Secuestro intergaláctico parte 2
Una familia es secuestrada y llevada al otro lado de la galaxia para participar en un espectáculo depravado .
Antes de continuar: la siguiente historia es de ciencia ficción con toques de splatterpunk. Léase con discreción
3 siclos (o eso me dijeron) luego de la repulsiva actuación de mi pobre tía Angélica, la puerta de mi celda se abrió.
– —Mathezard viene en camino – dijo Ta´ar – quiere llevarte a otro espectáculo, déjale, has lo que te pida, muéstrate sumiso
– — ¿y como hago eso? – Respondí – no puedo olvidar lo que le hicieron a mi tía y esperas ¿que no haga nada?
– —es tú única esperanza, entre más confíen en ti más libertad te darán, como a mí – gesticulo – puedo moverme por toda la estación sin que me vigilen
– —¿pero?
– —tienes dos alternativas: enfrentárteles y posiblemente te maten o otra cosa peor, ó hacer lo que te digo y tal vez…tal vez puedas hacer algo – sentencio Ta´ar – decide luego que ya vienen
– —y de que me sirve, ¿sobrevivir para ver como martirizan mi familia?
– —si vivir no es suficiente para ti, que tal ¿escapar? – respondió Ta´ar ansioso, como si se le acabara el tiempo
– —Como?
– —luego – replicó
Mathezard y dos guardias Jeracios aparecieron a los segundos y junto con Ta´ar, me llevaron con ellos.
Esta vez no opuse resistencia y como quedamos con mi amigo verde, me comporte calmado, servicial, sumiso y muy cooperador. Sobre todo cuando me senté en aquel maldito sillón y yo mismo me coloqué las gafas, esperando casi impaciente que la función comenzara.
Antes de cubrir totalmente mis ojos con el artilugio polimérico, pude ver una sonrisa por parte del fisiólogo de los Tertium. Estaba hecho pensé
La espesa bruma se disipó al tiempo que los altoparlantes se activaron
Espécimen 2
- —Vanessa, la hembra Terrana se apareara con un Oniiri de las selvas de Garaxia
El bioma era una espesa selva húmeda, enormes troncos color cartujo se alzaban sobre la línea del horizonte, así como sus frondosas copas anaranjadas impedían la entrada de la luz de un sol celeste que, suspendido en el cielo parecía no moverse, gruesas cuelgas de lianas y raíces pendían de las alturas estrangulando los trocos hasta refugiarse en la tierra negra y pastosa de la superficie.
Miré entre los amasijos de ramas, hojas multicolores y profusas enredaderas enmarañadas en busca de mi prima. No fue hasta dar con ella, tras uno de esos exuberantes cercos orgánicos que me tranquilice. Sin embargo ella caminaba, a diferencia de mi tía.
Vanessa se movía libremente por entre los matorrales escudriñando el área, al igual que Angélica, la chica iba completamente desnuda enseñando sus virtudes, las mismas que tantas veces antes apreciaba envueltas en ropajes apretados.
Se veía turbada, desconcertada, imagino que preguntándose donde estaba.
Yo sabia que sucedería a continuación y aunque este mal decirlo, me excitaba, me excitaba saborear la venganza de tantos insultos y humillaciones, soy un cabrón lo sé y en ese momento me encantaba
Vanessa avanzó uno cuantos pasos, hasta dar con una alfombra de hojas que tapizaban el suelo, se veía tan confortable que la chica no dudo en caminar sobre ella, y aliviar sus descalzos pies de las ramas espinosas que en partes, cubrían la lodosa superficie. 3 pasos dio sobre la acogedora cubierta cuando cobró vida, gruesas hojas aterciopeladas se elevaron rodeando a mi prima y el agradable tapiz se convirtió en una gelatinosa masa informe de la cual: en su centro se abría una aterradora oquedad de la que emergieron múltiples tentáculos vasculares, unos gordos y pringosos y otros delgados e impolutos.
La extraña planta extraterrestre completó su metamorfosis abriendo sus pétalos y dejando en alto cinco lóbulos carnosos de apariencia viscerales, toda la planta lucía de similares características volviéndola una versión retorcida de la Rafflesia.
Los ágiles apéndices tentaculares se aferraron del cuello de Vanessa y la proyectaron con encono contra el amasijo de carne putrefacta que conformaba su cuerpo.
Los rápidos reflejos de la chica evitaron que se estampara el rostro contra la aterradora planta, al tiempo que daba un fuerte chillidos mientras caía. Sin dejarle reaccionar, lonjas carnosas de perénquima cubrieron sus manos y pies, dejándola a cuatro patas sin posibilidades de moverse.
La asombrosa tecnología de nuestro bastardos captores era tan fantástica que, no solo aparentaba que estuviésemos rodeados por esa espesa selva y que escucháramos con total claridad los chapoteos y chasquidos de la planta ó los desgarradores gritos de vanessa, sino también podíamos oler el nauseabundo hedor que emanaba de aquella demoníaca flor.
- —pero que coño es este horror – gritó Vanessa viéndose cubierta de tentáculos serpenteantes sobre su cuerpo perlado de sudor – déjame ir cabrón de mierda
Nuevos estambres fueron directo a sus pechos, rodeándolos y aprisionándolos, estrujándolos cada vez que avanzaban descendiendo hacia sus areolas, y ni bien llegaron a ellas, las rodearon formando un circulo, esperando que de las capas de materia viscosa y de apariencia pútrida del suelo, emergieran nuevos estambres los que se prendieron de sus pequeños y rosados pezones apretándolos y tirándolos
- —que estas haciendo puta planta?…noooo, si jalas así mis pezones me los arrancaras – gritaba mi prima espantada
La expresión de pánico dibujada en la cara de Vanessa era demasiado fascínate para evitar mirar y mientras lo hacia, disfrutaba recordando los sádicos momentos en que ella y su hermana me torturaban con desprecio. Cuando sea el turno de la preciosa Natalia también lo disfrutare, es más, si los planes de escape que Ta´ar ha estado insinuando resultan, los completaré luego de ese momento.
