Editorial Oveja Negra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove884.
Ahora en el mes de enero como casi todos los años normalmente se esquilan las ovejas, especie animal que me trae buenos recuerdos por ser la segunda que probé en mi adolescencia y con las cuales he tenido varias veces unas penetraciones bastante placenteras, entre la manada de ovejas hay una borrega completamente negra de un año, esta borrega la vengo cuidando desde cuando tenía los 8 meses que es la época en que inicia el primer celo siempre con el firme propósito de ser el primero, por eso le he llevado el ciclo estral prácticamente con calendario en mano, así que para la segunda semana de enero se cumpliría el tiempo, por eso la deje de último en la esquilada y de paso quitarle las rilas que le quedan alrededor de la vulva para que le quedara bien despejada, no sé si en algunas partes del mundo tienen la costumbre cortarles el rabo, acá en Colombia se acostumbra mucho.
Después de la esquilada estuve pendiente tarde noche y mañana hasta que en la tercera semana dio señales, ese era mi momento para poder lograr mi cometido. No tendría problemas porque me encontraba completamente solo y no recurriría a la oscuridad de la noche con todas las incomodidades que se presentan, igualmente esa noche, la dejé separada con otras hembras en un corral anexo.
Al día siguiente de haber dado señales y muy de madrugada me puse en la cabeza del pene una sustancia que retarda la eyaculación, al rato y antes que amaneciera me la llevé para dentro de la casa con otras dos para que no comenzada a balar, en el cuarto donde se guardan las herramientas la ate a un estante anclado en la pared, cerré las ventanas que son de madera, encendí las luces y me desvestí de la cintura para abajo, luego le comencé a tocar la vulva y ella corcoveaba, tratando de reemplaza al macho inicie el cortejo hasta que me dejo meterle el dedo, estaba bien dilatada, estaba lubricando en cantidad y estaba muy caliente, me coloque bastante lubricante así como también en la vulva de la borrega, me le recosté encima quedando de cuclillas para acostumbrarla en la medida que con la ayuda de mis dedos le abría la vulva para colocar bien la cabeza del pene en su hueco, cuando noté que la estaba punteando donde era, ella se quedaba inmóvil y se encorvaba
En uno de esos movimientos no esperé más y con ella bien aferrada hice mi máximo esfuerzo logrando meterle de a pocos hasta la mitad, sentí como la estrechez me apretaba el pene y no me permitía pasar, estaba completamente emocionado de coger para mi ese virgo, la borrega jadeaba y se encorvaba y agachaba la cabeza contra el piso, así que la agarre bien de la panza conmigo encima y de un empujón la penetré totalmente, la borrega alcanzo a valar algo fuerte y corcoveo muchísimo por lo cual me lo sacó violentamente mi pene, sin esperar coloque lubricante tome la posición inicial, luego fui nuevamente penetrándola con la sorpresa que ella abrió las patas en la medida que se encorvaba cuando logré nuevamente meter mi pene me pegaba unos apretones y de vez en cuando culeaba sola echándose hacia atrás, el calor de su vulva era muy agradable, sentía sus tierna vulva ya contra la base del pene, la aprisionaba con todas mis fuerzas para luego iniciar el mete y saca,
La había convertido en toda una oveja; mi oveja y dejaba de ser borrega, con el paso de los minutos se me iban las fuerzas y comenzaba a desfallecer así que paré por unos instantes para retomar el aliento, saque mi pene con la curiosidad de ver y efectivamente había algo de sanguaza alrededor del glande, con todo el morbo la corrí por las caderas hacia la luz y su vulva negra azabache estaba entreabierta, se le había aumentado casi al doble de su tamaño, goteaba un líquido cristalino baboso y algo de sangre, se la abrí con los dedos y se podía ver su rojizo interior como se contraía, quise darle lengua pero no pude, recuperado el aliento me acomode para entrar en la fase final de la cópula, para entonces el efecto del retardante ya estaba pasando, esta vez no necesité ningún lubricante aunque la penetración si fue incomoda, ya con la sensación plena la penetré con mucho placer y goce aceleré al máximo el mete y saca hasta que un temblor me recorría todo el cuerpo se lo empujé todo y así me mantuve en la medida que expulsaba mi leche por las mismas contracciones del pene sentía como si se me fueran a romper las bolas, igualmente las contracciones de la vulva de la oveja eran permanentes,
Cuando pase de la emoción a la calma saque mi pene y la oveja prácticamente se desplomó quedando recostada en el piso, me vestí la ropa y saque a mis animalitos para el corral, a eso de las ocho de la mañana abrí la puerta de corral dejando salir las ovejas al potrero mi oveja salió de ultimo y a la luz del día le vi la vulva que la tenía al doble de su tamaño normal, aunque ya no estaba abierta se notaba que le había escurrido bastante semen con sus fluidos normales.
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