En el lavadero 2°
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ha pasado mas de tres meses desde que Loba llego a mi vida, ese es el nombre que elegí para ella, mi deliciosa chola lobuna que es mi hembra. La vida en el lavadero transcurría normalmente, con mi rutina de trabajo y mi vida privada con ella.
Un día un cliente me dijo: che Benja, me parece que tu perra esta preñada, cuando tengas los cachorros espero que me regales uno….yo no me había dado cuenta, pensé que ella solo había engordado por la forma en que comía, y por lo visto lo hacia de esa manera para alimentar los cachorros que guardaba en su vientre. También me había dado cuenta de sus tetas mas gordas, pero recién caí en cuenta cuando el cliente me lo dijo, en fin parece ser que en algún momento fue receptiva con algunos de los perros que rondaban el galpón, paso un mes mas y su panza y ubres crecieron rápido, un fin de semana, ya en invierno y después de cerrar, la espere a que haga sus necesidades antes de meterla a la casa, salí al patio del costado cerca del elevador y la llame, un guiso estaba a punto en la cocina y ya era hora de sentarse a comer y ver un poco de televisión, ese día yo estaba particularmente acelerado, por la tarde la había bañado y acicalado, ya que había planeado en tener sexo. Una puta conocida, a quien conté mi secreto me había regalado un dildo con forma de pene de perro al que se carga con almidón de maíz y agua tibia, y era la primera vez que lo usaría.
La llame algo molesto ya, no la veía por allí, hasta que en los fondos sentí su ladrido, apareció trotando, detrás la seguía otro animal…atine a decirle…¡¡donde te habías metido, ya estaba pensando que fuiste a joder por allí de nuevo….la cena ya esta,… el animal que la seguía era un perro huesudo de patas largas, de pelaje negro y corto…y este quien es?…dije …mi chola se arrimo contra mis piernas moviendo su cola y el otro animal también se arrimo a mi lado en posición sumisa, cuando estuvo bien cerca lo pude ver bien y me di cuenta que también era una vieja chola, desnutrida con alguno años encima, sus ubres eran pequeñas y flácidas…me quede en silencio mientras veía actuar a mi hembra quien entro muy oronda haciendo valer su posición de hembra alfa, la perra huesuda la siguió, cuando la vi de atrás llevaba levantada su larga y fina cola, entonces vi su vulva, la tenia mas grande que mi perra y se veía algo caída y con gruesos pliegues que denotaban una vida perruna muy activa.
Cuando entramos los tres cerré la puertecita del galpón, casi inmediatamente mi libido empezó a jugar con la posibilidad de agregar a la invitada a nuestro clan.
Estábamos casi en invierno y afuera hacia frió, como de costumbre primero cargue el plato de mi chola para que comiera primero, después el mío, y por ultimo el de la invitada, me había leído algunos libros sobre el comportamiento de los perros y sabia quien tendría que comer primero, mi perra devoro ávidamente el contenido de su plato, y mientras yo cenaba, la perra negra empezó a comer el suyo mientras miraba de reojo a su compañera, después de que nos alimentamos me senté en el camastro y encendí la televisión, como lo había mencionado hacia frío, así es que me desvestí quedándome en calzoncillos, no sin antes buscar un atuendo que había confeccionado toscamente para mi hembra, había modificado una tanga roja de encajes haciéndole un orificio para la zona vulvar y otro para dar lugar a la cola, y le puse un corpiño múltiple que había confeccionado con dos prendas, de esas que vienen con orificios para dar de mamar a los lactantes, después que termine mi chola lucia descaradamente puta, con sus ubres alojadas en el corpiño y sus pezones saliendo turgentes por los orificios, su emplumada y gruesa cola salía por arriba de la tanga y su vulva carnosa e hinchada lucia apretada por los bordes de encaje, la hice subir a la cama y vino a sentarse a mi lado, debajo de la frazada puso una de sus patas delanteras sobre el calzoncillo, sobre mi verga, apretándola, me dio unas timidas lamidas en el rostro, sabia que ibamos a copular.
