RECUERDO DE LOS BAÑOS SAN COSME Y SANTA MARIA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Eran unos baños que estaban por la calle de Santa María la Ribera, a los cuales iba yo con frecuencia.
Recuerdo uno de esos días que fui al turco individual, creo era sábado o domingo, entonces llegué a las seis de la mañana y el encargado me dio uno de los turcos individuales que estaban en la parte de atrás.
Me desvestí y me metí al vapor, me enjaboné y me empece a calentar, me acariciaba mis piernas y mi vientre, mis nalgas, luego me metí a la regadera para quitarme el jabón y me fui a la parte donde había dejado mis cosas, era un camastro y enfrente había un espejo de gran tamaño, me sequé con la toalla y me empece a ver en el espejo, de perfil viendo mis muslos, de frente y empecé a masturbarme, estaba semioscuro y entonces ya mas caliente abri la puerta del cuarto y me asomé a ver si no oía que viniera alguien, y no, ya que el encargado se quedaba en la parte de adelante para recibir a quienes fueran llegando, por lo que cerré la puerta con cuidado, sin hacer ruido y sin ponerle el seguro y quede encuerado completamente en el pasillo, luego camine a la parte de atrás donde habían unas escaleras y empece a subir, en el siguiente piso había mas cuartos pero estos estaban en desuso, luego subí otro piso y llegué a la azotea, ahí me seguí masturbando, me pare en la orilla y se veían las ventanas de los edificios de enfrente, y las demás azoteas
entonces me empecé a acariciar las piernas y seguía masturbándome, de frente hacia las ventanas con la emoción de ser visto y ya con la verga bien caliente y bien parada, sentía riquísimo de estar al aire libre y en la semioscuridad de la mañana, serían como las seis y media o siete, seguía yo jalandome mi verga y viendo las ventanas de enfrente, me calentaba mas y mas, hasta que ya de plano sentí que me iba a venir, entonces deje de masturbarme para aguantar otro rato
me espere un poco y luego me volví a parar de frente hacia la calle para seguir masturbándome mientras veía las ventanas de los edificios de enfrente y volví a sentir que ya mero iba a eyacular, entonces ya no pude mas y me empece a venir a chorros, quedando mi mano llena de semen, y lo demás escurriendo por mis muslos hasta el suelo, era una sensación riquísima, al mezclar la adrenalina con el cachondeo y en fin recuerdo que sentía mas rico con la emoción de que me fueran a ver, eso me calentaba mas, era delicioso.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!