el fotografo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una tarde en que me encontraba sentado en la vereda observando el trajinar de vehículos que ingresaba al pueblo, noté que una camioneta con trailer se detenía frente a la casa, de allí bajó un hombre de unos sesenta años, y se acercó a mi, quien me hablo- Buenas tardes señor, ¿usted vive acá y es el dueño de casa?…Si señor, que desea?….-Mire, estoy con un grave problema y quería saber si usted quizás podía ayudarme a solucionarlo, resulta que somos un grupo de fotógrafos de cajón asociados, y recorremos siempre la zona turística de la provincia, uno de mis compañeros quedo varado con su camioneta en la ciudad de Goya, a unos seiscientos kilómetros de aquí, tengo que ir a auxiliarlo, pero debo desenganchar el trailer y bajar la carga que llevo, quería preguntarle si puedo dejar el trailer frente a su casa, y bajar la carga que llevo, es un pequeño pony que utilizo para mi trabajo, veo que tiene un patio enorme, si usted pudiera tenerlo allí se lo agradecería. De mas esta decir que le pagaría razonablemente, y por supuesto le dejaría forraje para el pequeño animal. Le pregunte entonces cuando regresaría y el contesto: mire es cosa de un día o dos, compramos el repuesto o de ultima lo engancho y lo traigo hasta acá.
Le conteste que no había problemas y me dispuse a ayudarlo con sus cosas. Mientras bajábamos las cosas, le dije: el animalito puede quedar dentro de mi taller que es bastante grande, usted me dice nomás lo básico que necesitará que no va a haber problemas. En fin después de que terminamos con los arreglos, el señor cargo agua caliente en sus termos y partió. Como ya estaba anocheciendo entré a la casa, cerré el portón y puertas, y fui para el galpón a ver como se encontraba el animal, entré y mientras me fumaba un cigarrillo empecé a observarlo, era un pequeño pony alazán, bastante peludo y de largas crines que casi llegaban hasta el piso, el señor había dejado todo lo necesario, rollos de forraje y agua en un latón. Habíamos echo lugar allí, alzado mis herramientas mas grandes, y a un costado arrolle unas viejas lonetas de campaña que acomode sobre el otro rollo de forraje que el señor había dejado. Encendí el foco, única iluminación que había y cerré el galpón, disponiéndome para ir a dormir, entre a la casa, ya había cenado algo, así es que me desvestí y me acosté, hacia bastante calor y el ventilador no era suficiente, me acorde del pony, y también recordé que los ventanucos del galpón estaban cerrados, así es que me levante para ir a abrirlos o el pobre animal se moriría de calor.
Entre al galpón y subiéndome a una silla abrí las ventanitas, en eso me acorde que tenia maíz y se me ocurrió darle una ración al animal, lo cargue en una lata y le arrime al hocico, empezó a comerlo con ganas, después que termino me dispuse a regresar a mi habitación, el animal se dio vuelta y empezó a seguirme hacia la salida, por lo visto le había agradado lo del maíz, así esta vez cargué un recipiente mas grande y lo puse en el suelo, el caballo empezó a comer con ganas. Era bastante agradable, empecé a acariciarle el lomo, cada tanto alzaba su cabeza y me observaba, empezó a mover su larga cola azotando sus ancas, así que por temor a que me mordiera o algo me retire hacia atrás del animal, y me senté sobre las lonas, el caballo siguió comiendo y azotando su cola, note entonces que el pony era una yegüita, ya que mientras movía su cola pude divisar su vulva entre sus ancas, me arrime a ella pensando que se había puesto nerviosa, y que quizás terminaría armando un batifondo allí adentro, le pase una mano sobre sus ancas, entonces la yegua levanto su cola dejándola enhiesta mientras aun seguía comiendo, ahora que estaba mas cerca no pude reprimir mi curiosidad y observe con detenimiento su vulva, era bastante grande para su tamaño, sobresalía notablemente entre sus ancas. Hacia tiempo que estaba solo, y observarla me produjo cierto morbo, me puse a un costado de ella y pase mi mano sobre su vulva, se sentía blandita y muy suave, la yegua volvió a mover su cola, y vi que su vulva se contraía, retire mi mano y se detuvo, cada tanto movía su cabeza y miraba hacia atrás. No se por que imagine que con todo el trajín que tenían quizás el animal no podía interactuar con otros animales quien sabe desde cuando, tal vez su reacción era totalmente natural o estaba en celo, ya que no parecía ser un animal viejo. Seguí observando, y vi que la yegua empezó de nuevo con las contracciones de su vulva, sin haberla tocado esta vez, su contracciones eran bastantes intensas, ahora podía ver su interior rosado.
Cuando habíamos entrado a acomodar las cosas, mas temprano, había observado que el señor uso una maneas mientras manipulaba al animal, y que luego las dejo sobre unos de los anaqueles del galpón, siguiendo un impulso irreprimible las busque y se la puse en sus patas traseras….todo se estaba desencadenando rápido, sabia lo que iba a hacer, me hubiese detenido si hubiese querido, pero no era así, me ubique detrás de ella y agachándome un poco apoye mi torso contra sus ancas, la yegua instintivamente levanto su cola, así es que la bragueta de mi calzoncillo quedo directamente sobre su vulva, podía sentir su tibieza a través de la tela, como así también sus movimientos, empecé a notar que mi calzoncillo se humedecía por los jugos de concha, y entonces sin proponérmelo tuve una erección bastante intensa, tan así, que mi verga se deslizó por la abertura del calzoncillo y quedo apoyada a un costado de la cajeta de la yegua, contra sus ancas peludas, todo mi cerebro se inundo con una sola premisa, quería copular con aquel animal, y por lo visto, la yegua guiada por sus instintos lo único que quería era que un macho la penetrara.
