Me humillaron con solo 11 años 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Fernadito16.
Pasaron los días, llegó el jueves era el día de la semana que había reunión vecinal, cada semana íbamos a un piso de nuestro bloque a pasar la tarde, esta semana tocaba en el piso de Raquel y Natalia su hermana,también iba al piso la familia de Rosalía, total en el piso nos juntábamos tres familias, yo estaba contento ya que me llevaba muy bien con las tres, bueno más con Raquel, me hacía tilín, mi hermana se metía conmigo ya que decía que era mi novia, total que los papás siempre acababan en el bar de la esquina bebiendo y jugando a las cartas y las mamás en el comedor criticando a todo el vecindario, o viendo la telenovela de la televisión, todos los niños nos encerrábamos a jugar en una habitación.
Antes de salir de casa nos disponíamos a vestirnos para subir al piso de Raquel, cuando iba para mi habitación, en el pasillo vi que mi hermana habría la puerta y me lanzaba algo que cogí al vuelo, nada más tocarlo me di cuenta lo que era, las braguitas de mi hermana, las mismas de aquel día, la miré con cara de no saber nada.
– póntelas
– Que dices, por que?
– Por que te lo digo yo, o se lo digo a mamá lo del otro día
– No me hagas esto Monica, por favor
– Tu mismo
Me metí en la habitación y no tuve mas remedio que ponerme las braguitas, metí una pierna, la otra y empecé a subirlas hasta ponérmelas.
, ese roce con mi piel me excito de sobremanera, tuve una ereccion, con solo el roce de las braguitas con mis huevos y mi picha, era mi primera ereccion sin tener que frotarme con la sábana por la noche, me miré en el espejo de la habitación y hay estaba solo con la ropa interior de mi hermana puesta, en el espejo no se veía apenas como tenía la poya ya que era insignificante el tamaño, tenia encima de la cama la ropa que me tenía que poner, ya me la había preparado mi madre, pantalones cortos azules de gimnasia, camiseta blanca y zapatillas de deporte, me vestí y me miré al espejo otra vez, y hay estaba como un niño normal, solo yo y mi hermana sabíamos lo que llevaba puesto.
– vamos niños que llegamos tarde como siempre.
Ya estaba mi madre gritando como siempre, salí de la habitación y salimos al rellano, mi hermana estaba al lado mío y me susurró al oído,
– Las llevas puestas verdad
– Siiii, cállate
Subimos al piso de Raquel, ya estaban todos, como decía mi madre, siempre los últimos, los padres no perdieron el tiempo en bajar al bar, nosotros nos fuimos a la habitación, Raquel estaba espectacular con un vestido de flores, creo que eran margaritas, unos zapatos de charol y calcetines blancos, allí estábamos mis tres vecinas, mi hermana y yo, Raquel saco el último juego que le regaló su tío, era una máquina, recuerdo que se llamaba Twiter o algo parecido, era un tapete grande lleno de círculos de colores y un tablero con los mismos colores que había en el tapete donde giraba una flecha y caía en un color, los que estábamos en el tapete teníamos que poner los pies y las manos en el color que había tocado, supongo que ya sabéis del juego que digo, pues bien después de discutir quien empezaba a jugar y hacer un sorteo, le tocó a mi hermana estar en el tablero y todos los demás en el tapete, giro la flecha
– azul
Todos descalzos,pusimos uno de nuestros pies en el azul
– amarillo
Yo puse el otro pie en el círculo amarillo, Raquel y su hermana utilizaron una de sus manos y Rosalía utilizó el otro pie como yo, nos lo estábamos pasando pipa, no parábamos de reír, cada uno de nosotros tenía una posición dentro del tapete imposible de describir, tenia las piernas abiertas y veía a Raquel bocarriba debajo de mis piernas sin parar de reír, entonces me di cuenta, al estar en esa posición con las piernas abiertas, los pantalones cortos que llevaba estaban muy abiertos por lo que si me miraba Raquel desde abajo tenía una perspectiva muy buena de la ropa interior que llevaba, por lo que me estaba viendo las bragas, incluso yo mismo me las veía reflejadas en las pupilas de los ojos de Raquel, y como se transparentaba todo veía mi picha, si mi picha con un redondel mojado en la punta de mi picha de cuando me había excitado, incluso Rosalía que estaba detrás mío también veía por la parte de mi pierna salía los bordes de la braguita ya que los pantalones de los laterales se habían subido, las risas se cortaron en seco y Raquel me pregunto desde la posición que estaba
– usas bragas
No sabia que decir, me levante y me acomode los pantalones para intentar tapar las braguitas, miraba a todas partes para dar tiempo a ver si se me ocurría alguna excusa barata que fuera creíble, pero nada
En ese momento miré a mi hermana para pedirle ayuda, por lo que ella se dio cuenta de mi desesperación.
– si hoy a tenido que ponerse unas braguitas mias, la lavadora se nos estropeó la semana pasada y todavía no han venido a repararla, y el pobre se quedó sin ropa interior hoy antes de subir, y se las he prestado.
Bueno era una excusa bastante buena, no se me habría ocurrido a mi, creo que se la tragaron.
– y te quedan bien ? Pregunto Natalia.
– Te sientes cómodo
– te gusta llevarlas
No paraban las preguntas de las tres niñas, y mi hermana dijo
– por que no te quitas los pantalones y les enseñas a las vecinas como te quedan mis braguitas
Me quede mirando a mi hermana con los ojos como platos, no podía creer lo que acababa de decir mi hermana, que me quitara los pantalones que me quedara en bragas delante de cuatro niñas, mis vecinas.
– si mi hermano se quita los pantalones, prometerme que no se lo diréis a nadie, prometido?
– Prometido.
Las tres vecinas al unísono respondieron al momento, mi hermana me miró y me hizo una señal para que me bajara los pantalones.
no podía hacer otra cosa era una encerrona por parte de mi hermana, ya sabía lo que pasaría si no lo hacía por lo que puse las manos en el elástico de los pantalones y me los baje poco a poco hasta los tobillos, la camioneta que llevaba por lo menos me tapaba hasta la mitad de las bragas,por lo que mi hermana rompió el silencio de aquella habitación.
– quítate también la camiseta.
Me la quité sin contestar a mi hermana, allí estaba completamente desnudo ya que las braguitas de mi hermana se transparentaba todo con los pantalones en los tobillos, Raquel y compañía no se le escapaba ningún detalle, ni siquiera parpadeaban,
– date la vuelta, enséñanos el culo
Dijo la más pequeña de todas, le hice caso, saque los pies de los pantalones para no caerme y darme la vuelta con más facilidad, enseñando mi trasero con las manos cruzadas delante y de los nervios empecé a pellizcarme la picha, me di cuenta que las bragas estaban mojadas en la zona del prepucio, asín estuve un rato mientras mis amigas y mi hermana se deleitaban con las vistas, yo seguía con los pellizcos a mi pitó.
– vamos niños que hay que ir a cenar, vamos a casa.
Todos pegamos un salto, quedaba unos segundos para que la puerta de la habitación se abriera y entrara mi madre y me viera allí en medio de la habitación en bragas, creo que tarde un segundo en ponerme los pantalones y la camisola, cuando abrió mi madre la puerta y asomó la cabeza ya estaba vestido.
– uy que cara de asustados tenéis todos, parece que habéis visto un fantasma en pelotas
Nos echamos a reír todos, ya que fue por los pelos
Continuará.
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