Amo con perro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por danifert.
LLego a la terraza donde habíamos quedado. Estás allí, con una cerveza sobre la mesa. Me siento contigo. Has venido con tu perro, un pastor alemán enorme.
Hablamos un poco. Yo estoy muy nervioso. Nunca he quedado antes así, pero la situación me excita. La tengo dura desde que he salido de casa. La verdad es que me gustas. Hablamos un poco. Me eseñas tu carnet, es lo que quedamos. Mando un SMS a un amigo y así estoy más tranquilo (no te conozco de nada). De todas formas el corazón me va a cien. Tienes la casa libre y vives cerca. Vamos hacia allí. Por la calle me dices al oído: "te voy a abrir el culo". En el ascensor me agarras la polla y los huevos por encima del pantalón.
Entramos a tu casa y cierras la puerta. Haces que me desnude. Te quitas los pantalones. Tu polla es gorda, la tienes dura y roja. Me llevas a la cama, tu perro nos sigue. Sacas un consolador, un buttplug enorme: "Primero te voy a preparar". Intentas metermelo de golpe pero es imposible. "Ponte a cuatro patas", te obedezco, aún así me aprietas la cabeza contra el colchón. Con la otra mano vas metiendo el buttplug a rosca, poco a poco.
Me duele, pero eres listo, a la vez, cuando se va metiendo, me pajeas un poco: "así asociarás el dolor con el placer, que es lo que debe ser", me dices. Con cada intento un dolor me recorre el cuerpo, pero a la vez me pajeas, y el dolor se funde con algo muy placentero. "no puedo más, para por favor" te digo, pero en ese momento empujas y el butt llega a su parte estrecha. Mi ano se cierra a su alrededor con ansiedad. "Nunca me habían metido algo tan gordo" te digo. "Pues espera", me contestas. EL efecto del plug es impresionante. Tengo el culo a reventar.
Tu perro mira la escena tranquilamente echado sobre la alfombra. Me pones mirando hacia arriba y me metes la polla en la boca. Me follas la boca, tumbándote encimam ío, no puedo ahcer nada más que intentar respirar. CUando te cansas la sacas y te sientas a horcajadas encima de mi. Me das con la polla en la cara. AL principio suave, después cada vez más fuerte. Llegas a hacer algo de daño. Sólo cierro lo sojos y espero.
"Vamos a probar ese culo". Me haces darme la vuelta y me sacas el plug, esta vez poco a poco. Al sacarlo del todo mi culo arde, como si necesitarse inmediatamente ser llenado para no doler de esa manera. No lo veo, pero seguro que se ha quedado abierto y dilatado y se está cerrando poco a poco como en un bostezo.
No le das tiempo a terminar, porque tu polla (ya he dicho que bastante gorda) se mete de inmediato. Me follas a golpes, sin piedad. A pesar de que es gorda casi no noto nada al principio por el efecto del dildo. Pero depues, gracias a tus empujones bestiales la cosa cambia. "Toma perro" me gritas. "Te voy a encular hasta reventarte". Yo sigo a cuatro patas, totalmente a tu merced.
En un momento dado me metes un dedo (más la polla) y dos y tres y hasta casi la mano, todo sin sacar la polla y sin dejar de pistonearme. De vez en cuando me vas tocando la polla, para no dejar de unir placer y dolor me repites. "Me voy a correr!" te digo. "Ni se te ocurra!" pero ya es tarde. Me corro sin remedio. "AHora si que me has enfadado" me dices. Sacas la polla y la mano. Sales de la habitación y vuelves con un bate. "Oye…!", me tranquilizas enseguida. "Nada de dolor ni de daño físico, son las normas, pero te voy a castigar. Y esto se va a meter por tu culo". Miro el bate, la parte delgada es posible, pero la gorda ni de coña… y es la gorda a la que estás señalando. Me vuelves a poner en posición, mientras tanto, embadurnas bien la punta gorda y redondeada con crema.
