Viaje a Cancun
Exhibicionismo inesperado tras un viaje fallido a las paradisíacas playas de Cancun .
Habíamos planeado un viaje de amigos a Cancun justo antes de empezar un nuevo semestre de la Universidad, para mi suerte mis amigos me habían plantado. A dos de ellos no le habían dejado ir por malas calificaciones y el tercero se había enfermado. Y ahí estaba yo, no podía desaprovechar que el hotel ya estaba pagado, no iba a ser la mejor habitación pero al fin era una habitación en la playa por 4 noches, así que hice el viaje solo.
Y ahí iba yo, viajando solo a la playa, con mis 20 años. Soy de tez blanca, mido 186 cm y peso 75 Kg. Una vez que llegue al hotel, me ofrecieron subir de nivel la habitación de forma gratuita, cual fue mi sorpresa que al entrar me habían asignado una habitación en el piso 15 con un hermoso y amplio balcón que daba hacia el mar, la vista era maravillosa. Como ya era algo tarde me solo baje a cenar y a dormir. Aun tenia que ver que hacer esos días.
Al día siguiente, me levante temprano para bajar a desayunar. Al regresar a la habitación, me bañe y salí con una toalla amarrada en la cintura. Así decidí salir a disfrutar un poco de la vista, me quede sentado viendo el mar, como estaba muy arriba y no se podía ver de hacia donde estaba desde otras habitaciones puse mi toalla mojada en un lugar que tenían para colgar ropa. Me sente un rato desnudo en mi balcón frente al mar.
No pasaron ni 5 minutos, cuando cruzo la puerta del balcón una mujer de unos 38 años, morena, delgada y de 165 cm de altura aproximadamente. Quedamos frente a frente a menos de un metro, yo sentado completamente desnudo. «Toque la puerta y entre porque nadie constesto, una disculpa, quiere que le limpie el cuarto?» Dijo entre apenada y sorprendida. Lo único que se me ocurrió en ese momento para responder fue «Si gracias, solo me pongo algo para bajar a la playa y dejarla trabajar». Ella salió por sus cosas para empezar a limpiar y yo fui por algo de ropa para bajar.
Cual fue mi sorpresa que ella nuevamente entró mientras estaba tomando mi ropa. «Voy a empezar por el baño» y paso como si no le molestara que estuviera ahí aun desnudo. Hice como si aun no supiera que ponerme y ella volvió a salir por otras cosas pasando nuevamente junto a mi. Solo sonrió. Yo estaba con el corazón a mil por hora y con una medio erección. Volvió a entrar y yo seguía ahí, según ya sacando lo que me iba a poner, esta vez vi como bajaba la mirada para verme bien. Puse la ropa sobre la cama y cuando me iba a vestir le pregunté que donde podía comer mariscos ricos cerca del hotel. Ella salió del baño y me empezó a platicar de un restaurante al que iban los viernes ella y sus compañeras del hotel. Mientras me contaba yo me iba vistiendo bajo su mirada. Al final ella se ofreció llevarme al terminar su turno, me pidió que la esperara junto a una parada de autobuses que estaba junto al hotel.
Paso el día y justo a las 4 de la tarde ahí estaba. Me había puesto únicamente un short y una playera. Ella llegó, traía unos jeans ajustados y una blusa muy delgada se veía muy bien. fuimos a comer mariscos y unas cervezas, muy rico el lugar sin duda. Platicamos un poco de todo. Al finalizar, se ofreció a llevarme de regreso al hotel. Paramos a echar gasolina y me baje el cierre del short dejando entre ver mi pene mientras ella estaba distraída con la bomba de la gasolina. No tardo en darse cuenta de que traía el cierre abajo y en el camino me lo hizo saber.
– «No es queja pero traes el cierre de tu pantalón abajo y alcanzo a ver a tu amigo» señalando con su mano hacia mi pene.
-«Es para que tome un poco de aire de cancun» le conteste entre risas
– » Si es así, entonces déjalo que conozca bien.
No podía creerlo, pero sin dudarlo me saque el pene entre el cierre del short, tocandolo un poco para que se terminara se poner duro. Ella me miraba mientras manejaba, al llegar a un semáforo por fin lo podía ver con un poco más de calma «Wow, que rico lo tienes» me dijo mientras lo sujetaba tímidamente con dos dedos, así que tome su mano y le dije «agarrado bien, con confianza». Y ahí estaba ella, jalando mi verdad dura mientras conducía. Poco antes de llegar al hotel orillo el carro y sin que le llegara a preguntar me lo empezó chupar, se sentía delicioso. Se notaba su experiencia y yo estaba en las nubes. «Lástima que tenga que irme ya porque tengo cosas que hacer, deberías de pedir en recepción que sea yo quien vaya de nuevo a tu cuarto». Obviamente le había dicho que si, baje del auto dándole un beso corto. Me había quedado más caliente que nunca por lo que tenía que planear mis movimientos para el día siguiente.
ke rico como ek si me gusto esto no soy tan hetero pero bueno wow estubo delicioso cuentas mas brother