El veterinario pervertido (2)
Día libre con el veterinario Alberto sus 2 perros y una perrita que necesitaba un baño… .
Volvió a buscar a los otros 2 cachorros, otra vez se sentó en el sillón quitándose el pantalón, acomodó a los cachorros sobre su abdomen llamando a Duke, levantó sus piernas separando sus nalgas y el perro comenzó a lamelo, cada cachorro lamia su glande succionandolo, uno a cada lado, yo estaba viendo todo sentado junto a el, estaba duro desde que trajo al primer cachorro, hizo un ruido llamando la atención de Duke quien lamia su ano, el perro sin dejar de hacerlo lo vió a los ojos, me señalo y el perro se acercó a mi, olfateo mi entrepierna buscando mi pene, traía un pantalón deportivo holgado mi erección se veía, miré a Alberto y el solo asintió, me desnude, el perro lamia mi verga erecta, su larga y caliente lengua lamio mis bolas subiendo por el cuerpo y deteniendose en mi glande, sabía bien de donde salía la leche, Alberto se masturbaba mientras los 2 cachorros succionaban su glande, sus caderas se movían lentamente, su respiración era agitada y se corrió dejando que ambos perritos se tragaran todo su semen; tomé la cabeza de Duke afirmandome en él y embistiendo su boca, sentía la rugosidad de su paladar, la calidez de su lengua y la entrada de su garganta, salí de el y me mastuebe mientras el me lamia hasta que me corrí, una parte en su boca, otra en el sillón y otra en su nariz, lamio el sillon y limpio bien mi verga, acaricié su cabeza y el cerró los ojos disfrutando.
Bebimos unas cervezas hasta las 2 AM, yo dormiría en el sillón, ya acostado no podía dormirme, me senté en el sillón mirando el techo hasta que me dormi, soñé que Maya y Duke me estaban mamando la verga hasta que me desperté y casi en la oscuridad total ví que era Alberto que me la estaba mamando, tomé mi teléfono alumbrandolo, estaba en 4 sobre la alfombra, Duke estaba abotonado a él, pegando su culo con el de él, Alberto era muy bueno haciéndolo, eso lo sabía por sus videos, pero en ese momento lo estaba comprobando.
– ¿Tanto te gusta la verga?
– Mmm sii.
– ¿Tener una en el culo también?
– Siiii
– ¿Perro o humano dan igual?
– La que sea…
El nudo del perro salió de su ano, el tomó mis piernas poniéndose de pie y de espaldas a mi se introdujo mi verga en su húmedo culo, estaba un poco impresionado ya que se suponía que me iba a coger a los perros no al dueño, nunca me había cogido a un hombre, en ese punto no iba a poner ningún pero, Duke estaba acostado lamiendo su propio pene el cual poco a poco se fue guardando, Alberto sabía muy bien como moverse, mi verga entraba y salia de el completamente, era agresivo en cada embestida y eso me gustaba mucho, comenzó a masturbarse, el perro nos veía recuperando su aliento con la lengua hacia afuera, Alberto gemia y eso llamó la atención de Duke acercándose a nosotros, conocía a su dueño y sabía que estaba por acabar, lamió mis bolas por las que se escurria su semen que había llenado el recto de su duño hacia unos minutos, lamio la entrada de el hasta que se corrió llenando su mano de leche, el perro lamio todo, era mi turno, quería llenarlo de leche pero Alberto se puso de pie poniéndose de rodillas, Duke y su dueño compartían mi verga, su mano se movía rápidamente rodeandola y las lenguas estaban en mi glande, sin dejar de mover su mano sus boca se juntaron jugando con sus lenguas en una especie de beso perro-dueño, estaba a 1000, volvieron a mi verga, Alberto la introdujo en su calida boca, Duke lamia mis testículos y parte del cuerpo de mi pene, me corrí, se apartó enseñandome su lengua llena de leche, la compartió con su perro quien comenzo a lamer su boca.
– La leche también les gusta a ambos jaja.
– Mmmm, podemos compartir jaja.
