Mi Despertar al Exhibicionismo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Macho34.
Sucedió hace muchos años, yo tenía 15 años y habían dejado a mi prima de 10 años en mi casa, donde sólo vivíamos mi madre y yo. Sus papás le habían dicho, antes de irse a hacer compras, que se portara bien y que ayudara en los quehaceres de la casa si así se lo pedíamos. Naturalmente, la dejábamos retozar y que viera la televisión, no la poníamos a hacer nada; yo tenía un gato y cada tantos días, antes de bañarme le lavaba su arena pero era una tarea un tanto complicada porque había que cuidar que el gato no entrara a hacer sus necesidades en ése lapso, echar agua con la manguera, poner nueva arena, secar la tarja… en fin. Yo, para hacer todo eso me desvestía y sólo me quedaba en boxer. Se me ocurrió pedirle ayuda a mi prima y la llamé…
Ella no se desconcertó al verme sólo en calzoncillos porque entendía la magnitud de la labor, en ése momento tampoco a mi me pasó por la mente algo morboso. Le dije, tú sólo echas agua con la manguera y me vas pasando las cosas que te diga y cuidas la puerta para que el gato no entre. Me puse en cuclillas y empecé a tallar la tarja, por aquí y por allá, una vez lista, le dije… -Échale agua aquí, ahora aquí… acá… Pero el agua no la echaba en donde le decía… Cuando volteo, noto que tiene su vista clavada en mi entrepierna, justo por la abertura de mi boxer y a mi se me asomaba la cabeza del pene. ¡Ella tenía los ojos como plato! Como un poco asombrada. Inmediatamente pensé el cubrirme, pero algo despertó en mi al sentirme observado y empecé a disfrutar aquella sensación y mi pene empezó a tener una ligera erección.
-"¡Que le eches más agua aquí!" Le ordené, para que regresara a la situación. Y así lo hizo. Pero para darle un gusto a su curiosidad, me ladeé un poco para que se asomara un poco más mi pene y se regodeara con aquella visión. No sé cómo sucedió (después intenté recrearlo a solas sin mucho éxito), pero mi pene no estaba erecto, sólo se puso gordo y me colgaba por un lado del calzón, como si de un salchichón se tratara. Juro que si hubiera puesto una rodilla en el piso y agacharme un poco más, hasta habría podido arrastrar el glande por el suelo. De vez en vez, volteaba para ver su reacción de mi prima, que no podía creer lo que estaba viendo.
Fue cuando le dije:
-¿Qué ves?
-Tu cosa.
-No se llama "cosa", se llama "pene." ¿Nunca habías visto uno?
-Sí sé que se llama "pene" y sí he visto.
-¿Ah sí? ¿Y cuáles has visto?
-El de mi papá y el de mi hermano pero no lo tienen así de grande… ¿Tú por qué lo tienes así de grande y te cuelga tanto?
-Porque así debe ser un pene.
Me incorporé y el bulto que se notaba era considerable. Notaba que su instinto le ordenaba hacer algo aunque ella era muy chica para entenderlo, pero se notaba. Yo sé que era muy inocente en ése entonces pero la naturaleza juega con los impulsos aunque uno no lo quiera. Quedó de pié enfrente de mi y se quedó congelada viendo mi pecho, sin saber qué hacer. Pero era muy chica y yo no quise, tampoco me apetecía mucho en ése entonces en el que yo contaba con 15 años y el mayor deseo de todo adolescente es ver unas chichotas y una vagina peluda. Así que sólo la abracé por unos segundos, la hice a un lado y le dije… "Ya acabamos." Y salimos del baño.
Pero desde ése momento descubrí, que me gusta que me observen. También, descubrí que mi pene era grande. Al tiempo me di cuenta que es de esos de buenas proporciones y por eso no me da pena mostrarme. Me excita mucho.
Después subiré más experiencias que he pasado. Me gusta analizar el comportamiento femenino en relación con éstos aspectos. Espero que les haya gustado mi relato.
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