CULIANDOME A UNA BURRA EN EL MESÓN DEL LAVAMANOS

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como de costumbre visito los lugares donde hay burras por montones, en esta oportunidad estaba construyendo una urbanización y demoraron mucho tiempo en terminarlas, como esto era ante una plaza para jugar futbol, esto era un sitio publico, entonces yo iba a cada momento a culiar burras, las metia en los cuartos de las casas y algunas veces me encontraron muchachos de mi edad culiandome las burras, pero yo iba todos los dias y me las culiaba en esta oportunidad dirigi la burra a una de las casas, ya esta tenia techo y mesones, entonces se me vino a la mente culiarmela en el meson del lavamanos, fue así que me desnude por completo como siempre acostumbró, ya que me siento libre y puedo hacer lo que yo desee, a veces las pongo bajando lomas y cerca de un arbol alzo la pierna y empiezo darle mondá o también le pongo una pierna en el lomo

Eso se siente una gran sensación agradable inexplicable, la idea es que se haga algo diferente no es unicamente meterle la monda y expulsar la leche sino hacerla sentir que tiene un macho encima, a veces le meto la verga y le paso una varita por el lomo y ella empieza a echarse para atras, la pones a que ella culee, bueno sigo con mi relato, cuando ya estaba con la verga a mil ubique la burra cerca al mezón de tal manera que quedó la en la posición que queria, aunque dure varios minutos pero lo logré, entonces me subi al mezón y le levante la cola y me la tire en el hombro y le abri su rica y deliciosa chucha y de la arrechera que tenia no dude en enterrarle la mondá de un solo golpe y empece a culiar encima del meson con la burra, era medio dia pero como estaba en la casa no sentia el calor, pero me sudé mucho, duré mucho tiempo hasta que no aguanté más y le llené de leche el rico agujero que me dio tanto placer, fue algo diferente y a cada momento recordaba esa culiada particular que le habia pegado a esa burra.

En otra ocasión les contare otra de mis culiadas con burras, yeguas o vacas, esperando un día cumplir el deseo de culiarme una mula cosa que no he tenido ese privilegio.