Tomándola de su brida, así maneada como estaba, la hice retroceder muy despacio hacia el rollo de forraje cubierto con las lonas, hasta que su grupa casi quedo sobre ellas, después me ubique sentado detrás de ella, mi verga quedo a la altura de la concha de la yegua, con una mano pase mi miembro por la raja del animal que de nuevo empezó con sus contracciones, no se por que empecé a hablarle como si me iría a entender, – que hermosa concha que tenes….tu concha me esta enloqueciendo y ya no me aguanto, lo único que quiero es enterrarte mi pija en tu cajeta….puse mi pija en la hendidura de su raja y empuje, mi miembro se deslizo fácilmente en su canal vaginal, se sentía baboso y tibio, cuando la yegua sintió mi miembro dentro suyo pego un respingo y su concha se contrajo mas aun, el pliegue que tenia en la parte inferior acariciaba mis bolas en cada movimiento suyo, empuje mas mientras y comencé a sacar y a meter mi pija de esa hermosa concha animal, se sentía morbosamente delicioso, su canal estaba más baboso y caliente, parecía quemarme la verga, seguí hablándole, …como me estas cogiendo…sos una puta..una yegua puta que quiere pija..y que la monten a cada rato…..los movimientos de su cajeta parecían absorber mi verga, como si fuera a llevarla a lo mas profundo de su vagina…-que me estas haciendo puta?…me vas a matar cogiéndome así…..exprimime la verga puta de mierda..hhhaa…si ..puta hermosa …mira como te la entierro hasta tu útero puta…me prendí de sus ancas empujando lo mas que podía, entonces la yegua retrocedió agachando un poco sus ancas y se recargó con todo su peso hacia atrás, obligando a sentarme….quedando sentada literalmente encima mío..era bastante pesada, sus ancas cubrían mi pubis, y mi verga estaba profundamente enterrada en su concha, la yegua enana se había echado encima mío, empezó a relinchar mientras movía sus patas traseras empujando siempre hacia atrás, mientras trataba de afirmar sus patas delanteras- empecé a decirle-hhhaagg…que puta… puta degenerada, me estas matando con tu inmenso culo peludo …
La protuberancia inferior de su cajeta ahora masajeaba con intensidad el tronco de mi pija, y sentí como su tremenda concha se llenaba de flujos calientes que desbordaron hacia fuera chorreando sobre mis piernas, y entonces empecé a acabar y sentí como mi leche salía disparada hacia lo profundo de su vagina, mientras los movimientos que hacia con su vulva parecían tragar la leche que iba expulsando, me abrace a sus ancas gordas mientras disfrutaba ese momento tan bizarro, en eso empezó a orinar, un chorro intenso salió de su concha salpicándome por completo, inclusive mojando mi rostro, luego afirmándose se reincorporo dejándome reventado recostado sobre las lonas, lleno de sus fluidos vaginales, que fueron chorreando sobre el piso, quedo parada con sus patas traseras abiertas y su cola levantada, su concha estaba dilatada y seguía contrayéndose mientras expulsaba flujo y semen. Me levante apenas con mi vientre adolorido e inmediatamente penetre esa cajeta que ahora estaba echa una sopa, mientras mi verga se hundió en esa abertura blanda, mojada y caliente, le yegua distendió su ano y empezó a cagar descargando bosta sobre mi pubis, el que se mezclo y aplasto en cada embestida mía, los músculos de sus ancas empezaron a temblar, y entonces largue los últimos restos de semen que tenia dentro de su vagina, mientras pajeaba su culo sucio con cuatro dedos de mi mano, la yegua movía su cabeza hacia arriba y abajo relinchando.
Después de lavarla y lavarme, enterré mi cara en esa raja, chupándosela, dejando que su cajeta me acaricie la cara con sus movimientos, enterrando mi lengua y nariz en su inmensa cajeta, los jugos de su cajeta eran embriagantes, salados y dulces al mismo tiempo, me incorpore y juntando los dedos de una mano se la introduje en la concha, la yegua relincho de nuevo mientras acomodaba sus patas, y empecé a pajearla, tenia toda la mano adentro y su vagina toda babosa apretaba acompasadamente mi mano, hasta que expulso un chorro de fluidos blanquecinos que desbordaron su concha. De nuevo limpie al animal, y me higienice, había sido una aventura bizarra al extremo, pero estaba feliz y creo que mi compañera ocasional también lo estaba, ya que cuando después me arrime a darle agua, acercó su cabeza a mi bragueta y olisqueo intensamente mi entrepierna.
Al otro dia, a la media mañana, regreso su dueño, y arreglamos según lo convenido, sentado en la vereda observe como las camionetas se adentraban en el pueblo llevando sus preciosas cargas.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!