Mirando a mis primas en la ducha 3.
Llegó por fin el día en que nuevamente tuvimos oportunidad de quedarnos solos. Se organizó una lunada en un campo cercano, pero mi primita se excuso diciendo que estaba muy cansada de la juerga de todo el día en la piscina.
Llegó por fin el día en que nuevamente tuvimos oportunidad de quedarnos solos.
Se organizó una lunada en un campo cercano, pero mi primita se excuso diciendo que estaba muy cansada de la juerga de todo el día en la piscina.
Como lo mas seguro era que todos se amanecieran y regresaran hasta la madrugada, no querían dejarla porque ella era aún «la chiquita» de la familia.
Yo me ofrecí de inmediato a quedarme con ella aunque a regañadientes porque tenía muchas ganas de ir a la lunada.
Todos me agradecieron por ser voluntario, solamente mi cuñadita vi que hizo cara de que no le gustó mucho la idea, ya se había convertido su deporte favorito en estarme enseñando sus encantos y disfrutando viendome poner de mil colores con esas vistas maravillosas de su cuerpo que me daba, pero pues no quedó de otra.
Sin más mientras todos se preparaban para irse, mi primita me sugirió ir a comprar palomitas para tener una velada tranquila de pelis.
Fuimos al mercadito y al regresar la casa estaba vacia, todos habían partido.
Ella me dijo que iba a cambiarse para ponerse la pijama y estar cómoda de una vez, por lo que yo hice lo mismo y fui a ponerme una playera ligera y un short que uso generalmente sin calzones y es aguado tanto del resorte como de las piernas para poder dormir cómodo.
Bajé a la cocina y ya estaba ella de espaldas a mi poniendo las palomitas en el microondas.
Se había puesto un camisón de algodón que se le pegaba al cuerpo, haciendo que resaltaran sus nalguitas y la línea de su bikini que se adivinaba bajo la tela.
Volteó de repente y me cachó viendo sus nalgas, y coquetamente me dijo que ves primo? -lo linda que estás?, ay si, lo dices por decir, no, como crees, ya te había dicho que eres toda una mujer y te ves estupenda, de verdad lo crees?, claro que si, venga, déjame ayudarte.
Al acercarme a ella pude notar que no traia puesto bra, y la tela se le pegaba de tal manera al cuerpo que parecía formar un molde de sus senos y era como si no trajera nada puesto.
de inmediato mi erección se fue a las nubes.
literal!.
Aunque los muebles de la cocina me ayudaban a cubrirla.
Preparé unas bebidas mientras ella colocaba en un tazón las palomitas y nos dirigimos a la sala a ver la tele.
Era un cuarto de TV que al centro tenía un sofá cama.
Estaba colocado como cama porque unas de las primas ahí les tocaba quedarse, así que nos sentamos recargados en la cabecera de la cama y empezamos a buscar películas.
estaba terminando una y la que seguí ninguno la habíamos visto así que la seleccionamos.
Era una tipica peli de miedo con chicas guapas.
Y no tardó mucho antes de la primera escena que la hizo brincar, terminó accurrucada y con mi brazo la rodeé abrazándola.
como estábamos casi acostados, ella terminó recostando su cabeza en mi vientre, y de inmediato mi verga reaccíonó a su cercanía.
Algo que seguramente ella pudo sentir ya que casi le rozo su mejilla al dar el brinco mi verga bajo el short y ella acomodar su cabeza encima de mi.
Luego de un rato empezó una escena cachonda, y entre eso y estar sintiendo su cara tan cerca de mi verga, y que seguramente ella sentía el calor que emanaba teníamos la boca seca, ella con los ojos como platos que no apartaba la mirada de la pantalla, se movió para acomodarse y puso su mano con la palma hacia abajo entre su mejilla y mi muslo al volver a poner la cabeza, pero con el movimiento lo que sucedió fue que mi short se deslizara hacia arriba y la cabeza de mi verga quedó al descubierto, y con la palma de su mano encima del tronco de la verga, en resumen: ella quedó acostada con la cabeza en mi muslo, con la palma de su mano rodeando mi verga que estaba mas dura que nada y con la cabeza de la verga al descubierto por la orilla del short quedándole a escasos cms de su nariz.
al mismo tiempo que se acomodaba, mi mano que la rodeaba en un inicio por sus hombros luego reposaba en su cadera, pero se puso de tal manera que giró el cuerpo para que aunque estuviera con la mejilla en mi, el resto de la cadera hacia abajo se puso hacia arriba por lo que ahora quedó mi mano encima de su vientre.
y yo SI sentí de inmediato el calor de esa conchita.
