Mi mujer y yo en el estacionamiento de una plaza comercial
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquella tarde mi mujer se vistió muy casual, con unos jeans súper entallados, mis favoritos pues parece que su gran culazo terminará por reventar la tela, debajo llevaba una tanguita de encaje negra con rojo, de hilo, se le veían unas nalgas y piernas impresionantes, arriba llevaba una camisa señida desabotonada para dejar ver su escote provocado por un bra push up de los mismos colores y tela que su tanguita, fuimos a comer a una plaza comercial y a hacer unas compras, yo tan solo de verla moviéndose entre los pasillos y tiendas de la plaza me calentaba y aún más que muchos hombres no podían dejar de voltear a ver el culazo de mi mujer, eso me calienta mucho.
Al terminar las compras llevamos las cosas al auto, la parte del estacionamiento estaba muy vacía y ya oscura, no había ningún auto cercano al nuestro y un impulso me llevó a besar a mi mujer apasionadamente, la recargue en el auto y comenzó a apretarle las ricas nalgas y después de un rato de besos eufóricos a un costado del auto, nos olvidamos de dónde estábamos y nos empezamos a meter mano bajo la ropa, me pidió que me subiera al auto y así lo hicimos los 2, una vez dentro del auto me bajo el pantalón y el bóxer y me regaló una mamada deliciosa, pues mi mujer tiene un don para eso, maneja su lengua con gran maestría y succiona que te vienes! Antes de que me corriera en su boca, yo estaba recostado en mi asiento y ella agachada disfrutando de mi pija, la incorporé para besarla y meti mi mano bajo su camisa, desabotonando un poco más su camisa y meti mi mano bajo su pantalón y tanga y le estaba dando dedo muy rico, ella cerró los ojos y gemía muy rico, en eso una luz que provenía detrás de mí, de la ventana de mi puerta iluminó la cara y cuerpo de mi mujer y tocaron el vidrio, enseguida de un sobresalto nos separamos, saque las manos de donde las tenía y ella intentó cubrirse con las manos.
Era un oficial de seguridad de la plaza y nos pidió enérgicamente que bajáramos del vehículo de inmediato.
Ya apenas y pude meter la verga de nuevo al pantalón pero sin poder ocultar del todo mi ereccion, ella bajo abotonando un poco su camisa pero con los jeans abiertos mostrando un poco de su tanga, el oficial de inmediato nos pidió documentos y sacó unas esposas y su radio, nos iba diciendo que estábamos cometiendo faltas a la moral en lugares públicos y que era motivo de arresto y me pidió que me apoyara en el auto con las manos atrás para esposarme y que iba a llamar a su refuerzo para que esposara a mi mujer.
Mientras nos decía todo esto, el no dejaba de mirar el escote y la tanga de mi mujer, la veía de arriba abajo con una mirada perdida, le empezamos a pedir que nos entendiera que era nuestro aniversario y que nos había ganado la calentura pero que ya nos íbamos, que nos dejara ir para no llegar a otras consecuencias, entonces nos preguntó qué le podíamos ofrecer para dejarnos ir sin que dijera algo.
Yo de inmediato le ofrecí dinero y me dijo que si pero me pidió la cantidad de la fianza de los 2 que nos pedirían en el ministerio público.
Era demasiado dinero que no teníamos, empezamos el regate y yo traía muy poco en efectivo y le dije que me dejara ir al cajero dentro de la plaza para sacar lo que tuviera y dárselo, aceptó y fui corriendo, para mí mala fortuna había una fila muy larga para sacar dinero del cajero automático, espero casi 20 min y regresé corriendo con el dinero, cuando llegue mi mujer estaba dentro del auto, perfectamente bien vestida y pintándose los labios y le pregunté por el oficial y me contestó, no te preocupes, cambió de opinión y se portó buena onda dejándonos ir.
Me pareció muy raro eso y ella solo me dijo, solo hable con él y le juré que no volvería a pasar y ya nos dejó ir, así que ya vamonos de aquí, le creí y le di un beso y nos fuimos, sus besos sabían raros y diferentes.
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