Mi vecina me espía
Le enseño la verga a mi vecina .
Tengo 40 años y siempre he sido muy morboso y con gusto a exhibirme, sobre todo cuando llego del trabajo, me quedo en trusa o desnudo dependiendo si mi esposa y mis hijos están en casa o no.
Mi esposa a veces me regaña de que ande en trusa delante de los niños pero como los 3 son varones no veo cuál es el problema, así no le hago caso.
Pues bien, frente a mi casa vive una señora de unos 50 y tantos años que es la típica vecina entrometida que está al pendiente de la vida de los vecinos, y aunque no me llevo bien con ella tampoco es que la ignoro completamente, simplemente un saludo ocasional y ya.
Una noche que llegué muy tarde del trabajo, mi esposa y los niños ya estaban durmiendo así que me relajé y me quedé en trusa y salí a una especie de balcón en la azotea que está iluminada por la luz de un poste cercano, a esa hora casi las 2 de la mañana, imaginé que ya todos los vecinos estarían durmiendo, así que me senté en un sillón y me puse a mirar facebook y memes en el celular, por supuesto también videos porno y hubo uno que me calentó tanto que empecé a sobarme el bulto y en un rato me saqué la verga para estimularme rico.
Ya estaba tan excitado que me dio morbo la idea de desnudarme ahí sin importar si alguien me estuviera mirando, me levanté del sillón y me masturbé un buen rato disfrutando el video que era de una japonesa muy tetona y nalgona que le jalaban los pezones y le daban nalgadas muy fuertes y ella gritaba de dolor y placer, luego de eso le pusieron una mordaza y la amarraron a la cama para ser penetrada violetamente por 4 sujetos.
En fin estaba tan caliente masturbándome que de reojo miré que en la casa de la vecina se movió la cortina de la ventana desde donde se asoma siempre durante el día y me di cuenta que me había estado mirando todo ese tiempo, mi reacción fue sentarme en el sillón y esperar a ver qué sucedía y a los pocos minutos vi que la cortina se movió otra vez y era ella asomándose, yo seguía desnudo e hice que no me daba cuenta, segui mirando el cel y de reojo mirando a la ventana y ella seguía ahí, paso un buen rato y no se iba, así que pensé: si estuvo viéndome todo ese rato jalandome la verga es que de seguro le estaba gustando, de otro modo se hubiera metido y ya, pero seguía ahí asomándose, así que me dio morbo la situación y me levanté y caminé por la azotea tocándome la verga justo directo a su ventana, continué viendo y video y hasta le subí un poco el volumen de tal manera que se escuchaban los gritos y gemidos de la japonesa, y seguramente la vecina lo escuchaba.
Nuevamente mi verga se puso durísima exhibiendome totalmente frente a la vecina fisgona y eyaculé como nunca para ella, que estoy seguro tenía años de no ver un macho desnudo corriéndose, terminé de eyacular y me sacudí bien la verga, en eso estaba, cuando la cortina se movió y ella se fué.
Después de tanta excitación me quedé pensando si la vecina diría algo a mi esposa, y pensé: «no, estoy seguro que no dirá nada, porque entonces se delataría ella misma, mi esposa le preguntaría que estaba haciendo a esas horas mirando por su ventana, y como es que se quedó mirandome desnudo todo ese rato, sí, eso es, no creo que diga algo, veré qué pasa al día siguiente».
Amaneció y fui a dejar a mis hijos a la escuela, y al salir estaba la vecina asomándose, la saludé normal:
Buenos días doña Rosa,
Buenos días don Roberto
Con su clásica mirada maliciosa y tono de voz de cuando sabe algún chisme, la miré y le sonreí, ella me miró y se metió, pasaron los días y al parecer no dijo nada, al menos mi mujer no me había comentado nada, y por supuesto, ahora notaba que doña Rosa me miraba más que de costumbre, cada que salía, cada que llegaba, cada vez que salía a la azotea ella estaba ahí en su ventana, era una situación tensa de saludos y miradas, quizá quería ver más y claro que mi morbo de imaginarla mojándose al verme me ponía la verga muy dura, y claro que volvería a repetir la experiencia, solo era cuestión de esperar a que mi horario de trabajo me permitiera llegar de noche otra vez.
Habrá segunda parte de estas experiencias y todo lo que ha pasado con doña Rosa, en general contaré mis aventuras sexuales desde que inicié en el sexo, hasta los tríos, orgías y corneadas que he dado, hay mucho que contar ya que mi esposa es algo aburrida y tradicional y tengo que buscar por otros lados como satisfacer mis insaciables deseos.
¡Ja, ja, ja! Así son algunas mujeres maduras. Tengo un amigo que le da «cinito» a una vecina que vive una planta más arriba, pero su ventana queda enfrente a la de él. El asunto fue más allá, lo publiqué en https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/intercambios-trios/los-vecinos-del-104/.