En la porqueriza
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por humboldt.
Soy un hombre que siempre le ha gustado el sexo con animales. He estado activo durante varios años y vivo en una granja, de lo que sin duda me eh valido de mucha ayuda en la búsqueda de un amante entre los animales o compañero de juego.
Mi última aventura (noche de realidad) fue con un cerdo barrigón tipo salvaje (criollo) agradable llamado viktor. Todo comenzó una mañana cuando fui a la granja para alimentar el ganado. Ya había pasado por los corrales de cochino, cuando lo veo estaba haciendo gruñidos y chillidos ignorando totalmente la comida, por lo que en una corazonada me fui al corral donde estaba, me baje el pantalón a mitad de nalgas de rodillas a cuatro patas, por enfrente de la reja. Él estaba detrás de mi, lo que nos separaba era la reja de hierro, se acerca en un instante a oler mi culo, pasando su nariz húmeda y babosa por todo mis nalgas y esfínter seco.
Sentía su desesperación antes lo había incitado, pero nunca era como para intentarlo se pone muy nervioso y brusco, siento miedo de su tornillo.
hasta ahí deje la cosa tenia mucho trabajo por hacer, dure toda la tarde ocupado pero algo despistado, mi mente se enfocaba en verme montado por el cerdo macho, no dejaba de pensar en esa imagen untado con la mamada de culo que me daba, incluso me dolia algo, luego me di cuenta un pinchazo con un colmillo.
entrada la noche ya toda la granja era para mi, como siempre esa era la noche para mis gustos, esta vez me decidí hacerlo con viktor el cerdo macho, mi mente no podía mass.. me adentre lentamente al corral, al escuchar la reja pude sentir que se acercaba algo, hacia ese gruñido, muy difícil de ver, no hay luz eléctrica en ese sector, me trataba de tumbar, se abalanzaba con fuerza, dado mis experiencia ya cargaba puesta una braga de mecánico, pero con una estrada especial, le había hecho un hueco por donde se me expone el culo entero, eso me protege de las pezuñas, bueno me coloco en cuatro con el pecho y media cara sobre el piso humedo y mal oliente,con mis manos exponiendo mi hoyo dulce, mientras el semental se lo come, en intentos de montarme todas fallidas, así que en una que se monto y tubo el equilibrio necesario, yo sabía que en ese momento era para una acción seria, asi que hice mi movimiento.
Me pude bajar lo mas que pude acomodándome a su panza caliente y suave en mi espalda, entonces comenzó a explorar mi trasero, con repetidas punzadas (algunas dolorosas). Siguió empujando y buscando mi culo ansioso, pero lo consiguió poco menos de Cinco veces, le sentía la cabeza retorcida (como mi mente) de su pene chocaba mi ano, pero no penetraba. Estaba frustrado y fue aún peor.
Al principio pensé que era la diferencia de nuestros tamaños, no podía bajarme mas mis rodillas no aguantaba, a pesar de la braga era gruesa, intente echarme para atrás pero sin suerte, temía a que se bajara. Entonces me di cuenta de que ha pasado mucho tiempo desde que había tocado mi hoyo.
Así, mientras se apeó para recuperar el aliento, llegué mi mano y meto un par de dedos en el culo para abrirlo un poco, disimular que me cojia, con el montado. Yo todavía estaba haciendo esto cuando de un saltó. siento entre mis Dedos y mi agujero una punta resbalosa, sentí gran parte de mi alegría ya tenia la magnífica polla-tornillo entrado mi culo caliente, y saliendo con fuerza. No puedo comenzar a describir lo bien que se siente tener un pene cerdo entrando y saliendo del culo con velocidad, ni se como calcular el tamaño de largo, hace de mis entrañas su hogar, roza todas la paredes cuando gira, es riquísimo, simplemente es el cielo puro.
Continuo el arado de mi agujero por unos minutos y se bajó, cansado y gruñendo, el macho había logrado su cometido, sacado mis dedos húmedos y emprender mi retirada, pude saber que mi culo estaba tan lleno de su semen que me sentía como si estuviera chapoteando cuando regresó a la casa, con muchas ganas de defecar flojito.
Después de esa experiencia viktor no seria el único cerdo que me haría el hoyo, ya tenia un lechón joven de raza americano, son mas dócil que los criollos, de mayor tamaño apunto de crecer que me gustaría adiestrarlo para que sea el nuevo semental de las PUERCAS…
Espero que hayan disfrutado mi historia…
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