Recortes y fragmentos de revista local.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Albs.
Yo siempre a lo mío: Ya pinté, más o menos, mi estampa imaginaria preferida en este mismo sitio, algún tiempo atrás:
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-5464.html
Era una cosa un poco “standard” de lo que vienen a ser esas fantasías mías. Hago notar que, en realidad, no son fantasías ni “voyeur” ni exhibicionistas. Es decir: No son fantasías sobre voyeurismo propio, sino más bien sobre ideas de un tipo de exhibicionismo ajeno, que además es totalmente inventado, imaginario y hasta irreal…
Mi imaginación completa y adorna este tipo de fantasías de muchas maneras, aunque siempre vayan de lo mismo. Y lo que intento aquí es poner algunas muestras y hacer ver hasta donde juego yo con detalles inventados, ambientes imaginarios y puntos de vista alternativos…
Entendedme: Esto es un tipo de fantasía de la que me gustaría ver alguna muestra real, pero que nunca he llegado a confirmar que se llegue a dar algo lo bastante parecido, aunque cuando lo planteé como foro, aquí mismo, aún obtuve incluso una o dos respuestas algo picantes:
http://www.sexosintabues.com/ForoSexoErotico-ver-tema-3938.html
A modo de resumen: En mi vida nunca ha habido nada que me provoque el subidón repentino que me han llegado a provocar, a veces, inesperadas fotos, o imágenes de televisión, o vídeos cualesquiera. Cualquier cosa que se refiera a féminas practicando gratuitamente el “streaking”, en modo despelote total. Por lugares públicos, por en medio de estadios deportivos… ¡Me da morbazo eso, de siempre! Por gratuito, por inexplicable, por puro contraste con mi propio pudor… por contraste, también, con la perpetua sensación de “prohibido” acerca de que una chica muestre las interioridades de debajo de su ropa así por las buenas ¡y que, de repente, una chica cualquiera se lance a exhibirse así (¡desnuda!) rompiendo gratuitamente todo eso!
De todos modos estoy hablando de que en mis fantasías se rompa más bien una cotidianidad muy formal, que no ni siquiera aquello de ambientes más exageradamente festivos ni recargados: Ya plenamente dentro de mis fantasías, lo que a mi me prima es un despelote en plena vía pública, aunque no necesariamente con mucho público. Más bien el ámbito urbano ya es lo que a mi me resulta suficientemente provocativo como para enmarcar esa estampa justamente ahí.
Tanto me provoca esa idea que necesito identificarla al máximo con mi propia masturbación… Y esto ya lo dejé bastante dicho en textos anteriores.
La idea básica es:
-Chica corriendo desnuda por la calle y por sorpresa.
-Se supone que su acción exhibicionista no sólo va de “streaking” sin más, sino que incluso lleva un artificio masturbador metido dentro. Algo pequeño y discreto, pero eficiente, que no se ve desde fuera, pero que la estimula físicamente.
-Que, en consecuencia, el juego al que está jugando esa imaginaria exhibicionista es el de llegar a obtener un orgasmo, en esa situación tan extrema de despelote a la carrera y en plena calle. Que la acción sea una verdadera masturbación en esas circunstancias de atrevimiento máximo.
¡Esa es la cosa!… Para mí.
Y, trabajando esa estampa, mi imaginación ha ido creando ambientes inventados en los que situarla.
Digamos que cualquier rincón de una ciudad imaginaria. Cualquier calle, callejón, avenida, plaza, etc.… de los tantos que puede haber en una ciudad cualquiera, sin ser ninguna ciudad concreta ni verdadera.
Empiezo aquí ya a introducir matices que me van surgiendo, y que son simplemente por mi propia comodidad imaginativa. Casi sin darme cuenta voy poniendo y quitando lo que se me antoja que me falta o que me sobra para que esas “peliculitas imaginarias” me resulten, a mí mismo, de lo más satisfactorias. Ocurre que, por culpa de esto, al final, todas estas fantasías me acaban saliendo bastante irreales. Precisamente por demasiado inventadas y personalizadas.
