Mi chica infiel en el mar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola amigos! hace algo de tiempo que publiqué mi primer relato. A partir de aquella aventura de mi novia en mi estudio, nuestra relación se tornó muy abierta.
En fin. Resulta que después de meses de haber planeado asistir a un congreso a una bellísima playa de México, y después de estar un par de meses fantaseando con lo mucho que me divertiría con las compañeras que iban, mi novia me dio la sorpresa de que ella me acompañaría (cosa que no me desagradaba para nada, pues el sexo salvaje estaba asegurado).
Al final se llegó la esperada fecha. El primer dia fue algo cansado debido al viaje, asi que el sexo que tuvimos no merece la pena ser mencionado (fue delicioso, pero nada comparado con lo que seguiría).
Cabe mencionar que mi chica se llama Mariana, de una bella complexión, una linda e inocente cara, cabello castaño lacio, abundante trasero y senos muy agradables a la vista (y mucho mas al tacto), yo no soy nada especial, no soy gordo, no soy flaco, tengo algunos tatuajes por el cuerpo, cabello largo, en fin, en esta primera parte de la historia yo no soy el protagonista.
Desde el primer día noté que había asistentes de ambos sexos muy agradables (al trato y a la vista). En especial noté a un par de chicas que parecía eran pareja, eran extremadamente sensuales, las dos poseían figuras bellísimas, pero lo que más llamaba mi atención eran sus tatuajes (lo sé,es uno de mis fetiches) que estaban en perfecta sintonia con sus hermosos cuerpos y agradable presencia. Me detengo aquí con estas chicas, pues serán protagonistas de la segunda parte.
Noté también que a Mariana no faltaba quien se quedara mirándola con total descaro, yo no me inmutaba, al contrario, lo disfrutaba y por lo visto ella también, pues discretamente volteaba a mirar especialmente a un hombre que estaba a un par de metros en la alberca. Discretamente miraba a nuestro vecino y se mordía los labios, se notaba que le encantaba ponerlo a tono.
La noche de aquel primer día, en la disco del hotel bebimos como si no hubiera mañana, pero yo bebí demasiado, el alcohol me mató, de repente ya no podía levantarme de mi sillón. Mariana dejó de beber a tiempo y no estaba tan borracha como yo,me llevaba agua para intentar que reviviera (imagino que pensaba en que si me emborrachaba demasiado no podría hacerle el sexo como es debido, demasiado tarde para mí, mi alma ya daba vueltas ajajajajja). Yo le dije que no se preocupara, que en cosa de minutos me repondría (mentía, estaba super ebrio), que ella se divirtiera un momento y yo la alcanzaba.
Las luces me golpeaban la mirada, todo me daba vueltas, no sabía mucho de mi. De pronto en aquella confusión, le puse atención a Mariana, bailaba descuidadamente con el compañero que estaba cerca de nosotros en la alberca horas atrás, platicaban de cerca, todo alrededor era fiesta, se reían. De pronto él le preguntó algo y ella apuntó hacia mi con la mirada, el rió y siguieron bailando. Cada vez el baile era mas candente, se acercaban más, sus cuerpos se pegaban más y más. Yo miraba ya olvidando mi borrachera con una gran curiosidad ( y excitación) aquella linda escena. En algún punto noté que se besaron levemente, ella se alejó un poco y con cara picarezca le negaba con la cabeza, él rió y siguió intentando besarla nuevamente. Mariana miró hacia donde yo me encontraba y yo me hice el loco, entonces creo que se decidió, le plantó un gran beso que duró varios minutos, para mi una eternidad. Yo estaba super excitado y debía fingir estar medio dormido de borracho.
En ese dilema estaba yo cuando se me acerca Mariana junto con su acompañante y me dice:
"olvidé un par de cosas en el cuarto, ahora vengo, te traeré algo para que bajes tu borrachera"
Me planta un beso y se va seguida muy de cerca por aquel compañero.
Yo volví a mi estado anterior, me olvidé un poco de aquella escena y seguí batallando por estar consiente jajajaja.
