Campo Alegre II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por max544.
Hola a todos nuevamente, aquí les traigo otro de mis recuerdos de mi adolescencia en el campo, soy de Argentina.
Sucedió, como otras veces, a los 16 años, como ya les he contado antes, durante ese bello período de intensas pajas, práctica que descubrí a los 12 años.
Desde entonces, mis masturbaciones no pararon y cada vez eran más frecuentes, pero con el placentero aditivo de pajearme con mi perro Duke, un plus mas que excitante.
Durante ese tiempo, allá por el año 93, yo pensaba que era el único hombre que podía llegar a tener sexo con un perro, ya que Internet era algo impensable entonces, y que luego más tarde descubrí y conocí a más gente en el mundo que había practicado la zoofilia.
En fin, como les decía, mis pajas eran intensas y numerosas, pero siempre lograba eyacular la misma cantidad de leche, no importaba cuantas veces me la hacía en el día.
Por la siesta, me dispuse ir a caminar al espeso campo con mi perro, aprovechando que en casa todos dormían. Me alejé bastante, como 10 km., en donde rige el silencio absoluto, sólo interrumpido por el canto de algún que otro pájaro.
Ese día yo iba con pantalones cortos, sin mis calzoncillos, eso hacía mas excitante mi paseo, y mi pija ya iba dura durante el camino.
Duke ya se había habituado a mis juegos sexuales, pues él adivinaba mis intenciones con él, con sólo lamer mi pija, saborear mis jugos pre-seminales.
Una vez que estuvimos entre los arbustos, mi corazón latía muy fuerte, debido a mi intensa calentura de coger con Duke, mi amante canino por excelencia!
De prisa, pero sin pausa, me quite la remera y mis pantalones, quedándome completamente desnudo, y con la pija como roca. Me puse en cuatro patas y mi can ya se dispuso a lamerme el glande, hinchado y listo.
Yo aproveché el momento para pajear a mi compañero, él se dejaba, como si deseara eso de mí.
Al instante se empezó a menear, montando al aire, dando chuzazos, y me lo puse encima mío, guiando con sumo placer, su rojo sexo hacia mi libidinoso culito. De inmediato, me la metió hasta la bola basal, es decir, toda, toda!, era pequeña su pija al entrar en mí, pero en segundos y a medida que Duke acababa, su verga empezó a crecer más y más, era realmente enorme!!!, y su leche me inundaba todo.
Él solo me aferraba hacia su cuerpo, como no queriendo que me fugara e interrumpiera ese momento de clímax sublime, en donde el perro y yo, éramos uno solo, unidos en el más puro sexo, salvaje, visceral, animal, exótico, bizarro, pero real y delicioso, sentir su enorme pija dentro mío y ser como su esclavo, apareándonos en la infinita soledad del campo inmensurable!!!.
Y así, ambos, Duke y yo, en perfecta unión carnal, disfrutábamos juntos, ese sabor prohibido de la zoofilia. Yo, mientras, con mi leche saliendo a montones, deseaba que mi amante no dejara de aferrarme a él. Y una vez que él dejó de moverse, quiso apartarse, exhausto ya, pero era imposible a esa altura del momento, pues sólo pudo voltearse y ponerse en posición opuesta a mí, abotonado, como lo hacen los perros, aunque me dolía mi ano, por el tamaño exagerado de su miembro potente, él no tuvo escapatoria, otra opción, más que dejar correr el tiempo, y esperar a que la naturaleza sabia haga su parte. Por más de 20 minutos estuvimos pegaditos, cola a cola, yo sólo me mordía los labios, invadido por el placer extremo y el leve dolor de haber probado su sexo.
Su miembro se deshinchó, y escuché su rica pija salir de mí, se lamió y lamío mi leche también, hasta la última gota. Me quedé acostado sobre la tierna hierba, y Duke, relajado también, a mi lado.
Al atardecer, me desperté, habían pasado 2 horas, pero aún tenia tiempo para otro polvito, me dije. Aunque sea rapidito, masturbé a mi perro hasta sacarle toda la verga a exterior, y me la metí en la boca, y me tragaba su rica leche, al tiempo que yo acababa también con él. Ya no podía quejarme, tenía su leche en mi boca y mi culo, estaba más que lleno, y nos volvimos a casa. Siempre recuerdo esos momentos de intenso placer, que tan feliz nosenso placer, que tan feliz meo como yo, cuando viv tan feliz me hicieron, y la pija de DUKE, que jam dentro mio y ser como su hicieron a él y a mi. Y la pija de DUKE, que jamás olvidaré.
Espero lo hayan disfrutado, tanto como yo, cuando viví esos momentos.
Hasta la próxima!
muy exitante