Yo miraba con morbosa indiferencia el espectáculo que otros vitoreaban y festejaban, viendo cuando esos mismos estambres zigzagueantes se enfrentaban contra los apretados agujeros de mi prima y ejerciendo cierta presión, lograron ensanchar.
- —Nooo….noooo….auxilio, no quiero esto por piedad ayúdenme, por piedad noooo – chillaba histérica
Las pantallas holográficas sobre nuestras cabezas, exponían los agujeritos de Vanessa y los delgados estambres que en caterva se apoderaban de ellos expandiendo sus dimensiones.
Unos separaban sus nalgas con ímpetu, en cuanto otros tantos estiraban los contornos del ano abriendo las paredes de su virginal cavidad. Su vagina también corrió la misma suerte revelando su esponjosa y sonrosada gruta. Pero no todo terminó allí, la abertura de la uretra también era forzada, así como su boca y fosas nasales.
- —la comenzara a enraizar – dijo Mathezard sin perder detalle de la función – los Oniiris utilizan primero los Talidores para separar los conductos de sus victimas antes de penetrarlas con las raíces mayores
- —como? – me pregunte en silencio
No necesite mayor explicación. Desde la siniestra planta emergieron gruesos tallos color ocre, estos avanzaron en serpenteantes movimientos enfrentando las sonrosadas aberturas de su cuerpo. El primero en ser forzado fue su ano, profanado sin piedad por uno de los gruesos tentáculos vegetales, seguido de cerca por otro del mismo diámetro que envistió sin demora, ni piedad su vagina.
Podía ver por las pantallas en rayos x como los tentáculos clorofílicos avanzaban por el interior de mi prima ensanchando sus cavidades hasta el máximo.
- —no por favor, suéltame que me duele, me estas haciendo daños hijoputa – bufaba apretando los ojos y soltando lagrimones que escurriendo por sus mejillas
Los siguientes estambres estiraron la vulva de Vanessa, dejando al descubierto la entrada de su uretra, la cual fue raudamente profanada por un brote de un volumen menor que los anteriores pero, considerable para el tamaño de la abertura a la cual penetro sin vacilación. El aullido agónico que mi prima lanzó al sentirse desgarrada en aquella sensible parte de su anatomía, fue acompañado por un chorro de orina expulsado al romperse la resistencia de la vejiga.
Fue cuando vi los ojos de Vanessa oscurecerse, como si la psiquis de mi prima defendiera la poca cordura que le quedaba, refugiando su mente en un lugar más acogedor para ella misma. Claro que eso no detuvo a la repulsiva flor, continúo insertando sus tallos en el cuerpo de mi prima. Los siguientes fueron unos pequeños y cóncavos que se insertaron en sus fosas nasales y penetraron hasta su laringe, estos fueron acompañados por uno de mayor tamaño que entro por su boca alojándose profundo en su traquea, ya para entonces la chica solo articulabas lastimeros gemidos casi por instinto
- —así podrá respirar – dijo Mathezard admirando el festín bizarro – los tubolos le proveerán aire suficiente, ahora observa los tentáculos
Miré con atención los tentáculos incrustados en su vagina y en el culo, y vi como centenares de aguijones delgados como cabellos se incrustaban en el interior de Vanessa, absolviendo sus nutrientes mientras decenas de estambres más delgados y de un color amarillo mostaza, se introducían por sus oídos, deslizándose por el canal auditivo hasta llegara al cerebro; un batallón de alfileres clavándose en sus sesos y no solo los únicos. Otros, idénticos atravesaban la piel de sus pezones adentrándose por sus tetas así como su clítoris, igualmente martirizado por dichas púas, penetrando hasta su sistema nervioso y adhiriéndose a el.
- —ahora el Oniiri le producirá una absoluta sensación de placer, mientras se alimenta de la Terrana por siclos
No terminó la frase cuando los pétalos de la gigantesca flor se cerraron alrededor de Vanessa confinándola en su interior.
Por las pantallas se podía ver a un líquido cristalino y viscoso inundando el abovedado interior de la planta, sumergiendo el letárgico cuerpo de mi prima en la profunda oscuridad. Ella, inconcientemente gemía y se estremecía ante los suaves e incesantes orgasmos que la planta le proveía.
Ante mis ojos la flor carnívora se apodero de mi prima, adsorbiéndole sus fluidos lentamente hasta convertirla en una seca momia.
Las pantallas se apagaron y todo se oscureció.
Vanessa me humillo y lastimó en innumerables ocasiones pero, no era para que su vida terminara así, cavilaba devuelta a mi celda
- —tenemos 412 siclos para rescatarla – dijo Ta´ar susurrando – antes que sea consumida por completo
- —entonces debemos apurarnos
- —Xorento tiene asuntos que atender por eso termino la sesión de improviso, creo que regresará en unos 30 siclos para continuar con el espectáculo – prosiguió – sigue sumiso, Mathezard se lo esta creyendo, pronto podrás moverte por la estación e iniciaremos nuestro plan
- —Eso espero
Que rico ver justicia en la prima