La perra negra quedo sentada de frente al costado de la cama, presentí que entendería mis intenciones, era algo que también lo había leído, saque delicadamente la pata de mi perra de encima de miembro, con una mano por debajo de la frazada saque mi verga por un costado, levante los bordes de la frazada y llame quedamente a la chola negra…veni…veni flaquita no tengas miedo, la perra olfateo un poco e introdujo su cabeza por debajo del borde de la cobija, sentí su hocico húmedo contra la cabeza de mi pene y casi inmediatamente sentí su lengua tibia y babosa lamerme la pija, al notarlo húmedo de mis fluidos empezó a lamerlo con ganas, mi chola empezó a gemir y a ponerse algo inquieta, empuje la cabeza de la perra negra hacia fuera y le dije : resultaste ser una putita…la perra alzo su cabeza y lamió mi boca, su lengua sabia a guiso…le dije mmhhh..puta como me comes la boca, levante mi cabeza y abriendo las piernas, la empuje por el lomo ubicándola, tape su grupa con la frazada y sosteniendo mi pija que estaba al palo empecé a hurgar debajo de su cola, tuve que levantar un poco su enorme vulva para encontrar su raja, la perra negra miraba de reojo a mi hembra mientras quieta se dejaba hurgar en su concha
El capuchón de piel de su concha envolvió la cabeza de mi pene, entonces la atraje hacia mi, mi verga se deslizo deliciosamente dentro de su vientre, me prendí de sus ancas huesudas y empecé a copular con ella, cada tanto la muy puta empujaba su grupa hacia atrás haciendo que mi verga entre hasta que mis huevos chocaban con su pulposa concha, tenia allí a una nueva hembra, vieja y huesuda pero con tremenda cajeta que se estaba dejando coger por un macho humano, aunque mi chola pareció algo desconcertada al principio, después pareció no darle mucha importancia que me estaba cogiendo otra hembra, empezó a lamer mi boca, yo abrí la mía mientras mi puta metía su lengua dentro, cada tanto atrapaba su lengua chupandomela por unos segundos, metí una mano por debajo de las ancas de mi chola buscando su concha, estaba muy mojada e hinchada por su preñez, en ese momento la chola negra empezó a mover sus ancas hacia arriba y hacia abajo, con mi poronga profundamente incrustada en su concha, la muy puta estaba acabando y yo con mi boca llena de la saliva de mi puta y su lengua hurgándome dentro, mientras la masturbaba con los dedos
Tampoco me aguante y mientras me prendí de la cola huesuda de la nueva chola, la apreté hacia mi mientras ella aun se movía de arriba hacia abajo, ahora mas rápido, sabiendo que iba a descargar mi semen dentro de ella, tuve un intenso orgasmo mientras sentía en mis bolas los pliegues carnosos y blandos de los bordes de su concha, la chola negra gimió lastimosamente mientras temblaba, levante la frazada mientras ella se movía hacia delante, los pliegues de su vulva se estiraron mientras mi verga se desenvainaba como si fuera un enorme salchichón baboso, inmediatamente se sentó en el suelo a lamerse su concha llena de semen, metí mis pies debajo de las cobijas y me recosté a lo largo de la cama, mi chola se acostó a mi lado, su vientre voluminoso y sus tremendas ubres ahora llenas de leche se desparramaron hacia los lados
Quería agradecer a mi puta el haberme traído a otra hembra, así es que me ubique al revés de su posición y empecé a chupar sus pezones hinchados y rugosos, cada tanto lamía su concha llena de fluidos…mmhh…así..mi puta hermosa, que hermoso regalo me hiciste, mientras ella se comía concienzudamente los restos de la cogida con la perra negra, quizás intuía que después de su parición no podría cogermela inmediatamente, y busco una compañera para conformar una jauría propia, mientras estaba allí disfrutando de la concha riquísima de mi puta y de la leche de sus tetas, la perra negra se animo y subió a la cama ubicándose en la misma posición en que estaba Loba, arrodillado fui hasta los pies de la cama y debajo del colchón saque el dildo perruno al que había cargado según las instrucciones de mi amiga, gire siempre de rodillas hacia ellas, allí estaban las dos, yacían de costado sobre la cama, como esperando, me agache y busque la concha hinchada de la chola negra, se la lamí comiéndome sus jugos
Su cajeta sobresalía escandalosamente de entre sus patas traseras que estaban de costado, tome el dildo de perro y se la enterré en la concha, la enorme verga desapareció en su cajeta, empuje un poco mas y entro el bulbo inflado también, mientras masturbaba a la perra flaca me puse detrás de las patas abiertas de mi chola, mi pija entro fácilmente en esa concha deliciosa que conocía muy bien, para entonces tenia de nuevo una buena erección, mientras cogía a la negra con el pene de goma, penetraba a mi chola…mi amor..dije…te ves preciosa así…preñada con tu putas tetas bien hinchadas, voy a darte mi leche para que sepas quien es tu único macho, mi chola tenia su cabeza hacia atrás mientras la cogía, metí mi mano entre los encajes de su corpiño agarrandome de sus ubres monstruosas que escurrían leche entre mis dedos, y descargue lo que me quedaba de semen en su hermosa concha
Solté el dildo que quedo incrustado en la chola negra, mientras me recostaba sobre mi hermosa hembra buscando su lengua, la perra negra expulso con un sordo ruido la verga de su concha, un chorro de almidón tibio salió con fuerza hacia fuera, la cama estaba hecha un enchastre de almidón, semen y fluidos de perra, me ubique en medio de las dos completamente cansado, las dos se sentaron y como si se hubiesen puesto de acuerdo empezaron a lamer mi verga, sentir esas dos enormes lenguas babosa y tibias fue la culminación de una fantasía jamás pensada, tenia dos cholas putas ávidas de verga para mi solito.
De ahora en mas tendría que pensar como mantenerlas, satisfacer a las dos y cuidar de los cachorros, dos conchas animales, dos putas bizarras.
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