CAMURAS COLORADAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove1968.
Hola a todos mis compañeros de aventuras sexuales con animalitos hembras, estoy de regreso con ustedes y espero despertar ese morbo que siempre gusta cuando se lee las narraciones de esas bellas experiencias con nuestras hembras, aún sigo administrando la finca de mis padres y mientras tenga oportunidad le seguiré dando y recibiendo placer con mis hembras animales.
A finales del año pasado mis padres decidieron acabar con las ovejas puesto que no es rentable y por el clima la producción de lana es pobre, igual la afectación por las altas temperaturas, sin embargo nos recomendaron que compráramos camuros;, se trata de un animal con características similares a las de la oveja y el cabro que en vez de un vellón de lana cuenta con un grueso pelaje con el que se protege de las altas temperaturas.
Se alimenta igual que una oveja o un cabro pero la principal diferencia está en el sabor de su carne y en el tamaño del animal que fácilmente supera a los dos anteriores, es por ello desde Soatá Boyacá se llevaron de varias fincas diez ejemplares hembras y dos machos ya destetados y se terminaron de criar en corral
Nos aconsejaron que las dejáramos crecer hasta los 10 meses de edad para que se reprodujeran.
Las camuros las tuvimos separadas de los machos en un corral bien encerrado con madera y cubierto con lámina de zinc, así que la gente que pasaba por la carretera o estuviera en la finca no podía ver adentro.
A finales de noviembre con casi 11 meses de edad varias hembras entraron en celo coincidiendo con el último fin de semana, por lo que el cuidandero; que es quien me ayuda baja al pueblo y me toca asumir las tareas que Él realizaría
Para poder estar tranquilo le pedí permiso a mi padre para que autorizara que el cuidandero se fuera desde el viernes, ya solo finalice todas las labores y me fui a descansar, por la noche no tenía sueño así que saque el portátil y me conecte al internet para leer mis correos, ver páginas de porno y zoofilia, había visto algunos vídeos de zoo y me entraron esas ganas tan difíciles de controlar que mi mente se empezó a llenar de pensamientos muy inspiradores, recordaba mis gallinas, ovejas, becerras, burras y todo lo que ha pasado por mi pene.
Me excite tanto que sentí que no debía desaprovechar la oportunidad de esa soledad que me acompañaba.
Sin esperar más me fui donde estaban las camuras, me encerré con mis hembras, me acerqué lentamente hacia las camuras, éstas empezaron a correr en el pequeño corral, busqué un laso y con linterna en mano agarré a una por una para vercuales estaban en celo había una sola que estaba receptiva, pues agarre a esa sola atándola cortica en un rincón.
Todas estaban de buen tamaño, tenía un cuerpo muy gordo y bastante grande, sin más trate de acaballarme sobre sus ancas en la medida que le tocaba la vulva, pues estaba receptiva porque no rechazó mis intenciones, comencé a masajearle la vulva notando que estaba bastante, húmeda, cremosita y dilatada, tenía una vulva muy caliente y abultada.
Yo estaba muy excitado, sentía un temblor en todo mi cuerpo y ese deseo incontrolable por penetrarla, seguí acariciando su vulva en la medida que introducía mi dedo con mucha dificultad, cada vez más profundo hasta que no le cupo más, le introducía todo mi dedo y lo volvía a sacar, frotaba sus labios y metía mi dedo, la camura contenía la respiración entre pujones y empujones que ella misma hacía; sentía su interior muy húmedo, caliente, de vez en cuando contraía sus paredes vaginales en la medida que pujaba y agachaba la cabeza, la seguí acariciando varios minutos más, como al corral llega buena iluminación externa podía alcanzar a ver ese agujero ya algo dilatado; mi pene estaba muy duro y sin esperar me desnudé de la cintura para abajo, me unte una pomada llamada RINO para mermar la estimulación de mi glande, esperé unos minutos, le unté aceite para bebes en la vulva para facilitar toda la penetración.