El momento era surreal, en la pantalla empezaron los gemidos de la pareja mientras se veía que la penetraba en la regadera, ella realmente no estaba viendo la pantalla porque veía su mirada como hipnotizada hacia la cabeza de mi verga que tenía a cms de su cara, y el aroma de mi verga y de sus juguitos que empezaban a salir nos llenaba los sentidos.
En ese momento se levantó y me pidió que pusiera pausa para ir rápido al baño.
Lo que ni fue necesario porque no tardó casi nada.
Yo estaba algo nervioso porque había decidido no acomodarme la verga, y me quedé casi sin moverme en la misma posición.
Era obvio que estaba todo a la vista al estar yo semi acostado recostado en el sofá cama, con el short enrollado y media verga de fuera por un lado.
Al regresar no hizo ningún comentario y se volvió a recostar exactamente en la misma posición, como si nada hubiera pasado.
Y yo hice lo mismo regresando mis manos a donde estaban antes que se levantara.
Por si fuera poco en ese momento aumentaron de intensidad los gemidos y los movimientos de la pareja con el metesaca llenaron la pantalla con imágenes llenas de erotismo.
Obviamente mi verga empezó a dar saltitos y ella lo sintió, no dijo nada, pero si hizo como un pequeño apretoncito, lo cual tuvo como respuesta un brinquito aún mayor de mi verga de inmediato.
Sin decir nada siguió repitiendo la operación a intervalos, y con cada respingo ya no solo era la cabeza la que sobresalía, era mas de la mitad.
Mientras tanto yo no me había quedado quieto, y mi mano al posarse sobre su vientre había estado jalando poco a poquito la tela hacia arriba, solamente para volver a ser el sorprendido al ver que ya no traia puesto su bikini y la orilla de sus labios quedaron al descubierto.
Y así como una de mis manos había estado acariciando su pelo, la otra repetía los movimientos pero en el borde de sus muslos, los que de manera involuntaria casi fue abriendo dejándome el camino libre para bajar mis caricias aún mas entre sus muslos y rozando con toda la extensión de mi dedo el botoncito de su clítoris.
la primera vez que lo hice ahora fue ella la que dio un pequeño respingo.
como no solamente fue su cuerpo sino tambien su cabecita la que hizo el movimiento, ahora su mano se había recorrido de su mejilla mas hacia su oreja, dejando ahora que fuera su mejilla la que descansaba sobre mi verga.
Esa sensación hizo que toda la cabecita se lubricara con liquido seminal, y yo ya tenía los dedos llenos de su humedad, ya era una masturbación en forma porque mis dedos habían penetrado entre sus labios y la frotaban a toda su extensión.
Sus ojos ahora estaban cerrados y concentrados en las sensaciones que la embargaban, con corrientes de electricidad que recorrían su cuerpo haciéndolo arquearse de una manera tan sensual que me enloquecía aún mas.
Su mejilla recorría mi verga cada vez que giraba su cabeza yendo desde la base cerca de la oreja, hasta la cabeza que llegaban a rozar sus labios, con un poco más que los abriera y un pequeño empujoncito y empezaría a chuparlmela, Más tardé en pensarlo cuando sentí sus labios rodeando la cabeza de mi verga y penetrando en su boca, tomé su mano y en vez de estar detrás de su oreja, se la puse por debajo mi verga levantándola con sus dedos y poniendola frente a ella quedando su dedo meñique reposando en mis huevos y la palma de su mano rodeando mi verga, el resto ella misma lo hico al empezar a recorrerla con sus labios a todo lo largo, y solo deteniéndose de repente cuando sentía la siguiente descarga de electricidad al tocar su botoncito, cerraba los ojos, hacía la cabeza hacia atrás y abria la boca de una manera tan rica que esa visión nunca la olvidaré.
Giré entonces mi cuerpo para quedar lado a lado y fui besando sus muslos hasta lograr un perfecto 69, cuando mi lengua recorrió toda su vagina y abrió sus labios hasta atrapar el botoncito de su clit, apretó con tal fuerza sus muslos entre mi cabeza y empezo a fluir de tal manera sus jugos en espasmos que parecían no tener fin, que solo me dediqué a chupar, lamer, frotar sin darle descanso haciendo que ese orgasmo se hiciera eterno.
En ese momento sus gemidos sobrepasaron en intensidad a los que escuchábamos en la TV, la cual hacía mucho que habíamos dejado de ver.
Y que desde que empezó a llegar al clímax había dejado de chuparme la verga, pero nunca la dejó de apretar con sus manitas.
Luego de un rato, fui disminuyendo poco a poco los movimientos de mis labios y mi lengua, y solamente mis manos siguieron acariciando, pero delicadamente sus nalgas, su espalda, quedando lada a lado y su blusón de pijama todo enrollado hasta arriba.