Pasaban los minutos y recordé que mi chica se había largado para el cuarto con aquel acompañante y yo ahí sentado. Me levanté y caminé a toda prisa tratando de recordar cuál era mi condenado cuarto. Aquel hotel tiene una disposición arabezca, los cuartos son mas bien bungallows estilo arabe muy bonitos, aquello era como un laberinto para un borracho,
Por fin llegué, el cuarto era de dos pisos, la planta baja era una pequeña sala y en la planta alta estaba el cuarto. No traía llave, pero me conozco tanto que al ser un olvidadizo siempre dejo una ventana abierta, en este caso la puerta de la terraza.
Me introduje lo más sigiloso que pude, lo primero que vi es que había mucha ropa tirada por todos lados, subí las escaleras y me dirigí hacia el cuarto, que para mi fortuna estaba abierto, una pequeña luz iluminaba dos cuerpos. Eran mi novia y su acompañante fundidos en un pasional beso. Estaban desnudos, ella masajeaba con una mano sus testículos debajo de su erecto pene, con la otra tomaba con dureza un glúteo. Las manos de el se ocupaban de su seno y su vagina. Ella soltaba gemidos de placer y hacía movimientos de vaivén con su cadera (señal de que le estaban entregando gran placer).
Así pasaron varios minutos, recorriendo sus cuerpos con las manos, conociéndose. De pronto ella lo arroja a la cama con violencia, él un poco sorprendido por el movimiento (estaba a punto de darse cuenta de que él no se iba a tirar a nadie, sino que a él se lo tirarían) la mira mientras ella casi de un salto se sienta sobre su cara y se deja caer sobre su cuerpo, convirtiendose eso en un 69 de lo más cachondo. Ella comienza a gemir al ser devorada por él, toma su pene con las manos y lo masajea, pero su boca se va sobre los testiculos (a ella le encanta jugar con ellos) los succiona con rudeza, él se sorprende de aquello pero continúa (no sabe lo que le espera). Yo a esas alturas soy una hoguera, ya estoy tocandome excitado. En un momento ella se introduce todo el pene en la boca, toma los testiculos con una mano y juega con ellos, él no puede estar mas excitado. El momento cumbre llega cuando ella sorpresivamente y sin pedir permiso le mete todo un dedo en el trasero, él pega un brinco asustado y sorprendido, yo tengo que contenerme la risa.
Ella le dice: "Qué pasa? sigue devorándome cabrón! puedes hacerme lo mismo!"
El pobre hombre ya está en un punto de no retorno, así que también profana su ano, le introduce un dedo y siguen en ese interminable 69.
Después de un orgasmo intenso, Mariana se levanta, le pone un condón, toma el pene entre sus manos y literalmente se deja caer sobre él. comienza una increíble cabalgata, termina un par de veces y se gira siguiendo con la violenta cabalgata.
El hombre está a punto de correrse pero ella no lo permite, se levanta y le arruina un orgasmo venidero. Cuando ha pasado el peligro de que termine, continúa. Ahora ella se recuesta y le deja terminar el trabajo, el pobre amigo, casi al borde del desmayo comienza un ir y venir que en un par de minutos culmina en un orgasmo épico.
Yo tenía varios minutos de haberme venido, lo hice sobre una toalla para no dejar evidencias en el piso.
Aún después me di el lujo de mirarlos contemplarse después de un sexo digno de peli porno. Se llegó el momento de mi huida, salí por donde mismo que había entrado. Corrí de regreso a la disco del hotel con una gran sonrisa y me senté en el mismo sillón. Estaba tan relajado que hasta me dormí. A los minutos mi chica me despierta y me pregunta cómo estoy. Le respondo que ya menos ebrio, que si ya podemos irnos. Nos levantamos y partimos hacia el cuarto.
Creo que los dos dormimos exhaustos y con una gran sonrisa.
Su parte de la historia culmina aquí, pronto publicaré lo que pasó al siguiente día, todo por un golpe de suerte con ese par de bellezas tatuadas que había visto horas antes. Pronto……..
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