Acto seguido me ubique detrás de ella medio recostado, con una mano trataba de abrirle la vulva y con la otra acomodaba mi pene entre sus labios de la vulva, sintiendo ese placer indescriptible que produce ese primer contacto, tan pronto me acomodé la tome con mis manos por los lados en la medida que empujaba y soltaba, cuando empujaba la camura hacia enviones hacia atrás pero no entraba, de un momento a otro el animal abrió bien las patas y se arqueo, cuando hice el siguiente empujón sentí como recorría mi pene dentro de su vulva apretadísima en la medida que el animal pujaba durísimo y contenía la respiración mientras apretaba su vulva con toda su fuerza; era como si me ahorcara la base del pene, cuando respiraba mermaba la presión, me produjo mucho placer con algo de dolor que recorría todo mi cuerpo, sus paredes vaginales presionaban mi pene cada vez más para luego soltar, su interior parecía que me quemaba, sentía muy húmedo y esa típica suavidad que lo hace a uno relajarse y olvidar todo alrededor
Luego mi pene salía de dentro de ella y lo volvía a hundir lentamente para no asustarla, la camura seguía pujando, apretando su vulva y haciendo enviones cuando la penetraba, seguí sacando y metiendo lentamente hasta que mi abdomen llegaba contra sus ancas, luego de unos 10 minutos el efecto del RINO fue pasando, así mismo relajo su vulva dilatándola un poco y permitiendo que mi pene se hundiera sin tanta resistencia hacia su indescriptible interior.
Hacía ya bastante rato que no desfloraba a un animal de raza menor por lo que para mí era la gloria.
Ya algo fatigado metí todo mi pene para tomar un segundo aire y retomar mi actividad, en ese frenesí podía sentir contracciones repetitivas, se calmaba y volvía a presionar mi pene, ya recuperado empecé a acelerar las penetraciones, la camura jadeaba y respiraba pujando, seguía penetrando con más intensidad hasta que inicie a sentir los impulsos eyaculatorios, cuando no pude resistir más me derramé dentro de ella, expulsando copiosamente todo mi semen dentro de su vulva, inicialmente y producto de mis contracciones para expulsar el semen también sentía que la camura apretaba tan intensamente como al principio.
Cuando me pasaron esos estremecimientos de mi cuerpo dejé mi pene metido dentro de la camura, al rato mi pene empezó a tornarse flácido así que intenté bombear pero mi pene no respondía, más bien sentía todo húmedo y líquidos vaginales de la camura empapaban mis testículos.
con un leve movimiento se salió mi pene pudiendo sentir el celaje de la noche, pues su interior estaba calientito, tomé la linterna la encendí viendo que mi vello púbico y mi pene estaban húmedos, me goteaban líquidos seminales en mis testículos, al alumbrar la vulva de la camura veía como le escurría de su vulva mi semen revuelto con algo de sanguaza, el animal permanecía con el rabo levantado y encorvada, desate la camura y ésta caminaba patiabierta, pero luego se paró se encorvó bastante y soltó un tremendo chorro de orina espumosa, emanando unos olores a lujuria y feromonas que incitaban a seguir, se apreciaba que la vulva había aumentado de manera exagerada su tamaño y conservaba un poco abierta y enrojecida su entrada
A eso de la media noche fui probando a una por una las camuras notando que habían dos más en celo; de las cuales tomé otra esa misma noche hasta casi amanecer y la última la tomé el sábado en la noche, en la amanecida del domingo le di clavo a la primera en varias oportunidades, cuando rayó el día las saqué a todas al potrero encerrado junto con los machos para ver si se aparean lo cual me tiene sin cuidado si lo hacen o no, pero si tengo la oportunidad con las otras siete así lo hare
Esa fue mi última experiencia vivida, aún quedan las otras espero no fracasar así tenga que sufrir durante las penetraciones que por cierto no son nada fáciles, sin embargo el primero es el primero y de segundo no quiero.
JUCATOVE884
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