mi hermana mayor y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primera vez.
No se cuando comenzó, es como el recuerdo de un sueño, o tal vez es solo eso, aunque esta claro y preciso en mi mente.
Yo apenas iba a la escuela, tendría 4 o 5 años supongo, cuando sucedió este recuerdo en el que mi hermana Carmen 7 años mayor que yo y yo nos bañamos juntos. Seguramente ya había sucedido antes, pero esa ocasión es la que recuerdo vívidamente mente. Mi hermana tendría 11 o 12 años, analizando desde mi perspectiva actual el antiguo recuerdo puedo decir que Carmen ya empezaba a sufrir los cambios de la adolescencia, era muy flaquita, muy espigada, daba la impresión de ser mas alta y de mas edad de la que tenía, morena, de rasgos amerindios, ojos cafés un poquito rasgados, con el pelo negro azabache totalmente lacio cayendo casi hasta su cintura. Mencionare que mi madre es de rasgos mas bien de indio americano y mi padre es mas bien de orígen europeo, y nosotros sus hijos mas que salir como una mezcla adquirimos cada uno rasgos distintos, yo me parezco mas a mi madre y mi hermana a mi madre. Mi hermana ya empezaba a tener las curvas de una señorita, la recuerdo totalmente desnuda frente a mi en la regadera, el agua caliente cubriendo todo su cuerpesito de casi niña, cuerpo que desde entonces consideré hermoso, maravilla de espectáculo rodeado de una niebla vaporosa de baño caliente que le confería cualidades de flotar en las nubes como una pequeña angelita desnuda cubierta de agua.
Clara muy vividamente recuerdo sus pequeñas tetitas apenas sobresaliendo de su pecho, en una forma de gota muy linda, con unos pezones obscuros y puntiagudos, su abdomen muy plano de niña delgada ágil que daba paso a unas caderitas pequeñas en las que ya se notaba esa deliciosa curva del talle femenino, caderas que enmarcaban de manera perfecta una delicada vulva que parecía ser cálida y suave con unos poquitos vellos negros finos un poco rizados en la punta inferior del bendito triángulo invertido que cubría una vagina virgen de la que solo se adivinaba el borde superior de unos lindos labios mayores. Mas abajo unas piernas muy largas de gacela joven, morenas, de aspecto ágil que le daban una delicadeza orgánica como de un animal salvaje, finalmente por detrás, debajo de su cabello negro empapado, unas nalgas firmes, redondas, de buen tamaño, para una niña de su edad, tonificadas por el ejercicio, al igual que todo su cuerpo, pues en esa época y durante los años siguientes, mi hermana jugaba mucho al voleyball lo cual ayudó a darle esa forma tan femenina a su cuerpo.
Esta imagen se repitió algunas veces mas, pues al parecer a mi hermana le gustaba bañarse con su hermano pequeño, para ese momento no podría decir que la imagen me excitaba sexualmente, pero si recuerdo que disfrutaba mucho ver a mi hermana desnuda bañándose junto a mi, me parecía un espectáculo hermoso que mi mente de niño veía aún con inocencia. Lamentablemente y probablemente debido a la entrada por completo de la adolescencia de mi hermana dejamos de bañarnos juntos, pero esos recuerdos siempre estaban presentes en toda mi niñez, tal vez esto marcó mi vida pues empecé a desarrollar una especie de admiración, deseo y amor un poco mas allá del normal por mi hermana Carmen,
Recuerdo que cuando ella tendría unos 13 o 14 años y yo 6 o 7 podía observarla por horas enteras sin que ella tomara muy en cuenta mi presencia, la veía llegar del colegio muy sudada y asoleada por lo que al entrar a casa se quitaba el suéter del uniforme y se acostaba en la cama para dormitar, ratos en los que yo la recorría una y otra vez con una mirada atenta, su cuerpo era ya el de una adolescente su tetas ya no eran tan pequeñas si no que ya se notaban bastante debajo de su blusa escolar, lo mismo pasó con sus nalgas que gracias al milagro del ejercicio diario adquirían un tamaño, redondez y firmeza que seguramente empezaban a llamar la atención de alguien mas que su hermano pequeño. Así la observaba fijamente todo el tiempo que me era posible, recorria su talle, la silueta de su cuerpo ya de hembra un tanto obsesivamente. Lo que sentía en ese momento era algo muy extraño, era como el punto antes del placer sexual, era un placer intenso pero aún no genitalizado, por así decirlo.
Mi hermana se convirtió poco a poco en una adolescente muy sexy:el uniforme escolar, el pelo a veces lacio a veces rizado, su cuello muy delgado y largo, comenzó a usar gafas para corregir el astigmatismo,le pusieron brackets para corregir los dientes, los cuales ella escogió de colores. A pesar de su aspecto que podría ser el de una nerd, ó lo era, pues hasta donde recuerdo siempre fue la mejor en clase, todo su aspecto de lentes, brackets, coletas…etc. contrastaba con esos rangos nativos, piel morena, pelo largo, muy negro y sobre todo ese cuerpo mas frondoso y sexy que el de la mayoría de niñas de su edad, esa mezcla de agua y aceite, por así decirlo la dotaba de una sensualidad de lolita intelectual y salvaje única, que estoy seguro no era yo el único en admirar, pues recuerdo como desde los 13 o 14 años le contaba a mis papás lo atentos, serviciales y complacientes que eran tanto sus profesores como sus compañeros, que seguramente lo único que querían era tirársela, y no los culpo en realidad, pues al recordarla es lo que yo quisiera hacer.
Luego vino su fiesta de 15 años de la que tengo fotos que atesoro a la fecha. Yo viví de cerca todo el proceso, desde los preparativos, ensayos, pruebas, maquillaje, etc..en los que yo nunca me deje de admirar, observar y desear de manera aún inconsciente a mi hermana. Vivamente recuerdo lo hermosa que mi hermana Carmen se veía en la fecha de su fiesta muy bien maquillada con unos labios alargados y rojos, sus ojos sombreados, un peinado alto elegante enmarcado por una diadema de princesa, su vestido largo y blanco hasta los tobillos resaltaba su figura delgada, femenina, mas por el corsé con un pequeño escote que resaltaba sus tetas ya de mujer, que, aunque no enormes si de un tamaño totalmente armónico a su cuerpo, en fin mi hermana era una verdadera princesa, pero esos rasgos salvajes de india hermosa le daban un aspecto mas lasivo que tierno.
Carmen parecía de mas edad de la te tenía, ahora que pienso si alguien hubiera dicho que no eran sus quince años si no su boda, nadie lo hubiera dudado.
Así pasó el tiempo en el que yo no paraba de admirar secretamente la belleza de mi hermana y ya desde los 9 años comencé a intentar espiarla, casi sin saber porque lo hacía solo lo intentaba una y otra vez, mi mejor recuerdo de esa edad es que conseguí verla en ropa interior fingiendo entrar descuidadamente a su habitación cuando calculé que se cambiaba la ropa. Mi hermana a sus 16 años era ya toda una hembra de campeonato: la vi sentada de espaldas en la cama con solo una tanga de encaje blanco por la que se transparentaban sus dos nalgas redondas, amplias, firmes, que con la posición sentada se ensanchaban y marcaban mas su diminuta sensual y tersa cintura, luego un sostén también de encaje pequeñito que dejaba entre ver unas tetas de buen tamaño, no enormes pero redondas, paraditas y de forma perfecta en gota…ella solo se volteó y me dijo: -salte que me estoy cambiando.
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