el perro

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por martintiagolara.
Les voy a contar una “pequeña” historia sobre mi primera experiencia zoo.
Para empezar les cuento que yo vivo solo por lo que no hay peligro de que alguien me descubra teniendo relaciones con alguna chica, chico o alguna otra cosa. Un día estando en mí casa aburrido, no sabia que hacer y se me ocurrió subirme a la azotea de mi casa y me senté esperando a que pasara el tiempo. De repente el perro de mi vecino, al escuchar ruido en la azotea subió y se me acerco y lo empecé a acariciar pues el perro no era bravo. Luego de un rato el perro se empezó a excitar y le empezó a crecer su pene y pues se me empezaron a venir muchas ideas lujuriosas a mi mente por lo que al instante le empecé a tocar su pene rojo, húmedo y duro por lo que el perro inmediatamente empezó a hacer movimientos de penetración, hacia adelante y hacia atrás. Empezó a olerme la entrepierna y me tocaba con su nariz desesperadamente lo que se me hizo muy excitante y enseguida me di cuenta del potencial de esa lengua que tienen los perros, por lo que al instante me baje el pantalón pero me quede con mis boxers puestos y el perro empezó a lamerme el pene por encima de mi boxer por lo que enseguida se me paro el pene y casi inmediatamente empecé a sacar gotitas de leche y por lo que veía al perro le encantaba. Un momento después el perro encontró la entrada del boxer, metió su hocico y continuó lamiendo mi pene por lo que yo estaba totalmente excitado. Después de eso me baje el boxer para que el perro no tuviera problemas y para yo sentir el mayor placer de su lengua, después de unos minutos de sexo oral en mi pene deje que el perro empezara a lamer mi ano y así lo hizo hasta que casi me hace terminar. Luego me baje hasta su pene y primero lo toque con la punta de mi lengua y probé un poco, al ver que no era tan desagradable lo puse patas arriba y empecé a meter su pene en mi boca. Una vez dentro de mi boca el perro empezó a soltar chorros de leche y eso me excitaba aun mas. Estaba tan excitado que sin tocar mi pene estaba a punto de correrme.

Un instante después me puse en cuatro patas y el perro de inmediato se paro y se monto en mi espalda, pero lo hizo por un lado, empezó a hacer movimiento de penetración y su pene tocaba mi estomago. Después de eso lo acomode y lo puse detrás de mi pero no me penetraba, la punta de su pene solo tocaba la entrada de mi ano, lo acerque un poco mas a mi y trato de meter su pene pero no entraba. Entonces corrí escaleras abajo para traer un lubricante, me puse en mi ano y en mi mano y empecé a meterme un dedo para que quedara lubricado por dentro y por fuera, luego volví a la azotea y ví que el perro aun estaba haciendo movimientos de penetración.

En cuanto me puse en cuatro patas el perro corrió a montarse e igual que la vez anterior lo hizo por un lado. Después lo acomode poniéndolo detrás de mi y empezó a penetrarme con gran facilidad. Yo estaba totalmente excitado, nunca en mi vida había estado así de caliente. Sentía como el perro me metía toda su verga de manera bestial, lo cual es lógico. Sentía que su pene empezaba a crecer dentro de mi culo y su leche corría por mis piernas y por mi verga, donde se mezclaba con las gotas de leche que salían de mi pene. Yo tomaba la leche que corría por mi pene, la cual estaba mezclada con mi leche y me la tragaba, me encanto ese sabor salado de la mezcla de su leche y la mía entrando por mi boca. El perro cuando se cansaba me sacaba su verga y me lamía la leche que salía a chorros por mi culo y una vez que descansaba se montaba de nuevo y asi lo hizo como por media hora hasta que me corrí y mi culo estaba tan dilatado que fácilmente cabrían 5 dedos en mi culo o tal vez el puño. Una vez que me corrí el perro empezó a tragarse mi leche tal y como yo había hecho con la de el.

Después de ese episodio, quede totalmente agotado, me fui a bañar, lavarme la boca lo mejor que pude, me acosté y me quede totalmente dormido. Bueno, eso es todo, espero les haya gustado mi experiencia.