Cuando fantaseo sobre todo esto no me gusta, por ejemplo, “dispersar” mi imaginación añadiendo detalles que no me hacen ninguna falta para fantasear a gusto, como pueda ser una cantidad de gente de toda clase como la que realmente se encontraría por calles reales: En ningún caso me imagino yo niños, ni ancianos, ni amas de casa fondonas, ni chavales gamberros, ni tránsito de coches por las calle… Nada de todo eso como posible público espontáneo de mis admiradas “streakers” inventadas. En realidad, todo lo más que me apetece imaginar, como posible “público”, son más bien grupos de chicas, perfectamente intercambiables todas ellas con la propia protagonista… Supongo que incluso les atribuyo a todas una cierta bisexualidad. Porque, en mi imaginación, son capaces de excitarse unas a otras con sus propias desnudeces y atrevimientos. Generalmente una como protagonista y el resto como público.
Así que, ahí, ya empieza a ser todo muy falso. Pero es que estoy intentando definir, ni más ni menos, cómo me gusta imaginarlo a mí. Por más inventado y falso que resulte. Es que se trata, en definitiva, de fantasías exclusivamente mías, absolutamente “personalizadas” y adaptadas a esa comodidad imaginativa mía a la que me he referido.
Y ahora voy a introducir el elemento en el que me quiero basar para extraer estos fragmentos, más allá de imaginarme también los propios hechos “en vivo”:
Lo que más me ha llegado a excitar, cuando me lo he topado así en la realidad, ha sido alguna que otra revista o, quizás, algún que otro suplemento veraniego de alguna revista. Que incluía algún reportaje sobre alguno de esos casos de “streaking”, en algún estadio deportivo o en cualquier otro ámbito, casi abusando más de todas las fotos posibles y reproducidas a buen tamaño que de cualquier explicación adjunta de palabra.
¡Pues bien!: A mi me apetece imaginarme una especie de “revista local”, que ofrece reportajes sobre lo que pasa en esa “ciudad imaginaria mía” donde, al fin y al cabo, todo lo más noticiable que llega a pasar es lo relativo a esa moda de exhibicionismo nudista extremo. Que se va contagiando y que no deja de ofrecer nuevos casos.
Me gusta imaginar que todo eso es tratado por esa revistilla local de manera seudo-periodística, que no deja de profundizar en todo lo que le llega, buscando ilustrar al máximo los distintos casos, con fotos a buen tamaño, siempre que le sea posible. Que no deja de redundar golosamente en todos aquellos casos de exhibicionismo que le llegan y hasta donde pueda documentarlos gráficamente.
Dejadme imponer aún otro detalle para acabar de definir esa ciudad imaginaria mía donde pasan esas cosas: A falta de más cantidad ni variedad de verdadero “público”, puede haber rincones de esa ciudad imaginaria donde haya cámaras (de fotos y de vídeo) enfocadas hacia la calle. Desde escaparates de tiendas y otros locales, por ejemplo. Digamos que esas cámaras “disparan” automáticamente, de alguna manera. Y digamos que eso ya sustituye bastante la falta de verdadero público más numeroso. Que ya vienen a ser los “ojos” ante los que exhibirse, a falta de que haya más cantidad de testigos vivos. Y que luego la “revista local” ya se apropia de las imágenes y se encarga de reproducirlas, “inmortalizarlas” y divulgarlas, en sus sucesivas ediciones en papel… Y eso acaba siendo parte del juego, a falta de que la hazaña exhibicionista tenga lugar en estadios deportivos abarrotados ni sea retransmitida por televisión… En mis fantasías no me hace falta tanto como eso: Sólo necesito un escenario urbano donde enmarcarlo… Luego, los mismos ejemplares publicados de esa revista ya entrarían a formar parte del juego, sirviendo incluso de inspiración a nuevas imitadoras del fenómeno.
La pega principal de todo esto es que no puedo poner yo aquí las fotos que deberían ilustrar los textos en cuestión. Esas sólo existen en mi imaginación. Sólo puedo intentar poner los textos escritos, procurando trabajarlos a partir de como yo me los imagino.
Pongamos un primer ejemplo:
En la portada de la revista aparece una foto a todo tamaño de una chica de perfil y de cuerpo entero. Se la ve corriendo, en plena zancada, completamente desnuda y en plena calle… La foto está bastante bien elegida como portada, porque es bastante explícita, pero también porque la posición de la protagonista tampoco llega a dejar ver demasiado de sus partes más íntimas: Muestra una chica desnuda y corriendo en plena calle, pero sin que el ángulo de la foto ni la posición de ella dejen ver apenas nada de su culo, pechos ni pubis. Igualmente se ve clarísimo que va desnuda del todo, dejando aparte que lleva unas zapatillas ligeras, seguramente para correr con comodidad. Es una portada que sugiere algo así como: “lo más jugoso en el interior”.