Mientras me recuperaba Alberto tomó mi ropa y la puso a lavar, me ofreció algo de su ropa pero el es más bajo y Delgado que yo, solo usé su ropa interior, era su casa así que se quedó desnudo, preparó cafe, unas tostadas y algo de fruta.
– ¿Nunca ha entrado nada por aquí? – dijo tocando mis nalgas.
– No, ni va a entrar.
– Pero si nunca probaste ¿como sabes si te gusta o no?
– Demasiados culos a en el mundo para pensar en el mío jajaj
Los perros estuvieron junto a nosotros mientras desayunabamos, ví una gran oportunidad cuando ví que Maya se acercó al pene de Alberto olfateando y lamiendo, tomé un poco de nutella untandola en su ano y glande.
– ¿Que haces?
– Shhh…
Tome una de sus piernas flexionandola sobre la mesa, llamé a Duke quien lamió su ano, lo ayude un poco separando más sus nalgas, Maya estaba concentrada en su verga que fue reaccionando a esas lamidas, comenzó a gemir tocando su pecho y movió sus caderas en vaivén.
– ¿Que harás con los cachorros?
– Meee quedaré…coon el…mmmachooo…mi vecinaaa me…compró unaaa hembra y mmi compañero el…otrooo hombre de loooos videos, el seeee quedará connnn la otra…mmmmm
– Con el macho jaja que raro…
– Si, eees para looo que…piensas jaja… mejor continuemos…estoooo en la camaaaa…
– Yo no empecé nada, no tengo que continuar, ni me he movido de mi lugar jaja
– Continuemos los 4…
Bajó su pierna de la mesa yendo a su habitación, lo segui al igual que los 2 perros, tomó un bote de lubricante y lo arrojó al centro de la cama, se acostó tomando un poco y llamó a Maya, ella se subió a la cama sobre el y se acostó sobre sus patas, Alberto introdujo sus dedos lubricados en su vagina moviendolos un poco, tomó su verga presionando hacia adentro penetrandola, me quedé observandolos, su verga desapareciendo en la vagina de una perra, Duke subió a la cama y Alberto introdujo sus dedos en el ano del perro.
– Ven, ¿esperas una invitación formal o que?. Mis dedos no son suficiente para el, le gusta algo más grande…
– Podría verlos durante horas.
– ¿Viniste solo a ver?
– No.
El perro estaba acostado, su culo al borde de la cama y su cabeza sobre sus patas delanteras, Alberto quitó sus dedos dándome lugar, me acerqué masturbándome, flexione mis piernas un poco quedando a la altura de su ano, entre en el levantando su peluda cola, salí hasta la mitad despegando mi torso viendo como mi verga entraba en él, su esfínter estaba un poco apretado pero húmedo por dentro, salí por completo abriendo su orificio con dos dedos estirandolo y volviendo a entrar pero sin quitar los dedos; Alberto tomaba las piernas de Maya y levantaba su cuerpo saliendo de ella pero no por completo, la perra extendió sus patas delanteras apoyandolas en la cama, su lengua estaba afuera, Alberto se puso de pie sin salir de ella e intercambió lugares, el sobre ella, entró violentamente, con sus dedos empujaba su vulva hacia atrás abriendola y seguia penetrandola; hice lo mismo, volteando al perro quede sobre él, toque sus testículos y pene, el cual fue saliendo de su capuchón, apareció su punta roja, empuje su piel masturbandolo, su verga estaba fuera casi por completo, mi gorda verga entraba moviéndome lento pero violento, salía solo un poco y volvía a entrar con embestidas duras; Alberto estaba agitado y sudado, su cuerpo de sacudía por sus movimientos, salió completamente y volvió a entrar hasta que se corrió dentro y siguió moviéndose saliendo si último chorro de semen, mientras se recuperaba me dio una nalgada, la perra se lamia la leche que salía de su vagina, él se puso dentras de mi con sus manos en mi cadera empujando obligándome a ir más rápido que antes, Duke estaba levantando sus patas traseras junto con su cadera, Alberto también tomó la verga del perro y se acercó a ella, mientras me lo cogía el le mamaba la verga, salió por completo de su capuchón y comenzó a correrse en su boca, su esfínter se apretó rítmicamente, me agite casi gimiendo, le di mis últimas embestidas, casi no podía moverme estaba muy apretado, cuando logre volver a entrar completamente apenas me moví dejando que sus apretadas hicieran el resto, me salí y me corrí sobre su pene, Alberto se trago cada pequeño chorro del semen de ese perro y luego el resto del mío.