Que hermosa se veía con las mejillas encendidas, sus ojos brillantes, entrecerrados, y sus pechos aún subiendo y bajando con la respiración entrecortada.
Los pezones erectos, duros, desafiantes.
Terminé de quitarme el short, y ella hizo lo mismo pasando la pijama sobre su cabeza, la jalé hacia mi, y se recostó en mi pecho abrazándome.
El solo hecho de sentir su piel pegada a la mia, sus pezones, mi pierna enmedio de la suya, sintiendo el calor de su entrepierna y aún mojando mi muslo mantuvo mi erección y ella la sentía contra su piel.
Empecé a decirle lo hermosa que era y cómo me volvía loco el solo hecho de tenerla cerca, me dijo que no la bromeara, si ella siempre pensó que yo la veía como una niñita, pero le dije que no era así, que era toda una mujer y que tenía un cuerpo que ninguna de sus primas envidiaría.
Y que siempre había soñado con poderla acariciar, Que el verla envuelta en una toalla saliéndose de bañar y con ese aroma tan único emanando de ella, su pelo húmedo, o cuando se agachaba y me dejaba ver su escote el nacimiento de sus pechos, el verla cruzar las piernas y queriendo ver todos sus muslos, siempre me tenía a mil!!.
Ella me confesó que también había tenido fantasías conmigo desde que un día sin que yo me diera cuenta me vio en el baño de la casa masturbándome con uno de sus calzoncitos y viniéndome encima de ellos.
Que ella misma los había guardado para tocarlos y sentir el aroma de mi semen en ellos y había tenido uno de los orgasmos mas intensos que habia sentido.
Que se había dado cuenta a veces cuando cachaba mi mirada volteando a ver su escote y que le gustaba y le excitaba el darse cuenta que me llamaba la atención y que me excitaba con ella porque se daba cuenta de cómo se me paraba la verga al verla.
Y que muchas veces cuando se tocaba era pensando en lo que se sentiría poder tocar mi verga, que como sería, si rasposa, suave, dura, fria, caliente, que se imaginaba incluso penetrando en ella.
Yo le dije que si de verdad le gustaría que la penetrara y me dijo que si, pero que le daba miedo, que ahora que la tenía en sus manos, sentía que era muy grande y que nunca iba a poder entrar en ella.
Toda esta plática se fue dando mientras ella acariciaba mi verga y yo acariciaba sus pechos, apretaba sus pezones, metía mis piernas y ella presionaba también para frotarse, empezamos a besarnos suavemente al inicio hasta que el beso fue convirtiéndose en la llama que encendió nuestros cuerpos muevamente, la recosté en el sofá y ahora fue mi turno de besarla por todos lados, recorriendola con mis manos y mis labios, besando su pelo, sus pestañas, su naríz, su boca, su cuello, sus hombros, lamiendo y chupando sus pezones, sentí cuan sensibles eran para ella cuando clavó sus uñas en mi espalda y tuvo otro orgasmo mientras los chupaba, mi lengua bajó a su ombligo y a su vientre nuevamente, cuando atrapé su clítoris entre mis labios y lo tocaba con la punta de mi lengua ya estaba completamente encharcada de nuevo, con sus manos primero apretaba mi cabeza contra ella, pero luego empezó a jalarme hacia arriba, quería que la penetrara, me decía ya, ya por favor, no aguanto más, quiero sentirte.
eso fue como una descarga en mi, y dejé de hacerle oral para besar su boca mientras me ponía encima de ella, y sin dejar de besarla, la punta de mi verga empezó a frotar y abrir sus labios y compartir los jugos de mi verga y los suyos.
Sin necesidad de penetrarla sus labios estaban completamente dilatados, palpitaban de ansiedad y sus jugos emanaban facilitandome el frotamiento.
Poco a poco empecé a meter la punta de la verga.
Cuando la sintió involuntariamente contrajo sus músculos, pero sin dejar de besarla y decirle cosas dulces al oído, le dije que no se preocupara, que se relajara, que disfrutara lo que sentía.
Me besó de vuelta y nos dimos un beso que hizo que nos diera la vueltas la cabeza, Yo seguí empujando de a poquito, y cuando sentí que encontré la barrera, dí el empujón más firme y mi beso y caricias fueron mas intensos con el fin de acallar las pulsaciones de ardor que dijo sentía.
Nos abrazamos fuertemente mientras mi verga la dejaba quieta pero profundamente dentro de ella hasta que poco a poco me fui saliendo para volver a meterla y empezar el vaivén.
no pasó mucho para que ella empezara nuevamente a gemir de gusto y a empujar con sus caderas para que la penetrara más cuando sentía que lo sacaba.