MI polla se va haciendo dimunuta. No me dejas limpiarme el semen. AL principio parece imposible que entre. EMpujas con suavidad y sólo siento dolor. Tras un buen rato ("es imposible" te digo varias veces) noto que algo está cambiando. Eres perseverante y paciente y el bate comienza a entrar. Lo giras y lo vas moviendo despacio… y va entrando. Debo tener el culo totalmente dilatado. Noto como mi culo va engullendo, cerrandose sobre el bate, avanzando hacia la parte más estrecha para escapar de él, sin darse cuenta de que así solo consigue meterlo más y más. Llega un momento en el que al soltarlo ya no se sale. Debo tener como un palmo metido. "ahora vuelvo" me dices, dejándome allí empalado en medio de la cama. Vuelves con un bote en la mano: "AHora viene la mejor" dices. Es un bote de miel. Me untas en los alrededores del culo y la polla, que continúa pequeña.
Me la embadurnas bien, es raro el hacerte una paja con miel. EL prepucio al separarse duele ligeramente. "AHora verás", llamas a tu perro que se sube a la cama. COn su lengua larga y viscosa empieza a chuparme la polla. "tranquilo, no te morderá, Te tengo que castigar por hab erte corrido y necesito que se te ponga dura, así que esta es la solución a las dos cosas". Mientras tu perro me la chupa y me babosea, tu sigues manejando el bate. LA dilatación me marea, estoy atontado. Tu sigues con la polla dura a tope.
Mi polla sigue sin sentido, ma acabo de correr, pero tu perro lame y lame sin parar. Noto como poco a poco sacas el bate. De nuevo el ardor al dejarme vacío, pero enseguida de nuevo noto algo. SOn cuatro dedos tuyos. "Te voya empuñar". Intento protestar, pero no estoy en situación. ADemás no había dicho nada de no hacer eso… De todas formas tras el bate, tu puño entra en cinco minutos. "ahora sí que eres mío del todo, no te puedes escapar". Es en ese momento cuando mi polla vuelve a latir. Lo notas al instante. Mueves tu puño dentro y fuera, terminas sacándolo y metiéndolo. Estoy tan mareado que no puedo ni p ensar, sólo digo palabras sueltas sin sentido. Apartas al perro de mi entrepierna.
Mi polla está de nuevo bien dura. Sacas la mano, esta vez lentamente. "Te voy a dejar descansar un poco". Te vas, al minuto vuelves con un montón de cojines. Me colocas entre ello, con el culo hacia arriba. Sólo quiero dormir, aunque mi polla esta a cien. ME despierta un movimiento. Tu perro se ha subido a la cama. Tu estás a su lado. Le das palmaditas en mi espalda y se sube. Estoy tan cansado que casi no puedo moverme. Se coloca sobre mí. "Ahora eres su perra" me dices, "Nuestra perra". Noto una punzada en los alrededores del ano, otra… "No acierta a la primera, pero no te preocupes, que ya acertará".
Finalmente, lo noto. No lo veo, pero debe ser delgadita… el perro empieza a babear sobre mi espalda. Está emocionado, me folla a cien por hora. De repente se para pero no la saca. Empiezo a notar cómo se hincha su polla en mi interior. ¡Me está anundando!. La bola de carne que tiene a mitad del pene está creciendo para que la polla no pueda salir.
Me dijiste por messenger que la tenía más grande que una naranja. Creo que voy a explotar. Duele. Tengo un bola de carne del tamaño de una naranja creciendo en mi culo. No grito porque no me quedan fuerzas. EL perro se baja de mi espalda y se coloca culo contra culo mientras su polla gira en mi interior. "Ahora te está inyectando el semen" me dices. No noto nada, pero luego sí, como un calorcillo y depueś me noto más y más hinchado. Me toco en los alrededores del ano que está totalmente a tensión y noto como supura un liquido caliente, debe ser el semen del perro que resbala muslos abajo. Nunca me he sentido tan lleno y tan follado. "ahora es cuando te vas a correr". Me cojes la polla y me pajeas. Finalmente me corro por segunda vez, no hay ningún pensmiento en mi cerebro, sólo vacío dolor y placer.
Tu perro la sigue teniendo dentro de mí. Poco después la saca con un plop. La polla es del tamaño de un tio pero la bola es como una naranja grande. "ahora ya has asociado placer y dolor del todo".
Estas acabado, porque no podrás deshacerte de esta sensación y cuando la quieras tendrás que venir para que te follemos. Nadie más podrá saciarte. Y sé que tienes razón.
Si eres amo y te gusta mandame un mensaje y hablamos.
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