulva rosa dita medió abierta que me daba la bienvenida a la habitación, todavía la tengo en la mente y que me excita recordándolo, todavía no se me había despertado el instinto sexual, siempre le tenía que suplicar a mi hermana si quería jugar conmigo a las cartas o los dados, incluso a las canicas aunque siempre me acababa ganando a todo y acabábamos peleados.
Recuerdo que mi madre lo quería tener todo limpio, por lo que siempre reñíamos que llevar una toalla un trapo para sentarnos en las sillas y el sofá para no mancharlo ya que como iba desnudo y a veces cuando iba al lavabo y hacia caquita no me limpiaba bien y acababa ensuciando o alguna silla o el sofá, por lo que mi madre puso esa norma de llevar un trapo y ponerlo antes de sentarnos, hubo una temporada que cuando terminaba del servicio llamaba a mi madre para que me limpiara el culito, cuando estaba listo lo que tenía que hacer era meterme en la bañera y ponerme en pompa y llamaba a mi madre a gritos
– mamá ya he terminado
– Ya voy.
y allí estaba mi madre abriendo el grifo de la bañera y dándome un buen repaso a mi ano y dejándolo reluciente, había días que mi madre estaba liada con sus tareas y mandaba a mi hermana a limpiarme, me daba un poco de vergüenza pero a ella le daba bastante asco, incluso le daban arcadas cada vez que le tocaba a ella limpiarme el culito
– a ver cuando aprendes hacerte tu esto, ya eres grandecito
– Mamá no me deja, dice que me lo dejo peor
Cuando mi hermana terminaba de secarme siempre me hacía la misma broma, como estaba en esa posición con las piernas abiertas y en pompa mi hermana tenía la visión de mis huevecitos colgando, por lo que ella les daba un toque con el dedo, no se como explicarlo, como si te sacaras un moco lo tienes en el dedo y lo lanzas con todas tus fuerzas, no sé si me he explicado bien, jajaja, pues bueno me hace bastante daño, enseguida me ponía recto con los pies cruzados y con la mano me estrujaba los huevos y la picha con todas mis fuerzas para que se fuera el dolor causado por mi hermana, ella se iba corriendo y riéndose,
Un día que mis padres no estaban, habían salido a comprar y estarían toda la tarde fuera, nos quedamos mi hermana y yo solos en casa, ella estaba en su habitación como siempre leyendo, yo estaba aburrido no sabía que hacer, me entraron ganas de hacer pipí, fuy al cuarto de baño y antes de hacer pipí vi el cesto de mimbre que tenemos en el cuarto de baño donde ponemos la ropa sucia, estaba la tapa en el suelo y fue a cerrarla, mire en el interior y había unas bragas usadas de mi hermana, no se que paso por mi cabeza pero las cogí, eran rosas con dibujitos, la tela era muy fina y me gustó el tacto con las manos, y cuando me quería dar cuenta las tenía puestas, detrás de la puerta del baño tenemos un espejo de cuerpo entero, por lo que cerré la puerta y hay estaba viéndome en el espejo con unas bragas de mi hermana puestas que se transparentaba mi picha, pero el tacto con ella y cuando pasaba las manos por todas las partes de las bragas pegadas a mi cuerpo, sentía algo que nunca había sentido, me daba la vuelta para ver como se me veía el culito en el espejo, en ese momento la puerta del cuarto de baño se abrió de golpe, era mi hermana que se quedó con la boca abierta al verme con sus braguitas puestas, yo me quede sin saber que hacer, me había pillado, no se me ocurría ninguna excusa.
– pero que haces con mis bragas puestas
– No se.
estaban aquí .
y.
– vaya si parece que tengo un hermano mariquita.
Ya no sabia que contestar se me llenaron los ojos de lagrimas, y con las ganas de hacer pipí que tenia, me empecé a mear con las bragas puestas delante de mi hermana, el chorro era lo bastante importante para salir de la bota guita y caer por mis dos piernas y hacer un charco alrededor mío y mi hermana mirando y yo sin parar de llorar.
– vale , tranquilízate no pasa nada
Se hacer o mi hermana y me abrazo con fuerza, ella bajo las manos hacia las braguitas y las deslizo por mis piernas abajo, estaban empapadas de mis orines, las metió en el cesto y me introdujo en la bañera y me ducho, cuando me estaba secando fue cuando salieron mis palabras entrecortadas
– se lo dirás a papá y mamá
– No, será nuestro secreto, por lo que me debes una
– Haré lo que me pidas, te lo prometo
– De acuerdo, pero dime la verdad te gusto ponerte mis bragas
– Si
– Es la primera vez que lo haces o ya lo habías echo anteriormente
– No, te juro que ha sido la primera vez
– Sabes una cosa, siempre había deseado tener a una hermanita, los sueños se cumplen
Y me dio un beso, estaba feliz se le veía en la cara, no lo entendía bien pero después de ese día ya no seria lo mismo con mi hermana, siempre se aprovecharía de la situación de ese día, empezó a chantajearme de contárselo a mis padres o a las vecinas y amigos si no hacía todo lo que pedía
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