Cada vez que la penetraba hasta el fondo y mis huevos rebotaban en sus nalgas era una sensación de infinito placer y ella estaba en las mismas, solamente sentía como sus uñas se clavaban en mi espalda y hacía la cabeza hacia atrás dejándome una posición ideal para chupar sus pezones.
Cuando en vez de estar yo enmedio con sus piernas abiertas hice que las cerrara y de ese modo frotaba con mayor intensidad su clítoris y mi verga quedaba fuertemente aprisionada entre sus labios, sentí nuevamente como empezaron sus contracciones y cómo sus jugos salían sin control casi a borbotones, estaba deshaciéndose en orgasmos uno tras otro y sus gritos ahora eran un ejemplo de cachondería.
Empezó a decirme todo lo que seguramente pensaba pero nunca decía y que en estos momentos de calentura no se pueden reprimir.
Frases como «que rico siento, metemela toda!», «nunca pensé que se sentiría todo esto», «de haber sabido lo hubiera hecho contigo hace mucho» «que rica verga tienes papi», «atraviésame toda», «quiero ser tuya para siempre»; con eso yo sentí que me venía si no hacía algo al respecto.
volví a poner mis piernas entre las suyas, le dije que abrazara mi cuello y tomándola de las nalgas la levanté en vilo y me la llevé ensartada caminando al cuarto para buscar mis condones.
Tuve que hacer un gran esfuerzo por no venirme con cada apretón que le daba a mi verga en cada paso que dabamos.
Y creo que también ella iba gozando al sentir como la traspasaba hasta el fondo al ir totalmente ensartada en mi verga.
Me senté en el borde de la cama, saqué un condón y con todo el dolor me salí de ella, pero solo el tiempo suficiente para ponermelo, y la volví a ensartar así cómo estaba abierta sentada sobre mis piernas y abrazando mi cuello.
La besaba, y cuando se hacía hacia atrás le besaba y chupaba sus pezones que seguían totalmente duritos.
nos levantamos y la cuando la llevaba de vuelta a la sala pasamos junto a la escalera y justamente ahí la bajé y la coloqué de espaldas empinándola para penetrarla mientras ella se detenía del escalón y el pasamanos, gimió de tal manera al sentirse penetrada en un ángulo diferente y mientras tomaba sus pechos en mis manos y los acariciaba me servían de apoyo para empujar y penetrarla, fuerno unos momentos de penetración intensa cuando sentí que no podía mas y mientras veía estrellitas descargué toda mi leche en un chorro que pudo sentir a pesar del condón e hizo que se viniera nuevamente conmigo, ambos casi doblamos las piernas debido al orgasmo y quedamos hincados yo recargado en su espalda mientras recobrábamos el aliento.
Finalmente nos levantamos y nos dimos un laaargo beso al pie de esas escaleras, luego la tomé de la mano y la llevé a la regadera para darnos un baño que el olor a sexo y los jugos de ambos nos llenaban los sentidos.
El poderla ayudar a bañarla, frotando su espalda, sus nalgas y sus piernas, luego frotando su cuello, sus pechos, su vagina, si no hubiera sido tan extenso y explosiva la sesión de sexo que recién tuvimos, ahí hubiéramos empezado nuevamente, era tan delicioso sentir la suavidad de su piel, se veia tan linda y ella solo sonreía complacida cuando me escuchaba decírselo y sentía la ternura con la que la acariciaba y frotaba.
Luego fue su turno y fue delicioso sentir sus manos recorrer todo mi cuerpo mientras me enjabonaba.
nos abrazamos y besamos completamente enjabonados y dejamos que el agua fuera quitando el jabón.
Cuando por fin terminamos, nos secamos y cada quien fue a su cuarto para cambiarnos.
Busqué otro short y otra playera y fui a la sala para abrir las ventanas y recoger un poco el lugar que aún olía a sexo.
En eso estaba cuando la primita regresó y entre los dos dejamos el lugar como si nada hubiera pasado.
Para evitar cualquier suspicacia, recogimos el sofá cama y nos acomodamos en el sofá y buscamos otra película que la que empezamos a ver tenía mucho que había terminado sin que supiéramos su descenlace.
jalé un taburete para subir los pies, y se volvió a acurrucar conmigo.
Ahí nos quedamos dormidos y así nos encontraron cuando fueron llegando en la madrugada los primeros trasnochados.
Nos despertaron sus ruidos y sus bromas porque venían con todo el escándalo posible.
Todos nos fuimos a la cocina y empezamos a preparar algo para almorzar.
Un día mas en ese verano de maravilla.
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