El Espejo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por max544.
Que tal amigos, nuevamente les traigo aquí una de mis tantas historias de mis lujuriosos encuentros sexuales con mi perro DUKE. Como ya sabrán ustedes, soy de una ciudad de Argentina, aunque mi pasado zoofílico se haya desarrollado en un pequeño pueblo, allá por los años 90.
La intensa búsqueda del placer solitario, en esos dorados años de adolescencia, me habían hecho un zoofílico compulsivo, pues a pesar de que me masturbaba con mucha frecuencia, mi atracción por mi pastor alemán había ido en aumento, lo mismo que nuestras cópulas.
La tremenda calentura que yo en esos años experimentaba, al provocarme autoplacer, ya era algo que yo plenamente satisfacía, es decir, había encontrado una manera muy excitante de masturbarme, algo delicioso, y era el hecho tener a Duke cerca.
Al ser yo único hijo, mis padres estaban en casa sólo pocas horas, generalmente a la noche.
Eso me daba una ventaja especial a la hora de pajearme, pues podía dejar volar mi imaginación a pleno, sin preocuparme por que alguien me molestara, en esos momentos tan privados.
Recuerdo esos momentos, al llegar a casa y luego del almuerzo, quitarme toda la ropa, para poder saborear el intenso climax de lo prohibido. Colocaba el espejo grande frente a mi cama y comenzaba a acariciarme la pija, pensando en tantas cosas.
Una de esas tantas veces, llamé como siempre a mi eterno compañero de juegos sexuales, Duke, yo lo mantenía muy aseado, así es que no me preocupaba en dejarlo entrar a mi cuarto.
Esa tarde calurosa, llamé a mi amigo canino y lo encerré conmigo en mi habitación. Yo me había puesto mi sábana blanca como una túnica, y al estar en 4 patas, y con el espejo al ras del piso, me pasaba saliva con un dedo e invitaba a Duke a que pasara su rica lengua por mi colita, él no se hacía esperar y me hacía vibrar de placer por cada lengüetazo suyo que él pasaba rapidito y sin detenerse, al tiempo que yo me masturbaba, y saboreaba su puntita con mi boca, formando así un 69 perfecto!
De inmediato me quité la sábana y comence a acariciarle su bulbo que comenzaba a hincharse, esto hizo que mi perro se meneara como lo hacen al querer montar, y su peludo cuerpo buscaba con ansias subirse al mío, le permití hacerlo con el mayor placer, viéndome en el espejo como me cogia, guié su excitado miembro hasta la entrada de mi ano, no tardó en meterla de una sola estocada, hasta su bola basal!
Allí me encontraba yo, contemplando ese libidinoso espectáculo, en parte prohibido en parte excitante, yo frente al enorme espejo y Duke jadeando sobre mí, babeándome la nuca y explotando de semen dentro mío, no alcanzan palabras para describir semejante momento de extremo clímax, de cópula carnal bizarra y deliciosa.
Él permaneció encima mío hasta que sus espasmos cesaron progresivamente, dejando lugar a ese momento en que los perros experimentan la vuelta a la realidad, exhausto y jadeante, y en ese momento, se dio la vuelta, pasando una de sus patas por encima mío y quedando en la posición de apareamiento canina por excelencia, quedar “pegados”, rabo a rabo.
Y yo acabando a chorros, en éxtasis total.
Permanecimos así unos 20 minutos, sin que yo pudiera moverme, literalmente clavado a él.
Hasta que su dotado miembro comenzó a desinflamarse lentamente y finalmente la sacó…pude experimentar mi irresistible atracción y sorpresa al contemplar la majestuosidad de su pija, pude comprobar el placer que se siente el pene de un perro crecer dentro de mí, yo en otras oportunidades ya había comprobado cómo su verga aumentaba de los 12 cms iniciales, en estado de reposo…hasta llegar a los 19 cms de exquisita ricura.
Abrí la puerta de mi habitación y lo dejé salir al patio, para que siguiera lamiéndose su aparato, como si él disfrutara ese sabor de mi ser empapado en su miembro.
De inmediato acomodé toda la habitación y me duché, después de eso, me eché a dormir plácidamente, aún con mi ano algo doliente y abierto, pero con la satisfacción de haberme dejado llevar por esa imparable pasión animal que muchas otras veces repetí con insistencia y siempre lo había disfrutado, hasta la última gota!
Bueno amigos, espero les haya gustado este aporte.
Comenten, sugieran, contáctense: sexoconperros1@hotmail.com
Mi nombre es Miguel, hasta la próxima!
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