Una pasajera caliente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rorodiaz.
Les conté que me gustaba exibirme, bueno en una de esas tantas…ella, una pasajera, apenas subí me invitó a sentarme a su lado, es más, se corrió hacia la ventana para dejarme el lado libre, en el autobús venían otras cuatro personas, vacio diría yo, juzgando que esa era la hora de poco tráfico en Santiago de Chile.
Al andar un par de cuadras, ella puso su mano en mi pierna, yo tenía mi mochila encima y al ver su movimiento deslicé un poco la mochila hacia abajo para dejarle espacio en mi pierna izquierda.
Pasado un rato, ella me conversaba cualquier cosa, y de reojo me miraba el cierre, entonces comprendí que ella me había visto desde el principio, genial, pensé, de inmediato le tomé su mano que tímidamente ella posó en mi pierna y se la puse junto al pene, sin tocarlo, pero ella instintivamente pensó que se la pondría sobre él, nos reímos con complicidad.
Ya liberados de los temores, y una vez que subieron algunos otros pasajeros, le tomé su mano nuevamente y la puse sobre mi pene que ya estaba totalmente afuera del pantalón y tapado sólo por la mochila, ella lo tomó y lo apreto con fuerza.
La invité a cambiarnos para atrás del autobús, pero no quiso, le daba verguenza, además había una mujer joven que nos venía observando y escuchando la conversación.
Yo quería que me la chupara, pero no se atrevía, la invité a bajar del autobús y tomar otro, más vacio y ella aceptó, me tapé y nos bajamos, abajo, en el paradero, me saqué el pene que ya casi reventaba y se lo mostré, ella lo miró atentamente y sonrió, pero tenía verguenza, yo me masturbé mientras me miraba pero sin acabar.
Tomamos un autobús en Avda Americo Vespucio, en Santiago, y nos fímos al fondo, ahí se lo mostré nuevamente ella me masturbaba firmemente y disfrutaba mucho con mirarlo, su gran sonrisa lo decía todo, ella no era muy atractiva, pero tampoco fea, yo quería que me la chupara y acabar en su boca, pero no fué posible, la paja fué descomunal, tanto que me hizo acabar y le ensucié todo su brazo con semen, abundante semen, que paja, exquisita..luego la limpié, nos despedimos y me bajé del autobus…su nombre quien sabe, solo placer, mucho placer, luego pienso en la paja que se debe estar haciendo en su casa y me excita aún más.
Tengo otras experiencias, si quieren se las cuento…
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