Mi suegra no se atrevio a follarme
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En aquella época yo salía con una chiquilla bastante maja aunque con sus 13 o 14 años carecía de lo que si tenía su madre de más de 40, la feminidad de la madurez que era lo que en aquella época nos atraía a todos los adolescentes.
Ya que follar follabamos poco nuestros mitos eróticos se basaban, en lo màs cercano, en las madres de nuestro amigos, en fin, en ese verano yo fui a pasar unos días de camping con la que era mi familia política, ellos dormían, padres y hermanos, dentro de la caravana, y yo en lo que aquí se llama avance, que no era más que otra habitación fabricada de lonas, en una cama para mí solo.
Ya de por si me ponía cachondo dormir en pelotas solo tapado por una sabana, provocando quedarme desnudo con cada giro que hacía, me excitaba pensar que me iban a pillar, se me ponía el corazón a cien, ya que después de varias noches, yo sabía que mi ex suegra, salía al porche a fumarse algún cigarrillo que me robaba a escondidas.
Ella sabía que dormía desnudo, porque cada vez que la oía, me subía las sabanas haciendo que se me viera un poco más el culo, pero faltaba el último movimiento, el último giro, el que disimulando me ponía boca para arriba, esa noche lo di.
Me quede hacia arriba enseñando todo mi ser, yo con los ojos cerrados, notando el aire en mis pelotas, solo podía oír como expulsaba el aire del cigarrillo, luego como lo apago, pero no se iba, yo ya no sabía qué hacer, pasaban los minutos y notaba como mis respiración se aceleraba, al mismo tiempo que sentía que mi pene crecía.
Por dios estaba en pelotas delante de mi suegra teniendo una erección de caballo, lo único que se me ocurrió fue toser y girarme boca abajo, al rato la oí levantarse de la tumbona, se detuvo cerca de mí, y me tapo con la sababa que estaba caída en el suelo.
La oí entrar en la caravana, creí explotar, eran sobre las dos de la madrugada, había estado casi media hora contempladome las pelotas, su marido se despertó preguntando qué pasaba mientras ella le pedía silencio con un susurro, creí que se lo estaba contando, salí a fuera y me puse debajo de la ventana de su habitación, estaban haciéndolo, la muy puta despertó a su marido para desahogarse del calentón, se lo monto con el pensando en mi rabo, jadeaba y jadeaba intentando silenciar sus voces.
Podéis imaginar el pajote que me hice oyéndoles follar,
Todavía se me pone dura cuando lo pienso, se que esa noche me follo a mi.
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