El cornudo sin voluntad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MiladyMorte.
Veo que no tengo un sumiso, ni un esclavo, no, tengo una puta, una auténtica puta. Una puta cabrona y cornuda consentida que observa como disfrutan del cuerpo de su Dueña, hombres, todos desconocidos, que le dedican todo tipo de placeres.
Me explico: Mi cabrón, es transexual masculinizado (eso es público notorio) y me gusta hacerle sentir, para Mí, exclusivamente, en femenino, pero no ya por humillar su transexualidad en sí misma, no, para nada. Si este ser que me sirve, fuese hombre desde su nacimiento, le haría igual: convertirle en Mi puta, tal y como hago en la actualidad con 88, Mi objeto.
Reconozco, que hay ocasiones en las que me cuesta hablarle en estos términos porque por alguna razón, no sé como explicarlo, más bien es que tiene que ver con el hecho que sea mi pareja y el hombre al que Amo desesperadamente, lo que hace ponerme a veces esa barrera pero una vez la salto, le siento tan bajo, tan humillado y tan a Mi merced, que el corazón me palpita de una forma sin igual.
Es violado para emputecerlo, varias veces al día. Cuando menos lo espera, le meto el gordo dildo por delante, que se que le da rabia, asco y miles de cosas más. Siente la vergüenza y la impotencia de no poseer una polla entre las piernas y tener ese agujero que encima huele a vicio cada vez que es penetrado, mientras se oye el "chof, chof" de sus jugos cuando sale y entra el miembro. Suena involuntariamente mientras le repito lo que le gusta y lo "guarra" que es… amén de ser el mayor de los cornudos para que su Mujer, folle con pollas de verdad.
Sí, verdaderamente, está sucio y Mi juguete de los juegos más perversos como despatarrarlo una y otra vez, sin darle tregua y ahora, que está escocido por los múltiples roces de las penetraciones, es cuando quiero más porque mi vicio es verlo llorar de impotencia de ver, que no hay otra cosa que hacer, más que abrirse de piernas y ofrecerse para el dildo o… para nuestro Pastor Alemán…
Como siempre, cuando el animalito lo va a usar, Mi cornudo, es privado de los sentidos de la
vista y el oído para que de esta manera, sienta más y mejor las penetraciones que nuestro compañero de juegos, tenga a bien deleitarse.
Está muy rico, ver como ese pedazo animal, se le echa encima y le penetra contra la voluntad de cornudo, sin parar una y otra vez… se oye la polla haciendo "pom, pom" contra el cuerpo sin fuerzas del esclavo que lloriquea asqueado y deseoso que le ponga fin a esta tortura que no cesa hasta que el otro, no desmonta satisfecho y pleno, para que, el cornudo, le lama y le deje bien limpia la minga.
El perro, le abarca y le toma una y otra vez con una fiereza inusitada. Se le corre varias veces encima, dentro de su coño o en su culo, donde le plazca y le hago lamerle el semen hasta dejarle el falo bien limpio. Hay que ser educados.
Tras la monta, se retira, jadeando; sienta sus huesos en un rincón, jadeante y colmado de todo placer que se pueda regalar.
El cornudo, llora, en un rincón. No me da pena. Le meo encima y le hago lamerme el coño, mientras obedece dolorido y usado como una marioneta… no en vano, es solo eso: Mi juguete. ¿Para que le tengo si no es para divertirme?
Mis amigos, traen a sus mascotas para que el cornudo, se encargue de su "desfogue" habitual, así, sabe que su nivel, está por debajo de todo, por encima de nada y así me gusta que sea.
Un saludo, Milady Morte
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