Mi primera vez desnudo entre tantas personas

La primera vez que me exhibí sin quererlo en una reunión.
Me encanta mucho el nudismo, ya sea estarlo u observarlo. Creo que todo se debe gracias a mi tía quién me crío. Que desde pequeño me enseño cosas morbosas sin yo saberlo. Perdí a mis padres a los seis años y entonces mi tía se encargo de mí desde aquel día. Ella era soltera, nunca tuvo hijos ya que se opero para no tenerlos. Al ser solo ella y yo, había como que una confianza entre los dos. Ella me bañaba y se bañó conmigo hasta que cumplí los 8 años. Así que ya había visto a una mujer desnuda desde muy pequeño. A los nueve años, ella empezó a salir con un tipo que era un padre soltero, tenía un hijo mayor que yo, de doce años. Cuándo venían a la casa me tocaba jugar con él a veces. Era medio pesado para su edad. Ya un año después, decidieron vivir juntos. Ellos vivían en un departamento pequeño y nosotros en una casa más grande, por lo que se mudaron a la casa. Roberto quien era la nueva pareja de mi tía, era una persona muy amable, me trataba bien como a su hijo también. Luis el hijo de él, como ya estaba entrando en la pubertad se comportaba a veces molesto. No quería vivir con nosotros porque compartiría el cuarto conmigo ya que solo había una habitación para los dos. Pero  no le quedo de otra. A la llegada de ellos, mi tía empezó a portarse diferente. A veces le decía a Roberto que me ayude a bañarme, pero yo me bañaba solo desde los ocho, ya tenía diez años en aquel entonces. No entendía porque le pedía eso a Roberto. La primera vez tuve mucha pena, pero Roberto me llevo al baño, empezó a hacerme platica de una caricatura que veía, eso me hizo estar a gusto platicando, me desvistió y comenzó a bañarme. Mientras me bañaba seguía hablándome de la caricatura y preguntando cosas de la casa. Era la primera vez que el me veía completamente desnudo. La pase muy bien ese momento, me sentí como cuando me bañaba con mi tía. Me secó y me ayudo a vestirme. Todo normal. Días después mi tía nos mando a bañarme a mí y a Luis, íbamos a salir y teníamos que estar listos. Nunca había visto desnudo a Luis y como ya tenía trece años. Era más penoso. Él se negó, pero ella lo regaño diciendo que si no se apuraba, le iba a decir a su papá para que le pegue. Nos metimos al baño y empezamos a des desnudarnos. Era la primera vez que veía pelos ahí abajo en alguien, mi tía siempre se los rasuraba. Se cuidaba mucho porque es de esas mujeres que siempre le gusta ser joven, hasta la fecha. Le pregunte a Luis que porque tenía eso, solo me dijo que me importaba, y ya nos empezamos a bañar. Mi tía abrió la puerta del baño. Entro con unas toallas, Luis rápido se cubrió su pene, bien apenado y ella le dijo que somos familia ahora. Que no debe tener pena. Salió y él solo se quedo callado. Luego de ese día, era más frecuente el bañarnos juntos. Ya nos llevábamos mejor y nos teníamos más confianza. Un día los cuatro fuimos a un zoologico, y mi tía recibió una llamada de una vieja amiga de ella. Que nos invitaba a unas carnes asadas por su cumpleaños. Esa invitación fue de hace días, pero a mi tía se le había olvidado.  Y ya nos estaban esperando. No terminamos el recorrido en el zóologico. Fuimos rápido por un regalo y ya luego llegamos al lugar. La amiga de mi tía llamada Virginia, tenía tres hijos, uno de once, otro de siete y una de cuatro años. La reunión era en casa de su prima quien solo vívía con su esposo. En el lugar solo estaban Virginia, su esposo, sus hijos, la dueña de la casa, su marido y tres personas más adultas. Llegamos  y vimos que el lugar tenía alberca donde estaban jugando los otros niños. Se saludaron, nos presentaron y todo ese show. Virginia le había dicho a mi tía que trajera traje de baño para nosotros, pero ella se le olvido el evento. Dijo que era una pena que ellos no llevarán más con ellos para que nos metiéramos. Entonces  el esposo de Virginia dijo que nos metiéramos en calzones, total no había nadie más, y eramos la mayoría varones excepto por la niñita pequeña. Roberto dijo que si sería buena idea, pero mi tía dijo que luego íbamos a salir y estaríamos con los calzones mojados. Y ya otro invitado de ahí dijo que pues andemos desnudos, no habría problemas. Mi tía pregunto si a nadie le molestaba y todos dijeron que estaba bien, si a nosotros no nos molestaba, podríamos hacerlo. Luis y yo nos quedamos viendo con algo de verguenza, Roberto nos dijo que nos desnudáramos para jugar en la alberca. No sabíamos que decir, ya las personas de ahí empezaron a decirnos que no tengamos pena. Que es normal, no pasa nada. Mi tía se acerco a mí y empezó a desvestirme, le dijo a Luis que hiciera lo mismo. Luis era el que más pena tenía, Roberto le dijo que no pasa nada. Estamos en confianza. Y ya luego los dos nos quedamos desnudos. Recuerdo que los niños empezaron a vernos y a señalarnos. Su papá les dijo que se calmaran y que no anden diciendo nada. Entramos a la alberca y ellos se nos acercaron. Empezaron a platicar con nosotros como si nada y nos dijeron que si queríamos jugar a la pelota con ellos. Luis moría de pena al estar desnudo delante de ellos, pero yo me sentía extraño. Me gustaba estar así, no me importaba. Incluso sentía que quería que me vieran todos. Así estuvimos toda la tarde desnudos delante de todos. Me la pase muy bien, sin saberlo aquella vez. Esa situación me excito bastante. Sentía que se me paraba un poco mi pene. Ese día igual vi desnudos a los hijos de Virginia quienes secaron y cambiaron junto con nosotros. Veía a veces como una chica de ahí que tendría unos veinte y algo de años nos veía en especial a Luis. Desde ahí empezó mi pasión por el exhibicionismo, empece a hacer más cosas hasta la fecha. Sabía que mi tía igual le gustaba que me vieran, aunque nunca me lo ha dicho, ni le he preguntado pero por cosas que hemos vivido estoy seguro.