Me miras, te miro (3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por bicho1969.
Cierto día de junio, mi cumpleaños para ser exactos, Bea me llamó para pasar la tarde juntos. Ella traería el coche e iríamos a un sitio de la costa. Me pareció perfecto. Llegó pronto, sobre las dos de la tarde y nos fuimos en seguida. Ella vestida con una falda larga, zapatos bajos y una blusa cerrada hasta arriba. Muy discreta como siempre. Me encanta.
Enfilamos la autovía y ella me dijo, “Desnudate”.
¿Entero?, pregunté yo.
Si. Quitátelo todo.
Yo me quité todo y desnudo me quedé esperando que se le ocurría esta vez. Mientras conducía y sin mirarme me cojió la polla masajeándola para ponermela dura. Cuando la noto tiesa la miró un momento.
¿Qué se te ha ocurrido?
Ya verás.
Estuvimos así unos 30 minutos. Fianlmente cojió la salida de la autovía a un pequeño pueblo de la costa. La miré. Ella seguía conduciendo como si nada y yo pensaba que entraría en el pueblo conmigo empalmado y desnudo al lado. Paró a un par de kilometros del pueblo. Paró el motor y se bajó del coche.
Ven. Es por aquí. Me dijo.
Al lado un sendero que se metía en el bosque. Yo bajé y desnudo la seguí. Sentía el aire y el sol en la piel. Estaba muy caliente. Ella se paró en un arbol cercano y se desnudó también. “Así estamos igual, ¿no?”. Me deleité mirándola desnuda. Me gustó la situación. Llevaba el sexo arreglado, sin afeitar. Los pezones pequeños y muy duros. Pero su culo es lo que siempre me ha gustado más. Ella siguió caminando hasta una casa. Llamó a la puerta. Nadie respondió. Era la casa de la playa de una amiga y no habría nadie. Pero eso lo sabía ella. Yo casi me corro imaginando que alguien pudiera salir y vernos así.
Ella me hizo vestir. Pero no ella que siguió desnuda. Bebimos y comimos. Yo a ella con los ojos en todo momento.
Se que esto te encanta y por eso lo hago solo para ti.
¿Qué será?
Voy a masturbarme para ti.
Se sentó en un sofa y separando las piernas me mostró su sexo en toda su plenitud. Se masturbó con los dedos. Me mostró cada movimiento. Cada respiranción. Oí cada gemido, cada sonido. Ella se afano en darse placer mientras me miraba a los ojos. Yo con la polla tiesa dentro del pantalón. Abrí la bragueta y la saqué, me masturbé delante de ella. Ambos a la vez como si estuvieramos haciendo el amor. Como si yo la tocara a ella y ella a mi. Ambos nos corrimos a la vez. Sentí sus espasmos y su orgasmo, tanto como ella el mio. Nos amamos.
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