Streaking con masturbación.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi "inspiración" básica es la travesura llamada "streaking", en su modalidad femenina. Siempre me ha pasmado el tema del desnudo totalmente inesperado y gratuito. Y cualquier simple foto que yo vea sobre eso me provoca facilmente un subidón repentino. Digamos que una chica, apareciendo de sopetón y sin venir a cuento de nada, corriendo completamente desnuda, digamos que en plena via pública y a plena luz del dia. En plan meramente provocativo y que, en definitiva, ella sabrá de donde le sale esa actitud. (Desde los años 70 hasta aquí hay casos documentados de ese tipo de acciones. Aunque más bien en estadios deportivos y lugares así, como para forzar el reto de "aparecer en bolas ante la mayor cantidad de público posible"…).

Me gusta imaginar que la chica lleva unas zapatillas sencillas y discretas. Será lo único que no se quitará. Tampoco no tiene por que correr descalza ni arriesgarse a lastimarse los pies. Lo principal es que no se dejará nada puesto de los tobillos hacia arriba. De hecho ni siquiera lleva ninguna ropa interior por debajo de su sencilla camiseta y su falda holgada y ligera. Solo ese par de prendas, fáciles de quitar con un par de movimientos rápidos. Nada de "estriptís" ni de "coreografias" de ningún tipo. Solo una acción inesperada y repentina. Y un echar a correr sin vuelta atrás.

Ha salido a la calle perfectamente decidida y motivada para desahogar esa idea tan provocadora. Con esa intención tan excitante y extrema.

Lo último que ha hecho antes de salir ha sido encajarse "dentro" el aparatito masturbatorio…

(Nota: Yo no se realmente qué tipo de "aparatito masturbatorio" pueda existir, o no, para algo así. No se si algo similar a las llamadas "bolas chinas" u otra cosa. Algo que no se viera "desde fuera", pero que estuviera ahí, y que proporcionara una estimulación satisfactoria al máximo, al caminar, y aún más al correr… Y eficiente incluso hasta el mismísimo orgasmo…).

La audaz exhibicionista se dispone a perpetrar su gran hazaña. Una calle, o una plaza, o una avenida cualquiera. Entorno plenamente urbano. Plena via pública y a plena luz del dia. La chica ya viene sobradamente excitada y motivada, en su firme pretensión de llevar a cabo aquella acción, y de disfrutar con ello, despreciando posibles consecuencias del tipo que sean. Le importa un bledo. La sola idea de hacer algo así la domina, y está decidida a experimentarlo. Se le antoja el mejor juego erótico posible que se pudiera inventar, almenos como algo para practicar así en solitario.

Disimulando su excitación y su morbo va caminando como una transeúnte cualquiera, aunque el "aparatito masturbador" que lleva incrustado la va rozando y estimulando físicamente, según camina. Al final se detiene al borde de una acera. Ya totalmente decidida, se lanza. Con un par de zarpazos rápidos se quita la camiseta y la falda, y las deja caer al suelo, abandonadas, mientras echa a correr sin pensárselo ni un momento. Cruza la calle, plaza o avenida a la carrera, ya completamente desnuda (zapatillas aparte). El efecto del juguetito estimulador que lleva puesto se multiplica con el movimiento del "correr" y la hace gozar tanto más físicamente, según ella ya venia pretendiendo que fuera así.

Total, que nuestra protagonista va corriendo desnuda por la calle, gozando de su propio exhibicionismo nudista y buscando culminar su atrevimiento supremo (como toda masturbación) con un inequívoco orgasmo.

Enmedio de su entusiasmo, la chica aun se anima a ir dando voces así como para hacerse notar aún más. Va corriendo desnuda y grita "¡libertad, libertad!", como si su actitud fuera algo así como "reivindicativa" de algo.

En realidad no es así. Ese ir gritando "¡libertad!" es una especie de mezcla de desahogo y de llamar la atención a cualquiera que estuviera mirando hacia otro lado (algo así como un descarado "¡miradme, voy desnuda!", pero así como medio disfrazado).

Al final la chavala ha recorrido a la carrera un buen trecho de plena via pública a plena luz del dia, completamente desnuda, ante cuanta gente hubiera para verla en vivo y cámaras para retratarla. No se ha cortado un pelo en ningún momento y el juguetito masturbador que llevaba puesto ha ido correspondiendo, en lo físico, a la excitación mental y anímica que ya ella tenia como base de todo ese juego.

Y llega la culminación, ahí, en plena calle y en público. Sin poder ni querer evitar expresarlo con la cara ni con todos sus gestos, la chica sucumbe finalmente a un inequívoco orgasmo. Sobándose ella misma. Llevándose las manos a las tetas, a la cintura, a las caderas y al pubis. Entre gemidos de gusto indisimulado…

Se corre viva ahí de pie, completamente desnuda, en plena via pública, a plena luz del dia, ante cuanta gente haya para verlo en vivo…

Y luego ¿Qué?.

¿Qué habria que suponer para lo que pueda ser "de ahí en adelante"?… Bueno… Supongo que seria bastante incómodo y humillante para nuestra protagonista. Una vez "saciada" y satisfecha (y posiblemente más bien fatigada) a la pobre chica le tocaria afrontar el camino a desandar, aun desnuda y por las calles, sin posibilidad inmediata de volverse a vestir o resguardar.

¡Pero a mi incluso me gusta imaginar que nuestra audaz exhibicionista ya ha tenido eso en cuenta! Que afrontar ese punto, un poco conscientemente "suicida" de su hazaña, hasta como que le incrementa el morbo. Por lo menos a la hora de emprender la cosa… Asumiendo conscientemente, ya de buen principio, esa posterior humillación "post-clímax"…

Como que, por encima de todo: ¡Que guay y que cosa más extrema y suprema eso de correrse viva y completamente desnuda en plena calle y a plena luz del dia, y delante de cuanta genta haya para verlo en vivo!… Aún a pesar de todo lo que se llegue a dar después… (Así como que: ¡Me importa un pito! ¡Yo agarro y lo hago!).

Fin.