Dándole de comer a mi perra «Linda»
Mis mañanas comenzaban como cualquier otra, pero el morbo me exitava.
Mi día comenzaba como siempre, me levantaba, me bañaba y me sentaba a desayunar. Ese día mi familia no estaba, por lo que decidí levantarme más temprano de lo normal, en ese momento oía como es que en el pasillo de la cocina se escuchaban unas pisadas a lo lejos, en ese momento la ví, era Linda mi perra al parecer me había oído en la cocina y de manera alegre me miraba mientras agitada la cola, yo la acariciaba mientras con mis manos. – así que tambié quieres desayunar verdad Linda?-. En ese momento me baje el pantalón, mientras ella comenzaba a dar vueltas, de repente ella comenzó a lamer mi entrepierna aún con mis calzoncillos puestos- hey tranquila, tranquila. Se que quieres tu leche pero necesitas ganartela-. Me baje mis calzones y en ese momento su lengua rodeaba mi glande esa áspera lengua rodeaba todo mi pene.- pareces emocionada verdad?- la tomé del osico y se lo abrí- pues en ese caso creo que tendrás que tomar directamente desde el pico de la botella- con rapidez metí todo mi pene en el interior de su boca, apenas Hiba por la mitad, fuí más profundo y en ese momento llegué hasta su garganta, podía sentir su respiración agitada, como su lengua me tocaba las pelotas y de como palpitaba su interior, hacia que me estremeciera las piernas. Era hora de comenzar a moverme, mi pene entraba y salía, lo hacía con cuidado pero más y más la emoción me invadía, mi cadera se enloquecía mientras ella solo podía hacer ruidos- La quieres verdad, en serio la quieres puta!!!- de un momento a otro un chorro salió de mi pene, -pues tomalo…- sentía como su garganta se estremecía y me apretaba, creía que se había acabado, pero en mi cuerpo sentía algo más, mi vejiga me mataba, pero mi mente me decía algo, ella me miraba con esos ojitos de puta,-asi que no estás satisfecha eh-. Enpuje más mi cadera con todas mis fuerzas, tome su cabeza mientras llegaba más profundo hasta el interior de su garganta, más y más, sentía como un tope mientras su respiración se agitaba, en mi mente solo sentía que debía hacerlo, – un poco de jugo puede que te llene Linda-. En ese momento mi vegiga solito su líquido la orina fluía por el tronco de mi pene hasta la punta, mientras llegaba al interior de Linda, ella talvez por incomodidad o por dolor trataba de zafarse pero con mis manos en su cabeza no podía. Mis desechos llegaban a su estómago, tal vez así estaría satisfecha, poco a poco sacaba mi pene de ella, durante un buen tiempo se lo deje en el osico, terminaba de tomar mi café, hasta que mi pene se encogía ella solo se quedó lamiendolo. Tras terminar mi café pude ver cómo su vagina estaba goteando un fino hilo vicioso de líquido. -he… veo que te a gustado pequeña-. Con mis brazos la tomé desde sus patas traseras y delanteras, mientras 2 de mis dedos se metían en aquel carnoso agujero.
Continuará…
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