La portada, de todos modos, muestra también un titular, en mayúsculas grandes, que redunda descaradamente en la cosa: ¡DESNUDA POR LA CALLE!
Y que se recrea, descaradamente también, en pequeños subtítulos al margen: “Exhibicionista se desnuda en pleno centro de la ciudad”, o también “Una moda escandalosa que irrumpe en nuestras calles”…
En las páginas interiores de la revista las fotos sí que son más explícitas y sin censuras. Se la ve a ella captada desde diferentes ángulos, mientras va corriendo desnuda por diversas calles y avenidas. Las diversas fotos están reproducidas a buen tamaño, casi quitándole espacio al texto. Y dan pie a recrearse mucho más en los encantos de la chica (¡todos ellos!) captados y reproducidos desde diversos ángulos, que en esa misma narración que los acompaña:
“Actuando de manera totalmente inesperada, una atrevida joven se lanzó a correr completamente desnuda por diversas calles del centro de la ciudad. Vista por testigos y, como puede verse, captada por cámaras. La chica se desnudó por sorpresa en una céntrica avenida y echó a correr sin más, dejando su ropa abandonada. Este es el relato de los hechos…” etc.
En algún inciso, antes o después, se explicaría también que consta y que se sabe que se trata de un juego de estimulación erótica en circunstancias extremas. Que, aunque las fotos no lleguen a captar ningún posible momento culminante, no hay duda de que la acción de la exhibicionista se corresponde con cierta práctica que se va poniendo de moda: El uso de ciertos artificios estimuladores, discretos y ocultos a la vista, que sirven de excusa para poner a prueba la audacia de las posibles exhibicionistas que quieran experimentarlo:
“…Estamos ante una reedición del clásico Streaking de los años 70, pero aliñado con esa perversa vuelta de tuerca: Ahora se trata de combinar la carrerita nudista por lugares públicos con una real y efectiva masturbación. Con todas las deseables consecuencias para su protagonista. Se trata de atreverse a experimentar un orgasmo en esas circunstancias de atrevimiento tan extremo: Corriendo completamente desnuda en plena vía pública…” etc.
Después de esto los casos de ese tipo de exhibicionismo se irían sucediendo, y la revista local iría teniendo más material para narrar y, quizá más irregularmente, oportunas fotos con que ilustrar sus crónicas en sus siguientes ediciones. A veces varios casos llenarían un solo número (que sería semanal, o quincenal, no se…) y que resultaría descaradamente monotemático y repetitivo… Pero que a mi no me apetece imaginarlo de otra manera… Me gusta imaginar que los propios casos narrados e ilustrados en diversos ejemplares de la revista, ya publicados, contribuyen mucho a inspirar a tantas otras posibles imitadoras de ese juego, que se acabarán apuntando a atreverse a practicarlo en algún momento.
Al fin y al cabo todo esto es una especie de “bucle” de mi imaginación, que me ha conducido desde el inspirarme en casos reales de “streaking” vistos y leídos en revistas, hasta que me llevan a esas fantasías personalizadas mías. Y que las invento, las visualizo y las disfruto, pero que hasta me acaban llevando a aquellas fuentes de inspiración originales de simples fotos y textos en una revistilla cualquiera. Me gusta imaginar eso casi tanto como los propios “episodios en vivo”, pero ya bien pasado por el tamiz de mi propia fantasía
Así que me apetecería entresacar de mi fantasía algunos extractos más de esos imaginarios artículos de revistilla para convertirlos en motivo de una o dos entregas más de estos textos míos.
Bueno… Pero que también dependería un poco de la aceptación y de los comentarios que pueda obtener con esto. Que me apetece recrearme pero tampoco abusar, si es que no le resulta lo bastante interesante a nadie…
(Una cosa que me gustaría sería también que a alguien que sepa dibujar más o menos bien le sirviesen estas ideas para hacer algún cómic sobre el tema, por ejemplo)…
En fin: Que si a alguien le hace gracia algo de todo esto, ya me recrearé en ampliarlo un poco más:
En breve…
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