Era casi mediodía y quise descansar un poco, Alberto debía estar en la veterinaria, pude dormir un poco pero el me despertó, lo seguí al cuarto de baño de los perros, tenía a una perra cruza con Labrador.
Se habia escapado unas horas y volvió muy sucia, sus dueños eran dos ancianos que no podian bañarla en casa.
– Tienes 1 hora.
– ¿Me contrataras parque bañar perros?
– Cogela.
– …
– No quisiste cogerte a mi perra por los, cachorros, esta no parió recientemente.
Entra a la bañera.
Se sentó en una silla luego de darme vaselina, era una bañera profunda metálica, había una mesa ajustable para cuando era un animal más pequeño, me senté en ella, tomé a la perra introduje un dedo y ella quiso lamer su vulva, aparté su cabeza suavemente acariciando su lomo, usé más vaselina en mi pene, entré el ella viendo como Alberto estaba sentado con sus piernas abiertas y por su fina ropa se veía su erección y una aureola de humedad en lo que era su glande.
– ¿No llevas un slip o bóxers?
– No es necesario.
– Vas a lo tuyo, si se presenta la oportunidad no dudas eh jaja.
– Siempre estoy listo jaja.
Se sentía muy bien dentro de ella, era distinto a un ano pero tenía lo suyo, fui entrando hasta no poder avanzar más, mis testículos chocaron con su vulva, salí completo viendo como estaba, comenzó a gotear, volví a entrar aumentando la velocidad, salía y volvía a entrar suavemente, Alberto ya tenia su verga en la mano, su pantalón estaba por debajo de sus nalgas, estaban expuestas, tenía 2 dedos dentro de su ano, comenzó a gemir, tome a la perra subiendola a la mesa, regule la altura para poder cogerla de pie, esto le daba a Alberto una mejor vista, junto a la bañera había una mesa metálica que se usa para el secado o para peluquería, el se subió quitando su pantalón, apoyo sus pies acercandose a la perra, introdujo su verga en la boca, aumente la velocidad embistiendola más duro, la sostenía firme viendo como tenía una verga entera en la boca, Alberto quitó su verga y separó sus nalgas, la perra sabía que hacer, comenzó a lamer su ano, el apoyó su espalda en la mesa masturbándose frenéticamente gimiendo y corriendose en su abdomen, se sentó a un lado de la perra y ella lamio toda su leche, sabia que pronto acabaría, tomé sus dos patas levantandola para acercarla más a mi, violentamente mi pelvis chocaba con la suya, mis piernas dolian, mi respiración era irregular, de 3 embestidas duras me corrí dentro de ella, a presión mi verga salió de ella salpicando semen por la bañera, se lamio su vulva limpiandola de cualquier rastro.
Luego de un buen baño comimos algo y jugamos con los perros, al llegar la hermana de Alberto salimos a dar una caminata con Maya y Duke por un parque.
– ¿Duke nunca se cogió a otro perro macho?
– No, como no cogo con perros macho que van a la veterinaria nunca pudo. En un futuro se cogerá a su hijo.
– ¿Prefieres que se coga a uno o que se cogan a él?
– Eso es lo de menos, pero si el perro es nuevo sería mejor. Deberiamos adoptar un perro.
– Uno callejero o de un refugio, no pienso comprar uno.
– Es una buena idea.
CONTINUARÁ…
Por cualquier consulta, duda, etc
Continua con tus historias, son muy buenas
Dónde puedo leer la 3ra parte?