El Perro Callejero Negro Pt. 1
Un perro callejero del que pude gozar por mucho tiempo .
Esto pasó hace como 3 años, yo tenía 15 años para ese entonces, vivo en un departamento un poco pequeño y ubicado en un segundo piso con mi familia, por lo que hay muy poca privacidad, sin embargo desde pequeño siempre eh sido muy caliente, a los 10 años restregaba mi verga con mis peluches, obviamente no me salía nada porque a penas era principiante, hasta que por fin me corrí por primera vez, me gustaba follarme a mis peluches y venirme dentro de ellos, sin embargo cuando me mudé al departamento esto dejo de pasar debido al olor que podrían emitir, fue entonces que decidí buscar un nuevo «peluche» para satisfacer mis deseos sexuales de 15 años.
Lamentablemente no podía hacer más que masturbarme discretamente en el baño, pero lo sensación no era la misma que sentía cuando me cojia los peluches, no fue sino hasta un día en el que fuera de mi casa vi a un perro grande, negro, bastante sumiso y con una verga que se notaba grande, se veía mucho mejor que otros perros que parecían, desnutridos y hasta algo enfermos, era un perro bastante sano para ser callejero, el tamaño notable de su verga fue lo que me atrapó por completo, al principio únicamente podía pasar junto a el y observar lo fabulosa que se veia cuando caminaba, era algo deleitable, no pude tener contacto hasta que un día se metió accidentalmente a la casa de una vecina, yo entraba de vez en cuando porque la conocía y le ayudaba en algunas cosas, el perro se metió a la parte del garaje, yo no sabía que hacer, tenía al perro frente a mi y solo estábamos el y yo, cerré cuidadosamente la puerta asegurandome de que nadie hubiera visto, ya que, aunque el perro vivía en la calle tenía dueño, el perro era bastante sumiso, me le acerque cuidadosamente tratando de no asustarlo ni hacerlo enfadar, me puse de rodillas a su lado y comencé a acariciarle la cabeza, después el cuello y seguí con la espalda, baje un poco y comencé a tocarle la espalda, el no hacía absolutamente nada, se quedaba quieto mirando al frente como esperando a que yo terminara, agarre un poco de confianza y lentamente baje mi mano hasta que pude tocarle la verga, se sentía increíble, era la primera vez que tocaba una verga que no fuera la mía, la comencé a sobar lentamente y el perro no se movía para nada, puse mi dedo índice en la punta y comencé a masajear lentamente tratando de meter mi dedo en ese pequeño orificio, baje un poco más la mano y le acaricie los huevos, se sentía muy bien, solamente se la acaricie porque no quería excitarlo demasiado ya que no sabría que hacer estando allí, contuve mis ganas y lo deje salir.
Poco tiempo después mi familia salió a una pequeña fiesta que se haria en el pueblo vecino, todos salieron menos yo ya que ellos sabían que no me gusta asistir a eventos sociales, me choca convivir con demasiada gente. Después de un rato de que ellos salieron, un impulso por aprovechar la soledad me invadió, quería a toda costa tener otro encuentro con ese perro, lo busque por las ventanas para ver si pasaba, después de unos minutos lo vi, estaba algo cerca de la puerta, rápidamente salí corriendo y abrí la puerta un poco, busque al perro y lo vi, hice señas y ruidos tratando de llamar su atención, estaba desesperado porque me viera, finalmente lo hizo y se acercó, lo deje entrar y el paso como si nada, cerré la puerta rogando porque nadie me hubiera visto, llame su atención y lo hice subir las escaleras hasta el departamento, el buscaba algo de comer y yo solamente pude darle unas tortillas frías, el morbo de la situación me invadía, me sentía muy caliente, rápidamente me desvesti y me puse a 4 patas, el no me hacía mucho caso, estaba ocupado olfateando, me acerque a el y de nuevo tome con mi mano su verga, esta vez me sentía más seguro como para empezar a masturbarlo, comence rápidamente y casi al instante comenzó a embestir mi mano, lentamente podía ver cómo salía la puntita rosada y como de ahí salía un líquido verdecillo que caía al suelo, estaba súper excitado, mi verga estaba a punto de estallar, quite mi mano y el se detuvo como si nada y siguió olfateando, yo lo observaba detenidamente, cada parte de su verga, sus huevos y su ano me parecían hermosos, aún así era la primera vez que tenía un encuentro sexual con un perro, así que no sabía muy bien que hacer, le acerque mi polla para que la lamiera y así lo hice, después le acerque mi culo para que hiciera lo mismo pero solo se limito a olermelo, después de un rato, lo saque y limpie el suelo.
Días después me puse a investigar un poco más sobre la zoofilia, vi muchos videos y saque inspiración para mí próxima vez con mi amante canino, finalmente llegó el día en el que pude estar nuevamente a solas, esta vez tuve que salir a buscarlo pues no apareció por ningún lado, ambos llegamos al departamento y repetimos nuestra rutina de la vez pasada, esta vez tenía planeado por fin sentir su verga dentro de mi, le acerque varias veces el culo pero me rechazaba, lo tomaba de las patas delanteras y lo subía a mi espalda pero de nuevo me rechazaba, no sabía que más hacer, finalmente se me ocurrió untarme mayonesa en el culo para que me lo lamiera y fue la mejor decisión de mi vida, pude sentir como pasaba su lengua por mis nalgas en repetidas ocasiones y como lo hacía también en mi ano, fue una sensación mágica, hasta que se acabó la mayonesa y nuevamente comenzó a ignorarme, al cabo de un rato decidí rendirme pues no sabía cómo hacer que me montara, tome mis boxers y mis pantalones, me senté en el suelo y me puse los boxers y cuando estaba por cerrarme el broche del pantalón el perro se me acercó y me olfateo de nuevo el culo, de pronto algo hizo que rápidamente pusiera sus patas en mis hombros, por el peso yo cedí y me puse a 4 patas, no sabía que estaba pasándole, voltee la cara un poco para ver qué hacía y el me araño con su pata la mejilla, por alguna razón senti que me había dado una bofetada mientras trataba de cogerme, eso hizo que me excitara aún más, me puse de pie y mire al perro, estaba ansioso y muy acelerado, no me había abrochado bien el pantalón, por lo que cuando el intento montarme estando yo parado hizo que se me bajarán los pantalones, eso me excitó aún más, me quite los boxers y me puse en 4 delante de el, me monto e intento metermela muchas veces, yo estaba súper excitado así que comencé a masturbarme mientras el trataba de follarme, sentía muchas veces como su polla húmeda rosaba en mis nalgas y en mi espalda empapandolas de ese líquido verdecillo, escuchaba sus jadeos justo detrás de mi nuca, después de un rato termine corriendome, el jamás logro metermela bien, sin embargo estaba satisfecho por ahora, le di unas tortillas para comer y después de un rato lo saque nuevamente, fue la primera vez que un perro intentaba follarme, sin embargo no fue la última.
Que rico😋