Primera Vez….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por osocachondo.
Aquella vez….
Solía verla jugar con su cabello siempre mirando a la nada pensando tal vez… que no quería irse nunca…
Comenzare diciéndoles que esto ocurrió cuando yo era un niño de tan solo 8 años; jamás me quedaba solo en “casa” al ser el más chico siempre había quien me cuidara y ahí entra ella a quien llamaremos –Fernanda- se las describiré un poco ella era una mujer siempre alegre de yo calculo 1.70m, con la belleza de sus 20’s de cuerpo atlético pues recuerdo practicaba básquet, con una linda piel de color canela y un cabello tan negro como la noche de largas piernas nalgas duras y respingadas con un abdomen casi plano y un par de pechos paraditos y firmes pues recuerdo haberme sorprendido la primera vez que los vi pues nunca imagine que fuesen tan grandes siempre bajo un jersey de los bulls o de su ropa de enteramiento.
Yo en esa época era más bien regordete de no más de 1.20m callado, siempre jugando solo o leyendo un comic no solía meterme en problemas a menudo, diría que era un niño fácil de cuidar.
En cierta ocasión al llegar de la escuela lo primero que hice fue aventar mi mochila y correr como loco a mi cuarto y solo alcanzar a escuchar un grito de –no CORRAS!! te caeras!! Al cual no preste atención y seguí corriendo al llegar prendí la tele jale un comic y me tire en el pequeño tapete a leer, después de pasadas un par de horas recuerdo caminar por la casa sin pistas de Fernanda hasta que escuche ruidos en el baño y decidí caminar al baño sin preguntar abrí y ahí estaba ella de espaldas a mi mostrándome parte de su espalda y ese pequeño camino donde iniciaban sus nalgas con las perlas de agua que deja un regaderaso pego un grito y me aventó el cepillo que sostenía en la mano el cual esquive en automático y cerré la puerta sin decir nada volví a mi cuarto…
¡toc, Toc!
-Adelante, está abierto
–¡Leo! Que ha sido eso de entrar sin tocar.
-perdón Fer pensé que era mi papá, ya no debe tardar, cierto?
Miro su reloj, me sonrió y tocando mi cabello, dijo.
— Asi es peque y yo debo irme en un rato recuerda tocar la puerta y no diremos nada, vale?
Asentí con la cabeza y metí la nariz en mi comic, esperando pronto se fuera pues no podía con la pena, de verla casi desnuda, al momento que ella comenzó a andar fuera de mi habitación mis ojos se clavaron en su espalda, pensaba en ese golpe de calor al ver sus “nalgas”, volteo a verme y sonriendo de forma picara y meneándose un poco más comento
–Ya casi terminas o encontraste algo mejor.
-Si ya acabe.
Me levante casi de un brinco de aquel tapete y noto que aún tenía el pantalón del uniforme y con voz más seria y regresando unos pasos hacia mí.
Extendió las manos a mi cinturón y quitándolo tan rápido que no supe que hacer me quede inmóvil; con su cara a uno centímetros de la mía de mi bajo mi pantalón y casi me deja hasta sin calzones.
–¿Por qué no te cambiaste? No me digas que eres un bebe y también tendré que hacer eso por ti.
-¡NO! Conteste al tiempo que me daba la vuelta tapando mi pene con las manos.
–JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Comenzó a reí, sentí una nalgada no muy fuerte.
–Que lindo trasero gordito… y salió de la habitación
Llego la noche, ella se había ido y ahí estaba con la cosquilla en la entrepierna, comencé a tocarme recordando en su expresión al verme en ropa interior, sabía que la quería años cuidándome pero hoy la comenzaba a ver diferente.
Los días pasaban sin que algo más ocurriera hasta cierto día en la escuela.
Leo- que hacen chicos?
Jorge—Calla gordo, nos van a encontrar, mira!!
Pedro—son de mi hermano se fue de viaje si supiera me mataría
En las manos sostenía revistas como las que había encontrado años atrás en cajas de libros viejos de papá y sus hermanos.
Leo- En casa hay muchas pero son viejas de mujeres con tetas enormes!!!
Jorge—Deberías traerlas gordo pendejo!!
Pedro—tengo videos en casa y me toco cuando los veo
Acto seguido saco su pene y nos lo mostró
Jorge y yo hicimos lo mismo los tres sosteníamos nuestro penes mirábamos el propio y veamos el de los otros.
Hasta que llego a una página donde un pene cubría completamente la cara de una chica.
Pedro—ES COMO LA MÍA ¡!! ESAS SI SON VERGAS!! No como las de ustedes
nos subimos el pantalón y corrimos al salón.
Ese día al regresar a casa ahí estaba Fer, recostada en el sillón leyendo una revista me miro y con voz gentil.
–Cámbiate y vienes a comer ya está lista la comida
-No tengo hambre
— eso es raro!! Jaja no estarás enfermo?
-No, solo no tengo hambre y corriendo al cuarto la deje hablando sola
No sé cuánto tiempo paso pero recuerdo entrar al baño con la revista de pedro y el tiempo paso y paso hasta que
–¿Leo? ¿Sigues en el baño? ¿Qué estás haciendo? Y abrió la puerta
Y ahí estaba yo tratando de esconder lo evidente.
-Salte!!! Por qué no tocas?
–Si no estuvieras manoseándote me habrías escuchado.
Dio un paso y cerró la puerta.
-Qué haces, salte!
–Enséñame que tienes en las manos.
-Nada, que te salgas!!
Dio un paso más hacia mí y quitándome las manos a la fuerza vio mi pene de tan solo unos 7cm, dura por lo que hacía.
–Jajajaja que estabas haciendo donde has aprendido eso? Ven…
Jalando me de la mano tomo con sus dedos mi pene y comenzó a moverlo tan rápido o lento como podía se chupo los dedos y me miraba a los ojos como esperando que terminara rápido y así paso, sentí el placer más puro recorrer mi ser de pies a cabeza me llenaba de gusto lo que hacía comencé a moverme como si convulsionara pues ella no paraba de tocarme
–¿Que fue eso? Ahora voy yo ven
Se bajó los pantalones y comenzó a tocarse frente a mi era la primer vagina que vei ese olor, esa forma jamas la olvidare.
Me miraba mientras se tocaba y después de unos minutos emitió unos sonidos ahogados , comenzó a temblar y poco a poco dejo de moverse por un momento cerro los ojos.
–Graciaaaaas!! Pekee!! Ahora salte tengo que usar el baño
Me Salí del cuarto sin saber al 100% que había pasado, a partir de ese día comenzaron muchas cosas que después les contare.
Está genial